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UN LUGAR PARA APRENDER FILOSOFÍA

PLATÓN

SOBRE LA NATURALEZA DE LA BELLEZA MUSICAL

http://antesdelascenizas.com/2008/11/02/nota-sobre-la-naturaleza-de-la-belleza-musical/

 

LA IDEA DEL BIEN EN FILOSOF-ART

http://filosoart.blogspot.com/2011/10/la-idea-del-be-en-plato.html

ANALOGÍA "IDEA DE BIEN CON EL SOL" -EN PLATÓN-

 

Platón introduce el tema de la Idea de Bien en la República dejando de lado lo que pueda ser el Bien en sí. Parece como si éste fuese un asunto demasiado elevado para el propósito de la obra. Platón prefiere abordar el Bien de forma indirecta, analógica, por comparación a algo que, por su gran semejanza al objeto supremo, podríamos llamarle perfectamente «vástago del Bien». Como toda analogía, su función es pedagógica. Se trata de facilitar el acceso a un dominio desconocido de la realidad mediante la consideración de otro dominio o modelo que nos resulta más familiar y entre los cuales existe una cierta relación de semejanza estructural y funcional. En particular, la analogía propuesta es considerar que el comportamiento o funciones del Bien en el mundo inteligible respecto del alma y las ideas, es similar al comportamiento del Sol respecto de la percepción visible y los objetos.

                Ahora bien, obsérvese que, tal como presenta Platón la analogía, ésta no es sólo un instrumento propedéutico para la aprehensión del estatuto ontológico del Bien, sino que presupone una tesis ontológica muy característica de la filosofía platónica: la isomorfía entre lo sensible y lo inteligible, entre lo creado y lo eterno. Así como es arriba, diríamos, es abajo, y viceversa. La verosimilitud de la comparación analógica estriba en el hecho de que lo eidético es el fundamento del ser y de la inteligibilidad de lo sensible. El cosmos noetós es paradigma o modelo del cosmos horatós. En consecuencia, es probable que las cosas de abajo sean como las cosas de arriba, y la comprensión de “lo de aquí” nos guíe en la comprensión de “lo de allí”.

La analogía no es, entonces, sólo una imagen que nos facilita la comprensión del modelo eterno, sino una imagen que nos indica el modo cómo hemos de mirar y organizar lo sensible, lo creado. Platón presenta la analogía resaltando en ella dos dimensiones: la epistemológica y la ontológica. Epistemológicamente, igual que el órgano de la visión necesita que la luz que emana del Sol irradie los objetos del mundo visible para ser percibidos, el alma necesita una cierta luz emanada del Bien para aprehender o concebir los objetos del mundo inteligible (República, 508a-b). Hay una oscuridad para los sentidos, en la que nos movemos torpemente y como a tientas cuando la luz del sol no ilumina el mundo físico de nuestra experiencia concreta. Pero existe, además, diría Platón, una oscuridad del alma por la que ignoramos o nos comportamos torpemente respecto de los objetos inteligibles, del modelo eterno, en ausencia de la luz irradiada por el Bien.

En el ámbito ontológico, la analogía presenta comparativamente los efectos o manifestaciones causales del Sol y del Bien. Como el sol “engendra”, así también el Bien es fuente de generación. Y de la misma forma que lo engendrado ha de guardar una cierta semejanza con lo que engendra, así el mundo sensible ha de asemejarse a la estructura del “logos” del que participa. Así, nos dice, mientras el Sol proporciona a los objetos del mundo sensible el hecho de poder ser percibidos, su generación o aparecer a la existencia espaciotemporal concreta y su crecimiento (sus cambios de estado o devenir (República, 509b)), el Bien proporciona a las ideas el hecho de ser inteligibles (o aprehensibles por el alma), el ser o existencia y su esencia (República, 509b):

 

MUNDO SENSIBLE

MUNDO INTELIGIBLE

(SOL)

(BIEN)

(Proporciona a las cosas)

(Proporciona a las ideas)

* Ser visibles

* Ser inteligibles

* Generación

* Ser (existencia)

* Crecimiento (devenir)

* Esencia

 

Esta filiación del sol al Bien no sólo se hace depender del hecho de que el Bien es fontanar de todo cuanto existe (sea inteligible o sensible), como se nos dice en otra parte; sino también en el sentido de que en la estructura óntica de los seres espacio-temporales (entre los que debe contarse el hombre y su consciencia) es el objeto que ocupa “el lugar más alto” en cuanto posibilita la existencia de la mayor dignidad (el ser de las cosas físicas, sus procesos, la vida y la consciencia). El sol es el “centro” del cosmos horatós, alrededor del cual todo gira y es, como el Bien es el “centro” del cosmos noetós, en cuya razón todo consiste y es.

