Filósofos, contra la Ley de Educación de Zapatero
Miércoles, 11 de mayo 2005
El mito de la caverna explicado por San Segundo debe de ser algo así: dentro de la cueva está el verdadero conocimiento; la Educación para la Ciudadanía. Fuera, las luces y sombras, lo engañoso, los estudios de Filosofía. «No salgan del interior de la gruta, no piensen. Es malo».
Cientos de estudiantes y profesores de Filosofía se concentraron ayer ante el Ministerio de Educación con este espíritu. «Pienso, luego estorbo», proclamaban sus pancartas. Su enfado está justificado. El anteproyecto de la Ley Orgánica de Educación ha menospreciado esta asignatura hasta convertirla en una optativa más. Tamaño despropósito no es compartido ni por los miles de docentes que la imparten ni por los jóvenes que la estudian.
«No entendemos nada», dice Luis María Cifuentes, presidente de la Federación de Sociedades de Filosofía. «Nos reuniremos nuevamente el lunes ya nos reunimos en enero con el señor Tiana para que nos explique por qué la Ética desaparece; por qué la Filosofía sólo se imparte en primero de Bachillerato en la modalidad de Ciencias y por qué en el resto se convierte en algo optativo».
«Creemos que llegaremos a un acuerdo continúa. De momento, IU y PP nos han mostrado su apoyo. Si lo que está escrito en el borrador se confirma, movilizaremos todo lo movilizable».
Todos mantienen la misma postura inflexible, escribe C.T. en La Razón.
Mario, de 21 años, ha venido desde Granada, desde donde han fletado autobuses, asegura que «es inconcebible. Es una brutalidad privar a los chicos de 16 y 17 años del pensamiento». Pepe, que llega desde Asturias y dice: «Sin filosofía no hay ciudadanía. No entendemos nada. No es ya tanto por qué va a pasar con nuestro futuro, nosotros ya sabíamos que al estudiar esta carrera nos enfrentábamos a algo incierto, sino porque van a conseguir que los niños sean tontos».
El mito de la caverna explicado por San Segundo debe de ser algo así: dentro de la cueva está el verdadero conocimiento; la Educación para la Ciudadanía. Fuera, las luces y sombras, lo engañoso, los estudios de Filosofía. «No salgan del interior de la gruta, no piensen. Es malo».
Cientos de estudiantes y profesores de Filosofía se concentraron ayer ante el Ministerio de Educación con este espíritu. «Pienso, luego estorbo», proclamaban sus pancartas. Su enfado está justificado. El anteproyecto de la Ley Orgánica de Educación ha menospreciado esta asignatura hasta convertirla en una optativa más. Tamaño despropósito no es compartido ni por los miles de docentes que la imparten ni por los jóvenes que la estudian.
«No entendemos nada», dice Luis María Cifuentes, presidente de la Federación de Sociedades de Filosofía. «Nos reuniremos nuevamente el lunes ya nos reunimos en enero con el señor Tiana para que nos explique por qué la Ética desaparece; por qué la Filosofía sólo se imparte en primero de Bachillerato en la modalidad de Ciencias y por qué en el resto se convierte en algo optativo».
«Creemos que llegaremos a un acuerdo continúa. De momento, IU y PP nos han mostrado su apoyo. Si lo que está escrito en el borrador se confirma, movilizaremos todo lo movilizable».
Todos mantienen la misma postura inflexible, escribe C.T. en La Razón.
Mario, de 21 años, ha venido desde Granada, desde donde han fletado autobuses, asegura que «es inconcebible. Es una brutalidad privar a los chicos de 16 y 17 años del pensamiento». Pepe, que llega desde Asturias y dice: «Sin filosofía no hay ciudadanía. No entendemos nada. No es ya tanto por qué va a pasar con nuestro futuro, nosotros ya sabíamos que al estudiar esta carrera nos enfrentábamos a algo incierto, sino porque van a conseguir que los niños sean tontos».
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