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TEMA DE REFLEXIÓN: EL TRABAJO

TEMA DE REFLEXIÓN: EL TRABAJO

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El deterioro extremo del mercado laboral tiene una explicación fácil pero una solución críptica, en apariencia, imposible.
■ En cuatro años, de 2007 a 2011, el paro ha pasado de 1,7 millones de parados a 4,9 millones.
■ La crisis financiera internacional y el estallido de la burbuja inmobiliaria dejó al descubierto en España un sistema productivo oxidado.
■ En 2007, el sector de la construcción empleaba a 2,7 millones de trabajadores. Aún quedan en ese sector 1,5 millones de personas.
■ En la época de bonanza, el empleo español se concentró en sectores con mano de obra intensiva: los primeros en dar empleo y los primeros en quitarlo. España hacía lo que sabía hacer mejor: construir y atender al turismo.
■ Las empresas se han desangrado en la crisis y solo tenían un medio para la supervivencia: reducir empleo.
■ El mercado de trabajo perecía víctima de su mayor contradicción: la negociación colectiva impedía ajustar salarios a la baja para frenar la reducción de plantillas. En 2009, con la economía cayendo al 3,9%, los salarios subían un 4%. Eso significaba que, solo para mantener los costes, las plantillas debían reducirse un 4%.
■ El Gobernador del Banco de España ha constatado recientemente: “Las empresas temen crear empleo”. ¿Cómo hacerlo cuando apenas se mantienen en pie?
■ Las organizaciones sindicales quizás prefieran perecer ellas mismas antes de ceder explícitamente en sus conquistas: el blindaje de salarios, indemnizaciones por despido, etc.
■ ¿Cómo puede una sociedad afrontar el futuro cuando no tiene futuro? a) el crecimiento económico será lento, tardío; b) ese crecimiento no será capaz de generar empleo visible; c) el proceso de ajuste llevará años, a lo largo de los cuales, cientos de miles de personas se asfixiarán en la desesperanza; d) instituciones y trabajadores se enfrentan inmóviles a ese futuro: nadie quiere cambiar las regulaciones, los viejos hábitos, las antiguas conquistas.

Reinventarse a uno mismo
Cuando los cambios que proponemos o apoyamos no llegan a la vida real solo queda mirar hacia uno mismo.
La autonomía –como una nueva utopía– significa sustituir a los poderes exteriores, a las estructuras conocidas y tomar las riendas del propio destino. En los 70, buena parte de las reivindicaciones en Europa iban en esa dirección: los asalariados podrían organizar su trabajo, las luchas feministas tenían ese sentido, las instituciones deberían regir autónomamente objetivos y medios, quizás los estudiantes debieran participar en el diseño de sus programas, etc.
Pero el ámbito más urgente es dar alas a la autonomía laboral. El individuo en nuestras sociedades tiene capacidad para:
■ Juzgar críticamente la experiencia empresarial: es perfectible en su sentido ético, en su eficiencia. Se puede reinventar mediante la emancipación de cada uno de nosotros.
■ Utilizar las oportunidades de la economía actual: junto a las multinacionales gigantescas existe infinidad de posibilidades para el individuo emprendedor. Nunca ambas dimensiones han convivido tan fácilmente como hoy.
■ Hacer propio el mundo total: las distancias, las fronteras, las dificultades, han saltado por los aires; llegar a Australia o Brasil o Alaska es tan simple para cualquiera como acampar en la Puerta del Sol.
■ Poner en valor conocimientos y adiestramientos que son universales y abiertos para el hombre de nuestra sociedad.
La autonomía es el camino más noble para dignificar la razón y la voluntad, cuando las sociedades solo ofrecen incertidumbre, fracaso y humillación.

Conclusiones
■ La frágil vida económica que conocemos, debe hacer ajustes periódicos en el mercado de trabajo.
■ La situación de seres humanos en fases de paro prolongado es insufrible para nuestra sensibilidad.
■ La gente debe tener incentivos permanentes en mejorar su cualificación, incluso por mera autoestima.
■ El Estado no es un empresario pero puede ser un buen árbitro social.
■ El Estado debe ser el guardián de la igualdad de oportunidades y la solidaridad entre los ciudadanos.
■ Todo el que quiera ser emprendedor debe poder intentarlo sin dificultad.
■ Emprendedores grandes y pequeños han de tener incentivos en mejorar la cualificación de sus plantillas.
■ El mercado de trabajo debe ser digno para todos y nunca una dificultad añadida en el desarrollo económico. ❖ FilosofíaHoy

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