Lo que proporciona verdad a los objetos de conocimiento, es decir, a las ideas, dice Platón, es el Bien. "Verdad" que, en este contexto, se refiere a objetos y no a juicios. No se trata, pues, de una "correspondencia" entre los contenidos mentales articulados lingüísticamente y la estructura de nuestra experiencia eidética. Al contrario, se trata de verdad en el sentido de "realidad" ontológica por oposición a lo que carece de estabilidad o ser (es decir, lo cambiante o aparente). Así, el Bien es causa de la verdad de los objetos de conocimiento porque la existencia y la esencia de las ideas (su verdad) han sido recibidas o causadas por el Bien. Y en virtud de este mismo hecho, esto es, al ser el Bien la condición de posibilidad y de la realidad efectiva de los objetos de conocimiento, es por ello mismo también condición de posibilidad y realidad efectiva del conocimiento ( República, 508e). Al ser el Bien el fundamento del modelo eterno (las ideas) lo es también de su conocimiento.

Sin embargo, precisamente por el hecho de que el Bien es el fundamento del conocimiento y de la verdad, hemos de tomar la precaución de no confundirlo con esto mismo. Por muy hermoso que puedan ser el conocimiento y la verdad, dice Platón, hemos de concebir al Bien como otra cosa distinta y más hermosa aún que ellos(República, 509a). Es cierto que el conocimiento y la verdad se asemejan al Bien, del mismo modo que la luz y la visión se asemejan al sol; en todo lo engendrado, diríamos, puede verse un reflejo de quien engendra, por muy débil que dicho reflejo pueda considerarse; de lo que es algo no puede producirse ni engendrarse otra cosa absolutamente distinta en naturaleza. Sin embargo, subraya Platón, es mucho mayor todavía la consideración que se debe a la naturaleza del Bien. Pues, se afirma, el Bien no es «esencia, sino algo que se eleva más allá de la esencia en cuanto a dignidad y potencia(República, 509b) ». Esta tesis, en efecto, es una consecuencia del modelo considerado por Platón. Así como el Sol es lo que dirige y posibilita el dinamismo de esa realidad de abajo (el cambio, la vida, el devenir) y, en consecuencia da el ser a lo espaciotemporalmente concreto siendo, con todo, algo que supera en dignidad y poder todo lo que deviene, Platón presenta al Bien como fuente y dueño de las cosas de arriba, productor y dueño del modelo eterno. Siendo esto así, es decir, aceptando que el Bien no es esencia, sólo impropiamente podemos considerarlo como una idea. Es "idea" pues forma parte de esa otra realidad inmutable y eterna, siendo la fuente de la misma. No es "eidos" en la medida en que su naturaleza no es esencial.

Homo-Zapiens, adaptación moderna de la Alegoría de la Caverna de Platón.

LA VERDAD METAFÍSICA -PLATÓN POR EJEMPLO-

CUESTIONES QUE PUEDEN SERVIRNOS PARA UNA EXPLORACIÓN INICIAL

1.- Redacta un listado de expresiones del lenguaje coloquial relacionadas con la verdad como autenticidad (por ejemplo: “no te fíes de las apariencias”) y explica en qué radica esa relación.

2.- ¿Es lo mismo sinceridad que verdad?

3.- ¿Podemos conocer la verdad?

4.- ¿Qué significa ser manipulado?

5.- Presenta una lista de los interrogantes más importantes que debería explorar la comunidad científica.

6.- Explica qué es la realidad virtual. ¿Es posible conocerla?

