Blogia
UN LUGAR PARA APRENDER FILOSOFÍA

DE LA HETERONOMIA A LA AUTONOMIA

EL DESARROLLO DEL JUICIO MORAL

Algunos psicólogos como Jean Piaget y Lawrence Kohlberg, han interpretado la conciencia moral como la capacidad de formular juicios sobre lo justo y lo injusto, y han estudiado cómo se desarrolla esta capacidad desde la niñez hasta la edad adulta, llegando a resultados como los siguientes:

- En el terreno de la moral formulamos juicios y, por tanto, es un tipo de conocimiento sobre el que se puede argumentar.
- Aunque los contenidos de los juicios morales son diferentes en diversas culturas, la estructura del juicio moral es igual en todos los individuos.
- Es posible educar la conciencia moral en las formas más justas de tomar decisiones, porque las cuestiones de justicia se pueden universalizar.

La estructura universal de los juicios morales, según Kohlberg, se desarrollan a través de unas etapas, que siguen una secuencia idéntica en personas de diversas culturas, y se ordenan en tres niveles, cada uno de los cuales supone un mayor grado de madurez en relación con los anteriores:

- En el nivel preconvencional, la persona tiene por justo lo que satisface sus intereses. La persona respeta las normas sólo por las consecuencias que pueda acarrearle vulnerarlas (castigo o ausencia de premio).
- En el nivel convencional, la persona considera justo lo que concuerda con las leyes propias de su sociedad. En este nivel, la persona se siente ante todo miembro de una comunidad, cuyas normas, reglas y principios reconoce y admite. Por ejemplo, muchas personas admiten ciertos prejuicios sexistas, chovinistas y racistas porque en la sociedad en que viven es algo legal y socialmente aceptado. De ese modo encuentran justificados ciertos comportamientos discriminatorios que desde el punto de vista del nivel siguiente no serían aceptables.
- En el nivel postconvencional, la persona distingue entre las normas de su sociedad y los principios morales universales. La persona ya se siente miembro de la humanidad, de modo que la justicia particular es inseparable de la solidaridad global. Es el caso de los defensores de ciertos derechos, que actúan por el convencimiento de la universalidad de los mismos.

LA MADUREZ MORAL: AUTONOMÍA Y RESPONSABILIDAD
La teoría de Kohlberg se basa en la idea kantiana de que la madurez moral es un proceso que comienza con la heteronomía moral y culmina con la autonomía moral.

Esto significa, que las personas más inmaduras moralmente, aquellas que razonan desde el nivel preconvencional son las que se dejan llevar por sus impulsos egocéntricos, y no son verdaderamente dueñas de su propio comportamiento. Esta palabra, que proviene del griego heteros, “otro”, y nomos “ley”, norma, designa a aquellas personas que siguen la norma de otro y no la suya propia. Ser autónomo, no significa hacer lo que me venga en gana, sino en adoptar personalmente unos principios morales y regirse por ellos, aunque a veces perjudique los propios intereses. Pero las personas a las que nos estamos refiriendo ahora son aquellas que apenas rigen su comportamiento por normas ni principios, sino que entienden por justo lo que les conviene en cada momento.
En segundo lugar, las personas que poseen un grado intermedio de madurez moral, que a menudo coinciden con las que razonan desde el nivel convencional, todavía siguen siendo bastante heterónomas, porque a pesar de que ahora consiguen controlar sus impulsos egocéntricos, lo hacen para adaptar su comportamiento a lo que se espera de ese otro sea la sociedad en su conjunto. Pero son más autónomas que las del nivel anterior, puesto que se muestran capaces de regir su comportamiento conforme a las normas del orden social establecido. Tienen por justo lo que se considera normal en su sociedad.
Por último, las personas que alcanzan el grado máximo de madurez moral, personas que razonan con los esquemas del nivel postconvencional, son las personas autónomas. Porque rigen su comportamiento por los principios que su propia conciencia reconoce como universalmente vinculantes. Lo justo ahora se define por la decisión razonable y bien meditada que adopta la perspectiva del respeto por la igual dignidad de todos los seres humanos, superando cualquier discriminación que se encontrase aceptable en el nivel anterior.

0 comentarios