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UN LUGAR PARA APRENDER FILOSOFÍA

COMENTARIO DE TEXTO: SABER FILOSÓFICO

Comentario de texto –UNIDAD 1-

Hace tiempo, en el coloquio tras la charla que acababa de pronunciar una muy inteligente antropóloga argentina amiga mía, un oyente juvenil exclamó estrepitosamente: “¡Pero no me negará usted que esta vida es un asco!” Y mi amiga repuso sin inmutarse: “¿Comparada con qué?” Esa pregunta, utilizada como respuesta, me parece un estupendo ejemplo de manifestación filosófica. Para empezar, tiene un benéfico efecto curativo: sirve para librarnos de un tópico fantasmal, de un falso dogma acongojante, de un brindis a la sombra depresivo y quizá mañana represivo. Pero, además, plantea una inquietud muy legítima, un problema que no parece tener ninguna utilidad inmediata, pero que, sin embargo está lleno de sentido; un interrogante que no se resuelve con una simple contestación, sino que nos remite a otras muchas cuestiones: ¿Podemos juzgar si la vida vale o no la pena? ¿Tiene la vida tuya y mía un valor determinado, o todos los valores los determina la vida? ¿Hay formas de vivir mejores y peores? ¿Por qué? ¿Nos preocupa lo que la vida es, lo que podría ser o lo que debería ser? ¿Qué podría ser la vida y aún no es o ya no es? ¿Qué significa decir que la vivida no es lo que debería ser? [...] Al conjunto de preguntas como éstas o, aún mejor, al afán de preguntar cosas así es a lo que llamamos filosofía. Son preguntas enormes, radicales, absolutas, como las que plantean los niños antes de que los domestiquen en el colegio o las de los borrachos a las cuatro de la madrugada. Son preguntas imposibles, como las que se hace uno en el entierro de un ser querido o las que susurran los enamorados, mirándose a los ojos: “¿Me quieres?”. Las grandes preguntas de la vida y de la muerte, los interrogantes de la violencia y del amor. A lo largo de los siglos, los filósofos han vuelto a plantearlas una y otra vez, ofreciendo cada uno sus respuestas peculiares y contradiciéndose unos a otros, ante el desbarajuste de tanta diversidad, algunos pueden pensar que la filosofía es un galimatías del que no hay forma de sacar nada en limpio. ¿Se saca algo en limpio de la filosofía? Pues sí, al menos algo muy importante: las preguntas mismas (...) Son las preguntas de nuestra vida, el catálogo esencial de nuestros “¿por qué?”. En el centro, la que las condensa todas, la que nadie humano –es decir, consciente y racional- puede dejar de hacerse: “¿qué significa todo esto (la vida, la muerte, lo que nos pasa, los demás, las cosas, el tiempo, el miedo, el gozo, la pena...)?

SAVATER, F., “Urgencia y presencia de la Filosofía”

 

ACTIVIDADES

1.  Escribe una síntesis del texto en la que se haga patente el tema (asunto del que trata el texto), la tesis (la idea principal que el autor defiende) y el problema del mismo (los interrogantes que se intenta dar respuesta)

2.  Análisis conceptual: Analiza en el texto el significado y el uso de la expresión “pregunta” filosófica.

3.  Cuestión argumentativa: ¿Considera el autor que la filosofía es algo inútil? Explica las razones en las que basa su respuesta.

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