-LA VERDAD METAFÍSICA- (Realidad vs. Apariencia)

Vamos a comenzar la Unidad 3 centrándonos en la pregunta: ¿Cómo conocer la realidad?. Contestaremos oponiendo “realidad” y “apariencia” (podemos buscar distinguir lo auténtico de lo que es mera imitación).

Podemos decir que será realidad, todo aquello que “no es aparente”, aunque la apariencia nos puede mostrar algo de la realidad de las cosas (aunque nuestro IPHONE sea chino nos muestra cómo puede ser un auténtico IPHONE).

 

Es decir, que la apariencia esconde u oculta el ser real de las cosas, en cuyo caso la realidad estaría más allá de lo que las cosas parecen ser. Por eso, podemos comentar que desde las apariencias podemos descubrir el ser real de las cosas. En el ejemplo puesto en clase es como si dijéramos que el haber tenido buenos, malos y regulares profesores nos posibilita para conocer el cómo debe ser el profesor perfecto –La esencia de ser profesor-.

Si profundizamos un poco más en el campo de las copias, te recomiendo la película de Orson Wells “F for Fake” (Specialty 1975), que aquí se conoció simplemente como “Fraude” (un enlace a una interesante página web sobre la película es el siguiente: http://www.miradas.net/0204/estudios/2002/08_owelles/fraude.html. En el mismo se nos ofrece una magnífica reflexión sobre uno de los temas que más insistentemente aparece a lo largo de su filmografía: la dualidad entre lo real y lo ficticio en la representación artística, a partir de una notable historia protagonizada por el pintor español Pablo Picasso.

Otras películas que te recomiendo para ver la dualidad entre lo real y lo ficticio, son "Matrix" y “La rosa púrpura del cairo”.

La película “Fraude” es una historia sobre engaños, uno detrás de otro: Elmyr de Hory, un notable falsificador de cuadros de autores contemporáneos (Modigliani, Matisse, Picasso…), es reclamado por la justicia de varios países. La corrupta trayectoria profesional de d’Hory salió a la luz, por cierto, a través de una biografía publicada por un escritor venido a menos, Clifford Irving, el cual fue acusado a su vez de la publicación de una autobiografía totalmente falsa sobre el multimillonario Howard Hughes. Afirma d’Hory que sus falsificaciones, extendidas por todo el mundo y que cuelgan de las paredes de reconocidos museos, se convierten en obras artísticas “en sí mismas” si son expuestas durante suficiente tiempo en un importante museo. La teoría de la “verdad metafísica” insiste en afirmar que algo es real cuando su “aspecto” (su “apariencia”) manifiesta realmente “lo que es” (su “esencia”), adecuación a la que damos el nombre de “autenticidad”. Así pues, un cuadro que parece pintado por Picasso pero que no “es” un Picasso, será falso… pero nada de esto parece claro.

Esta “dualidad” entre lo que es realmente cierto y la pura farsa fascinaba a Welles. No deja de sorprender, no obstante, que lo que esconde Welles bajo la chistera pueda ser en realidad una cruda reflexión existencialista sobre el sentido de la “identidad” en el ser humano. De hecho, la película no es un film montado, es en sí mismo un montaje. El cine es pues, a través del procedimiento de ensamblaje de planos, un fraude, ya que bajo la apariencia de realidad que muestra, se esconde la mayor mentira que un medio artístico pueda perpetrar: la “falsificación de la realidad”. Consideremos el famoso comentario del propio Picasso, cuando descubre que ninguna de las obras expuestas en una galería parisina son suyas: en vista de que “todos me copian”, voy a tomar una hoja y un carbón y voy a tratar de hacer lo mismo: “yo también puedo pintar un Picasso falso” (aunque es difícil imaginar como un “auténtico” cuadro pintado por Picasso podría ser falso).

Puedes ver en youtube la película:

 

 Segunda parte:

http://www.youtube.com/watch?v=Wa4-wigHzJ0&feature=player_embedded

Y tampoco te puedes perder para tu reflexión el cortometraje Copy Shop de poco más de 11 minutos del artista vienés Vigil Widrich que le valió la nominación al Oscar en 2002 y con el que se dio a conocer internacionalmente tras la buena acogida por la crítica. Cuenta la historia de un hombre empleado en una tienda de reprografía que, accidentalmente, hace un día una copia de su propia mano. Un simple error que conduce a que la fotocopiadora cobre vida propia y comience a crear de forma descontrolada copias de su propia persona, generando un caos a menudo divertido pero con implicaciones más profundas.

