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UN LUGAR PARA APRENDER FILOSOFÍA

ACLARACIONES ACTITUD RACIONAL (27,28/09/04)

• Al ejercicio de buscar y sopesar argumentos antes de aceptar como bueno lo que creo saber es a lo que en términos generales se le suele llamar utilizar la razón.
• La razón no es algo que me cuentan los demás, ni el fruto de mis estudios o de mi experiencia, sino un procedimiento intelectual crítico que utilizo para organizar las noticias que recibo, los estudios que realizo o las experiencias que tengo, aceptando unas cosas y descartando otras.
• La razón nunca es exclusivamente mi razón, es universal, todos los hombres la poseen y puede servir de árbitro para zanjar muchas disputas entre los hombres.
• La filosofía busca la verdad por medio del examen racional de nuestros conocimientos y consiste en intentar aproximarnos más a lo real. Se cuestiona de vez en cuando nuestras creencias, y trata de sustituirlas por ideas argumentativamente sostenidas.
• El comienzo de la filosofía es el asombro, la capacidad de maravillarnos ante lo que todos a nuestro alrededor consideran obvio y seguro.
• Razonar no se aprende en soledad sino que se inventa al comunicarse y confrontarse, en la conversación. Por eso el hábito filosófico de razonar nace en Grecia junto con las instituciones políticas de la democracia.
• La disposición a filosofar consiste en decidirse a tratar a los demás como si fueran también filósofos: ofreciéndoles razones, escuchando las suyas y construyendo la verdad. Las opiniones de cada cual no son fortalezas o castillos donde encerrarse como forma de autoafirmación personal: tener una opinión no es tener una propiedad que nadie tiene derecho a arrebatar. No todas las opiniones son igualmente válidas: valen más las que tiene más argumentos a su favor y las que mejor resisten la prueba de fuego del debate con las objeciones que se les plantean.
• Origen de la filosofía. La sociedad griega primitiva era rural y aristocrática: dominaba una nobleza de terratenientes que tenía todo el poder económico y político. Los pobres descontentos buscaron tierra libres para cultivar, y lo harán hacia las fértiles tierra de Asia Menor y del sur de Italia. La aventura colonizadora se dirige hacia la jonia, donde surgen ciudades prósperas con una brillante civilización: Mileto, Éfeso, Samos y otras muchas. En Mileto se funda casi un imperio marítimo orientado hacia el mar Negro. En estas ciudades confluyen: prosperidad económica, desarrollo artesanal y comercio marítimo floreciente; formas políticas más flexibles y tolerantes; ruptura con el pasado y apertura a otras civilizaciones que permiten relativizar las propias tradiciones. En Mileto todo se comenta y se discute. En un ambiente así surge la filosofía.

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