Entrevista a Emma Thompson:
Bibiana Aído (2ªi), y Emma Thompson (2ªd), en la presentación·EFE
La trata de personas es la tercera actividad ilegal que más ingresos genera, sólo superada por el tráfico de armas y de drogas. Y dice la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que cada año alrededor de 2,5 millones de personas son víctimas de esta esclavitud.
La exposición ’Journey’ busca concienciar a la sociedad sobre este tipo de explotación. Lo hará hasta el 15 de diciembre en el paseo de Coches de El Retiro, después de visitar otras ciudades como Londres, Viena o Nueva York. Es una iniciativa de la fundación Helen Bamber en la que trabaja activamente la actriz Emma Thompson, que este viernes ha inaugurado la muestra en Madrid.
Una hora antes, me recibe en el Hotel AC de la calle Recoletos, informal y llena de energía, con ganas de contar porqué ha viajado a España.
¿Cómo es la vida de Elena, la víctima de trata que protagoniza ’Journey’?
Su vida es muy común. Es una chica sin posibilidades económicas, su padre muere, no puede ir al colegio. Un día, estando con una amiga en el mercado, una persona conocida la introduce en la trata y se la lleva a Londres. Allí le dicen que tiene que pagar la deuda, abusan de ella, le pegan, le amenazan... Es una historia muy larga que hemos dividido en siete partes, y que pretende que el visitante se sienta involucrado en lo que le ocurre a Elena, y que no la vean como el objeto que ya fue en el pasado.
Quizás no exista ninguna respuesta, pero, ¿dónde cree que está la solución para poner fin de una vez por todas a la trata de mujeres?
Sí, es una pregunta muy simple, ¿eh? -bromea en español-. En primer lugar se debe formar a la policía, porque no saben como tratar a las víctimas de trata, mujeres destrozadas que no se fían de ellos porque muchas de ellas provienen de países donde la policía es igual de corrupta.
Por otro lado, se habla mucho de la legalización de la prostitución, pero en países donde se ha legalizado sigue existiendo el problema. Lo que está claro es que la prostitución debe estar protegida y controlada por la policía.
Pero antes de abordar estas cuestiones, hay que comprender los hábitos sexuales de las personas que acuden a las víctimas de trata. Se comercializa el sexo de una manera que se ha convertido en una gran epidemia. Y estamos hablando de una actividad criminal que es igual de rentable que vender drogas o armas. Además, la ventaja es que a estas mujeres se las puede transportar de forma sencilla, lo cual sorprende y es amenazador.
Tenemos que persuadir a nuestros gobiernos, para que dejen de hablar y se pongan a trabajar juntos; y formar a los agentes de inmigración, porque pueden reconocer a las víctimas que entran en nuestros países.
Hay muchas acciones que se deben llevar a cabo, pero sobre todo hay que trabajar el tema de la protección, hay que proteger a las víctimas. En mi país, en Gran Bretaña, hasta hace poco, las deportaban sin más, directamente, y en muchas ocasiones las víctimas se convertían ellas mismas en proxenetas.
¿Conoce nuestro Plan Integral contra la trata, que ahora cumple su primer año?
No, y es raro porque he acudido a muchas conferencias sobre este tema. Es una muestra más de que los gobiernos no comparten información, no hablan entre ellos.
¿Es suficiente lo que se hace en los gobiernos de todo el mundo, especialmente en Europa, para terminar con esta lacra?
No, claro que no. Ahora se va a ratificar el tratado de la UE, y se van a poner sobre la mesa los tres meses de protección para las víctimas, pero el problema es que es un tratado que no está ratificado por todos los países, especialmente aquellos de donde provienen estas mujeres. Otros, como por ejemplo Italia, son un modelo a seguir.
VÍDEO DE LA INAUGURACIÓN
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