Además de una historia ingeniosa, el cortometraje posee unos increíbles efectos visuales logrados con un trabajo minucioso que duró 8 meses. Fueron 18.000 fotogramas rodados en video digital que posteriormente fotocopió, manipuló para crear los efectos visuales y volvió a filmar uno a uno con una cámara de 35 mm. Un trabajo experimental, de chinos, pero con un resultado excelente.

 

EL BANQUETE Y OTROS VIDEOS DE PLATON

http://wn.com/El_Banquete_de_Plat%C3%B3n

VIDA DE PLATÓN Y SÓCRATES

 

INTRODUCCIÓN A PLATÓN -CONTEXTO POLÍTICO-

CONTEXTO POLÍTICO DE PLATÓN

Debilitado el poder de la aristocracia, y tras otras formas de gobierno como la monarquía o la oligarquía, desde finales del siglo VI a. C., la forma de gobierno de Atenas fue la democracia, fundada por Clístenes. La democracia es la forma de organización política del Estado en la que el pueblo o demos gobierna; supone además la igualdad de todos los ciuda­danos ante la ley e igual derecho de todos a participar en la Asamblea. La Asamblea es el órgano político más importante de la democracia atenien­se. Sus principales funciones eran discutir y aprobar las leyes de la ciudad, decidir sobre la paz y la guerra, y elegir a los magistrados. A diferencia de la democracia moderna —que es sólo indirecta y representativa—, la democracia ateniense era directa, por lo que todos los ciudadanos atenien­ses eran miembros de la Asamblea con derecho a voz y voto. Pero, a decir verdad, apenas un 25% de la población de Atenas tenía el rango de ciuda­dano, ya que las mujeres, los niños, los esclavos y los extranjeros no eran considerados como tales y, por tanto, carecían de derechos políticos.

Como la Asamblea no podía estar permanentemente reunida, había un Consejo o Bulé formado por 500 miembros. Cada uno de los 10 distritos en que estaba dividida Atenas elegía por sorteo 50 de esos miembros. El Consejo preparaba los proyectos de ley para ser discutidos y votados por la Asamblea. Además, existía un Consejo Ejecutivo formado por 50 magistrados, que desempeñaba la función de gobierno, ejecutando las decisiones tomadas por la Asamblea y ejerciendo el poder en su nombre. Cada mes, los 50 representantes de un distrito desempeñaban esta función, y cada día, un miembro distinto era el presidente del Consejo Ejecutivo.

Atenas y la democracia tuvieron sus años de esplendor en el siglo V a. C., bajo la dirección de Pendes (493-429 a. C.), algunos años antes del nacimiento de Platón. Sin embargo, el último cuarto del siglo V a. C., época que coincide con la infancia y la juventud de Platón, fue uno de los periodos más agitados y tristes de la historia de Atenas. Fue una época de

convulsiones políticas y de descomposición interna debido a la incompe­tencia de sus dirigentes y las luchas internas por el poder entre el bando democrático (partidario de la democracia) y el bando oligárquico (parti­dario del retorno a formas de gobierno tradicionales, como la oligarquía y la monarquía). En esta época tienen lugar las Guerras del Peloponeso, que enfrentaron a Atenas y Esparta, y que además culminaron con la humillan­te derrota de Atenas en el año 404 a. C., lo cual supuso el fin de su hege­monía política y militar en el mundo griego. Muchos atenienses de aquel entonces culparon a la democracia de semejante desastre y algunos —espe­cialmente entre los aristócratas— pensaron que un siglo de democracia tan sólo sirvió para llevar a Atenas al desastre y a la humillación.

