Blogia
UN LUGAR PARA APRENDER FILOSOFÍA

LOS SOCRÁTICOS

LOS SOCRÁTICOS PINCELADAS PARA UN RETRATO
- La auténcica sabiduría consiste en conocer las verdades absolutas y eternas por medio de la inducción. Por ejemplo: si veo cosas bellas, hombres y mujeres guapos, llegar a la esencia, o sea conocer qué es la belleza.
- Las leyes de una polis son sagradas, divinas porque son manifestaciones de la justicia: “Yo digo que lo que es legal, es justo”. Por tanto, las leyes naturales y positivas están en el mismo plano.
- El valor de las leyes, pues, no proviene de los ciudadanos sino de ese carácter sagrado, divino, aceptado y reconocido por mi propia conciencia. La ley busca el bien general y cuando alguien viola esta ley, busca su bien particular: “violar una ley es siempre una injusticia” y la ley hayq ue cumplirla siempre, aunque nos cueste la vida, porque lo exige la razón.
- La virtud es la “perfección del espíritu hasta el máximo, no el logro de dinero o poder”. Reside dentro de uno mismo, por eso proclama la supremacía de los derechos y deberes de la conciencia.
- Quien obra según la luz de su conciencia, obra correctamente. La nitidez intelectual coincidía con la rectitud ética. “saber” equivale a ser bueno (intelectualismo socrático), por eso, acuñará la primera de todas las tesis optimistas: no hay hombres malos, sino simplemente ignorantes.
- Para encontrar esta verdad, que anida dentro de uno mismo desde el nacimiento –o desde antes...- hay que ayudar, no enseñar. Ayudar con la dialéctica, o método d e preguntas y respuestas, con las que el hombre no sabe “da a luz” (mayeútica) a la verdad dentro de sí, “ ¿no sabéis que mi oficio es ser comadrón como el de mi madre?”
- Así, el hombre se libera de sus malos deseos y pasa a ser un ciudadano respetuoso con las leyes de su Polis: La verdad como ley. La democracia como ideal asumido: “conocer la ciencia que nos hace buenos hombres y, por tanto, buenos ciudadanos”.

TEXTOS Y ACTIVIDADES
Sócrates no quiere huir de la cárcel
[Sócrates ha sido condenado a muerte y espera, durante un mes, la ejecución de la sentencia. Sus amigos, Platón y Critón sobre todo, le han preparado la huida. Son influyentes y pudientes. Sócrates les hace razonar con una bella personificación de las leyes.]
Si proyectando fugarnos de aquí, se nos acercasen las leyes y los responsables de la Polis y nos preguntasen:
-Dinos, Sócrates, qué piensas hacer. ¿Verdad que con lo que te propones intentas destruirnos a nosotras y a la ciudad entera en lo que a ti te concierne, o tal vez te parezca posible que siga existiendo, que no se venga abajo aquella ciudad en la que no tengan fuerza alguna las sentencias pronunciadas, sino que pierden su autoridad y son aniquiladas por otra de los particulares? ¿Diremos acaso que era la ciudad injusta con nosotros y que no sentenciaba con rectitud? ¿Diremos esto o no?
-Esto, por Zeus, amigo Sócrates, respondió Critón.
-Y que responderemos si las leyes dicen: «Sócrates, ¿es acaso el convenio estipulado entre tú y nosotras? ¿No te comprometiste a someterte a las sentencias que la ciudad pronunciase? (...) ¿Qué motivos de queja tienes con respecto a la ciudad y a nosotras? (...) Veamos, para empezar: ¿No te trajimos al mundo nosotras, ya que por nuestra mediación se casó tu padre con tu madre y te engendró?, o, ¿es que acaso tienes algún motivo de disgusto contra las leyes sobre el matrimonio? Y con las leyes concernientes a la crianza y educación del niño que tú también disfrutaste, ¿tal vez no eran buenas las prescripciones que ordenaban a tu pa¬dre que te hiciese instruir?»
-Sí, eran buenas, respondería yo.
-Pues bien, si naciste, fuiste criado y educado merced a nosotras, ¿puedes sostener que no eres nuestro hijo y nuestro esclavo, tú y tus antepasados? (...) ¿Tal vez eres tan sabio que se te oculta que la patria es más digna de respeto que la madre, el padre y los antepasados todos? ¿Qué responderemos a esto, Critón? ¿Que dicen verdad las leyes o no?
-Que dicen verdad.
PLATÓN: Gritón, 49.
Ejercicios
1. Compara el concepto de ley que aquí se expone con el de la sofística. Señala di¬ferencias.
2. Busca en el texto la frase que indica dónde basan las leyes su autoridad.
3. ¿Es razonable admitir las leyes sólo cuando nos favorecen? ¿Por qué?
4. ¿Por qué predica Sócrates la sumisión a las leyes? ¿Te parece correcto que por
cuestiones de gobernabilidad de un país o de un municipio aceptemos leyes en contra de nuestros intereses/opiniones? ¿Por qué?
5. Una cuestión comprometida: ¿Qué es mejor: que la ley, en caso de duda, tenga siempre la razón, caiga quien caiga, o que me la tome por mi cuenta, conforme a mis intereses? ¿Qué haría Sócrates?
6. Alejandro Casona en su obra “La barca sin pescador” plantea este caso: Un europeo está alborde de la bancarrota total. Se le aparece un ser misterioso que le propone la resolución de todos sus problemas a condición de que dé la orden para que un pescador, desconocido, que reside en China, muera.
El europeo no debe intervenir físicamente en esta muerte. Basta con un deseo, con una orden desde su propia conciencia, sin exteriorizarla.
Si tu fuera el europeo ¿qué?

Autojustifica tu respuesta.

0 comentarios