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UN LUGAR PARA APRENDER FILOSOFÍA

EL HORIZONTE ÉTICO DE LA UNIÓN EUROPEA

Resumen de un artículo escrito por ADELA CORTINA
Existen grandes proyectos que unen estados y pueblos, casi siempre con fines mayoritariamente económicos que creen necesarios (Ej. Unión Europea).
¿Es esto nuevo? El sueño de cosmopolitismo ya lo encontramos en Diógenes de Sínope, que hace veinticinco siglos decía que “ningún ser humano pertenece sólo a la patria en que nació”.
¿Sigue siendo hoy día deseable el ideal de europa en sentirse unidos política, jurídica y económicamente?, ¿Existe vocación cosmopolita en Europa? . Adela Cortina piensa que si y piensa que el Estado de bienestar ya dio cuerpo a un Estado social de justicia, con un contenido ético. Por todo ello, considera que Europa debe a comienzos del s. XXI responsabilizarse en la proyección de construir una ciudadanía social cosmopolita, que enmarque una cultura europea.

1. ¿ESTADO UNIVERSAL O UNIONES TRANSNACIONALES?
Para llevar el compromiso cosmopolita existen dos caminos:
1º (diseñado por Kant en “La Paz perpetua”).- Diseñar un Estado republicano universal dotado de Constitución universal que asegurase una paz duradera. Construir una República cosmopolita desde arriba hacia abajo).
2º (diseñado por Kant en “La metafísica de las costumbres).- Crear alianzas entre los estados y los pueblos, convenios y contratos. Se intentaría construir una República cosmopolita desde las comunidades políticas ya existentes (desde abajo hacia arriba), comunidades transnacionales.

Adela Cortina piensa que ambos caminos han sido emprendidos. Desde el primer camino se van creando organismos políticos como “Naciones Unidas”, “Fondo Monetario Internacional” o el “Banco Mundial”, organismo jurídicos como “Tribunal Pensal Internacional”. El segundo camino, también parece haberse emprendido al existir políticas transnacionales y regiones transestatales que refuerzan el apoyo mutuo.

2. LAS RAZONES MORALES DE LA UNIÓN EUROPEA
1ª Razón.- no debe haber guerra –paz duradera-, crear uniones estables entre distintas naciones e ir ampliando el número de los países que se incorporan a tales uniones es una exigencia moral –organismos de alcance mundial-.
El acercamiento entre algunos pueblos de Europa se sitúa tras la contienda de la guerra mundial, con el deseo de paz y del impulso comercial.
2ª Razón.- El intento de crear una Europa económicamente fuerte para contrarestar a Estados Unidos y Japón. Ahora bien, pronto descubrimos que la Europa económica requiere de la política y la social. El tiempo nos descubre la importancia de la Europa social.
El sector económico necesita del sector político, y estos dos del sustento del sector social. Es necesario construir instituciones políticas comunes, sellar pactos sociales –Carta Social Europea-, acuerdos sobre el empleo, convenios por desempleo, educación, proyectos culturales compartidos, propuestas ecológicas compartidas .... Todo esto llevará a propiciar la apertura de las mentes, disolviendo los separatismos.
El tener en cuenta a gentes de diversos países, fomentar unidades trnsnacionales va creando lazos que conforman la república universal, y el trato igual.
El ser Europa una región plurinlingüe, dificulta la comunicación y convierte los problemas en oportunidades de crecimiento, al participar en jornadas, congresos, encuentros que obligan de un esfuerzo de entenderse y comprender las dificultades de expresarse en una lengua que no es la propia. Facilita el acercamiento más maduro.
La redacción de una Carta Social o protocolos sobre política social debe dar paso a acuerdos firmes y vinculantes.
La EUROPA SOCIAL debe estar construida sobre cuatro pilares fundamentales: protección de la ciudadanía social en el seno de la Unión, asegurar la competitividad con otras regiones, integración de los inmigrantes y la extensión de la ciudadanía social al ámbito cosmopolita.

3. UN COSMOPOLITISMO ARRAIGADO
En el enfrentamiento entre cosmopolitismo y localismo, acusan los localistas que el cosmopolitismo abstracto, prescinde de las diferencias culturales y lingüísticas desatendiendo lo cercano. Esto podría ocurrir si entre los dos caminos kantianos solo eligiéramos el primero, pero si elegimos también y principalmente el segundo, el construir la República universal desde las alianzas y pactos entre las comunidades políticas existentes que permiten crear uniones transnacionales, no se anulan la diversidad de culturas y lenguas, construimos un cosmopolitismo arraigado en las comunidades locales y en la de todos los seres humanos sin exclusión.

Este es el proyecto ético de esta tarea de Europa abierta.

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