Tras derrotarla militarmente, Esparta abolió la democracia en Atenas e impuso un gobierno formado por 30 miembros de la oligarguía ateniense (el llamado "Gobierno de los Treinta Tiranos"). Lejos de restaurar el orden, los Treinta Tiranos sembraron el terror y llevaron a cabo una feroz represión contra los demócratas, que se vieron obligados a exiliarse. Además, intenta­ron, aunque sin conseguirlo, implicar en sus crímenes a Sócrates, maestro de Platón. Este gobierno sólo duró algo más de un año, hasta que en el 403 a. C. Trasíbulo, líder del bando democrático, organizó una revuelta popular que derrocó a los Treinta Tiranos, acabó con la oligarquía y reinstauró la democracia en Atenas. Sin embargo, con el nuevo gobierno democrático tampoco acabaron las injusticias, pues se juzgó y condenó a muerte a Sócrates, el "más justo de los hombres" según Platón, acusándolo de delitos contra la religión y de corromper a la juventud con sus enseñanzas.

 

 

 

 

 

 

 

  

 

 

COMENTARIO DE TEXTO: PARÁBOLA DEL BARCO -PLATÓN-

PARÁBOLA DEL BARCO –PLATÓN-

En este texto intentará Sócrates explicar a Adimanto comparando al patrón del barco con el filósofo y a los marineros con la muchedumbre, con el pueblo. Cómo los marineros piensan que la navegación no es un arte que requiera conocimientos ni teóricos ni prácticos, ni conocer las estrellas, los vientos etc., y la muchedumbre tampoco creerá que el gobernar sea un arte. Por eso el adjetivo de “inútiles” a los filósofos es puesto por los políticos actuales que piensan y actúan igual que los marineros del cuento.

TEXTO

En este punto intervino Adimanto.

-Nadie, oh Sócrates -dijo-, podría contradecirte. Pero a los que escuchan en cada ocasión lo que dices les pasan cosas como ésta: estiman que es por mi inexperiencia en interrogar y responder por lo que son desviados un poco por obra del argumento en cada pregunta, y, al acumularse al final de la discusión estos pequeños desvíos, el error llega a ser grande y aparece contradiciendo lo primero que se dijo. Y así como en el juego de fichas los expertos terminan por bloquear a los inexpertos, que no tienen dónde moverse, así también ellos acaban por quedar bloqueados, sin tener que decir, por obra de este otro juego de fichas que no se juega con guijarros sino con palabras, aunque la verdad no gane más de ese modo. Digo esto mirando al caso presente; pues ahora podría decirse que de palabra no se puede contradecirte en cada cosa que preguntas, pero que en los hechos se ve que cuantos se abocan a la filosofía, no adhiriéndose simplemente a ella con miras a estar educados completamente y abandonándola siendo aún jóvenes, sino prosiguiendo en su ejercicio largo tiempo, en su mayoría se convierten en individuos extraños, por no decir depravados, y los que parecen más tolerables, no obstante, por obra de esa ocupación que tú elogias, se vuelven inútiles para los listados.

Y una vez que lo escuché, dije:

 -¿Y piensas que los que hablan así mienten ?

-No sé, pero con gusto oiría tu opinión.

-Oirías, pues, que me parece que dicen la verdad.

-¿Cómo, entonces, ha de estar bien dicho que no cesarán los males para los listados antes de que en ellos gobiernen los filósofos, cuando venimos a reconocer que les son inútiles?

-Para contestar la pregunta que haces necesito de una comparación.

-¿Y claro, tú no acostumbras, creo, a hablar con imágenes?

