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UN LUGAR PARA APRENDER FILOSOFÍA

EPICUREISMO Y CONSUMISMO

EL CENTRO COMERCIAL: ¿UN MODO DE VIDA ÉTICO?

En casi todas las grandes ciudades existe al menos un centro comercial, lugar de cita y al que acudimos a pasar la tarde o el domingo. En un centro comercial encontramos de todo y cualquier nimiedad despierta nuestro deseo. Es un espacio de compra total y un nuevo hogar. Es el re­sultado del capitalismo globalizado.

Cuando la presión urbanística desbordó los límites de la ciudad, los cen­tros se desplazaron a la periferia, y el automóvil se convirtió en fiel acompañante y porteador. Se rompieron los límites del espacio y de la distancia natural. Y cuando la publicidad descubrió la importancia de asociar el ocio a la compra, las grandes superficies rompieron los límites del tiempo. Ya no hay horarios. Al centro comercial se va a estar, a com­prar y a dejarse seducir. Es un nuevo modo vida. A la ética y a la libertad les importa mucho esta nueva carta de ciudadanía. Veámoslo despacio. A simple vista, lo que caracteriza un centro comercial es su grandiosidad y artificio; sin embargo, lo que mejor lo define es la asociación de diversión y compra, la adquisición de una nueva identidad universal y desenfadada que nos iguala a todos como consumidores. No excluyen a nadie. No se exige otro visado que la tarjeta de crédito ni se imponen otras normas que las convenciones rutinarias y los iconos de los aparatos electrónicos.

En el centro comercial nos sentimos seguros. Estamos vigilados constan­temente por las cámaras, pero sabiendo que también vigilan a los otros. Vamos siempre perdidos, pero guiados por el deseo. El consumo ahu­yenta la intranquilidad ante el extraño y descarga el fardo del malestar existencial.

La ciudad tradicional se constituyó en torno al mercado, a la plaza y al templo. Y esos espacios nos ayudaron a labrar la identidad ciudadana. Nos socializamos en la familia, el trabajo y la religión. Hoy, salimos de la ciudad para ir al centro comercial, donde adquirimos la nueva imagen de «urbanitas».

Analizar y ver

1)      ¿Queda alguna tienda pequeña en tu distrito o barrio? ¿Quién la re­genta y qué vende? ¿Dónde se hacen las compras de importancia? ¿Por qué?

2)      ¿Por qué un centro comercial atrae a tanta gente?

3)      José Saramago publicó en el año 2000 una novela en la que sitúa la caverna de Platón en los sótanos de un centro comercial. ¿Qué te pa­rece que quiere decirnos al localizarla allí?

ARTÍCULOS REFLEXIÓN –EPICUREISMO Y CONSUMISMO-:

El epicureismo defendía un estrecho vínculo entre la vida buena, bien vida y por tanto feliz, y el disfrute de los placeres de la vida. Sinceramente, tengo mis dudas de que el consumismo compulsivo represente una actitud semejante ¿realmente supone un disfrute de los placeres de la vida trabajar 10 horas al día para poder conducir no sé qué coche o vestir no sé qué ropa?. Más bien parece lo contrario.
Si la filosofía consiste en algo así como una vida reflexiva y consciente de sí misma, parece que el consumismo compulsivo no es sino la ausencia de toda filosofía, o más bien, la entrega a la filosofía de quienes gobiernan en nuestro tiempo: para ellos la única medida de la vida es lograr el máximo beneficio a cualquier coste. Y para ello han elaborado la maquinaria de poder más precisa que jamás haya existido: mediante el marketing, los medios de comunicación de masas, etc. no sólo han conseguido dominarnos, sino hacerlo haciéndonos sentir libres (libres de elegir entre pepsi y cocacola, de ir a votar cada cuatro años para elegir entre A o B -siendo ambos en el fondo iguales, etc.).

http://desdeurtala.blogspot.com/2008/10/epicuro-va-en-autobs-por-londres.html

http://www.culturaclasica.com/nuntii2003/junio/lledo_epicuro.htm

http://www.hectorceballos.org/textos/pedagogicos/01.pdf

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