 -Bueno, te burlas tras haberme arrojado en un asunto difícil de demostrar. Escucha ahora la imagen, para que puedas ver cuánto me cuesta hacer una comparación. Tan cruel es el trato que los Estados infligen a los hombres más razonables, que no hay ningún otro individuo que padezca algo semejante. Por eso, para poder compararlos y defenderlos, deben reunirse muchas cosas, a la manera en que los pintores ^mezclan para retratar ciervos-cabríos y otros de esa índole. Imagínale que respecto de muchas naves o bien de una sola sucede esto: hay un patrón, más alto y más fuerte que todos los que están en ella, pero algo sordo, del misino modo corto de vista y otro tanto de conocimientos náuticos, mientras los marineros están en disputa sobre el gobierno de la nave, cada uno pensando que debe pilotar él, aunque jamás haya aprendido el arte del timonel y no pueda mostrar cual fue su maestro ni el tiempo en que lo aprendió; declarando, además, que no es un arte que pueda enseñarse, e incluso están dispuestos a descuartizar al que diga que se puede enseñar; se amontonan siempre en derredor del patrón de la nave, rogándole y haciendo todo lo posible para que les ceda el timón. Y en ocasiones, si no lo persuaden ellos y otros sí, matan a éstos y los arrojan por la horda, en cuanto al noble patrón, lo encadenan por medio de la mandrágora, de la embriaguez o cualquier otra cosa y se ponen a gobernar la nave, echando mano a todo lo que hay en ella y, tras beber y celebrar, navegan del modo que es probable hagan semejantes individuos; y además de eso alaban y denominan «navegador», «piloto» y «entendido en náutica» al que sea hábil para ayudarlos a gobernar la nave, persuadiendo u obligando al patrón en tanto que al que no sea hábil para eso lo censuran como inútil. No perciben que el verdadero piloto necesariamente presta atención al momento del año, a las estacio­nes, al cielo, a los astros, a los vientos y a cuantas cosas conciernen a su arte, si es que realmente ha de ser soberano de su nave; y, respecto de cómo pilotar con el consentimiento de otros o sin él, piensan que no es posible adquirir el arte del timonel ni en cuanto a conocimientos técnicos ni en cuanto a la práctica. Si suceden tales cosas en la nave, ¿no estimas que el verdadero piloto será llamado «observador de las cosas que están en lo alto», «charlatán» e «inútil» por los tripulantes de una nave en tal estado.

- Ciertamente -respondió Adimanto.

- Y no pienso que debas escrutar mucho la comparación para ver que tal parece ser la disposición de los Estados hacia los verdaderos filósofos, ya que entiendes lo que digo.

- Así es

- Por lo tanto, has de enseñar la imagen a aquel que se asombraba de que los filósofos no sean honrados en los Estados, e intenta convencerlo de que mucho más asombroso sería que los honrasen.

- Se la enseñaré.

- Y también convéncelo de que dice la verdad al afirmar que los filósofos más razonables son inútiles a la muchedumbre, pero exhórtalo a que eche la culpa de eso no a los hombres razonables sino a quienes no recurren a ellos. Porque no es acorde a la naturaleza que el piloto ruegue a los marineros que se dejen gobernar por él, ni los sabios acudan a las puertas de los ricos. Miente aquel que idee tal ingeniosidad. Lo que verdaderamente corresponde por naturaleza al enfermo -sea rico o pobre- es que vaya a las puertas de los médicos, y a lodo el que tiene necesidad  de ser gobernado ir a las puertas del que es capaz de gobernar: no que el que gobierna a los gobernados para poder gobernar, si su gobierno es verdaderamente provechoso. Pero si comparas a los políticos que actualmente gobiernan con los de que acabamos de hablar, y a los que aquéllos decían «inútiles» y charlatanes de las cosas que están en lo alto» con los verdaderos pilotos, no te equivocarás.

- Correcto.

LOS CATEDRÁTICOS: LO PLATÓNICO

http://www.youtube.com/watch?v=ROF4WSiQ9wY&feature=more_related

LA AVENTURA DEL PENSAMIENTO PLATÓN -ESCUCHAR-

http://www.ivoox.com/aventura-del-pensamiento-01-platon-audios-mp3_rf_432623_1.html

COMENTARIO LIBRO VI -LA REPÚBLICA- DE PLATÓN

http://www.scribd.com/doc/22715374/comentario-del-libro-VI-de-la-Republica-de-Platon

PLATÓN Y EL MUNDO DE LAS IDEAS

http://www.scribd.com/doc/38731269/Plat-on-La-Side-As

BIOGRAFIA DE PLATÓN

http://www.authorstream.com/Presentation/arseliano-324965-PLATON-teoria-de-las-ideas-PLAT-N-BIOGRAF-A-LOS-DI-LOGOS-El-mito-la-Caverna-TEOR-d-Entertainment-ppt-powerpoint/

VIDEO -EL MITO DE LA CAVERNA-

ENLACE DEDICADO A PLATÓN

http://ficus.pntic.mec.es/wque0012/filantigua/index.htm

COMENTARIO DE TEXTO -CARTA VII DE PLATÓN-

CARTA VII

“Siendo objeto de general censura el régimen político a la sazón imperante, se produjo una revolución; al frente de este movimiento revolucionario se instau­raron como caudillos cincuenta y un hombres, diez en el Pireo y once en la ca­pital, al cargo de los cuales estaba la administración pública en lo referente al ágora y a los asuntos municipales, mientras que treinta se instauraron con ple­nos poderes al frente del gobierno en general. Se daba la circunstancia de que algunos de éstos eran allegados y conocidos míos. y en consecuencia requirie­ron al punto mi colaboración, por entender que se trataba de actividades que me interesaban. La reacción mía no es de extrañar, dada mi juventud; yo pensé que ellos iban a gobernar la ciudad sacándola de un régimen de vida injusto y llevándola a un orden mejor, de suerte que les dediqué mi más apasionada atención, a ver lo que conseguían. Y vi que en poco tiempo, hicieron parecer bueno como una edad de oro el anterior régimen. Entre otras tropelías que co­metieron, estuvo la de enviar a mi amigo, el anciano Sócrates, de quien yo no tendría reparo en afirmar que fue el más justo de los hombres de su tiempo, a que. en unión de otras personas, prendiera a un ciudadano para conducirle por la fuerza a ser ejecutado: orden dada con el fin de que Sócrates quedara, de grado o por fuerza, complicado en sus crímenes; por cierto que él no obedeció. y se arriesgó a sufrir toda clase de castigos antes que hacerse cómplice de sus iniquidades. Viendo, digo. todas estas cosas y otras semejantes de la mayor gravedad, lleno de indignación me inhibí de las torpezas de aquel periodo, No mucho tiempo después cayó la Urania de los Treinta y todo el sistema político imperante. De nuevo, aunque ya menos impetuosamente, me arrastró el deseo de ocuparme de los asuntos públicos de la ciudad. Ocurrían desde luego tam­bién bajo aquel gobierno, por tratarse de un periodo turbulento, muchas cosas que podrían ser objeto de desaprobación; y nada tiene de extraño que, en me­dio de una revolución, ciertas gentes tomaran venganzas excesivas de algunos adversarios. No obstante los entonces repatriados observaron una considerable moderación. Pero dio también la casualidad de que algunos de los que estaban en el poder llevaron a los tribunales a mi amigo Sócrates, a quien acabo de re­ferirme, bajo la acusación más inicua y que menos le cuadraba: en efecto, unes acusaron de impiedad y otros condenaron y ejecutaron al hombre que un dia no consintió en ser cómplice del ilícito arresto de un partidario de los entonces proscritos, en ocasión en que ellos padecían las adversidades del destierro. Al observar yo cosas como éstas y a los hombres que ejercían los poderes públi­cos, así como las leyes y las costumbres, cuanto con mayor atención lo exami­naba, al mismo tiempo que mí edad iba adquiriendo madurez, tanto más difícil consideraba administrar los asuntos públicos con rectitud; no me parecía, en efecto, que fuera posible hacerlo sin contar con amigos y colaboradores dignos de confianza; encontrar quienes lo fueran no era fácil, pues ya la ciudad no se regia por las costumbres y prácticas de nuestros antepasados. y adquirir otros nuevos con alguna facilidad era imposible; por otra parte, tanto la letra como el espíritu de las leyes se iba corrompiendo y el número de ellas crecía con extra­ordinaria rapidez.

De esta suerte yo. que al principio estaba lleno de entusiasmo por dedicar­me a la política, al volver mi atención a la vida pública y verla arrastrada en to­das direcciones por toda clase de corrientes, terminé por yerme atacado de vér­tigo, y si bien no prescindí de reflexionar sobre la manera de poder introducir una mejora en ella, y en consecuencia en la totalidad del sistema político. sí de­jé, sin embargo, de esperar sucesivas oportunidades de intervenir activamente; y terminé por adquirir el convencimiento con respecto a todos los Estados ac­tuales de que están, sin excepción. mal gobernados; en efecto. lo referente a su legislación no tiene remedio sin una extraordinaria reforma, acompañada ade­más de suerte para implantarla. Y me vi obligado a reconocer, en honor a la verdadera filosofía, que de ella depende el obtener una visión perfecta y total de lo que es justo tanto en el terreno político como en el privado, y que no ce­sará en sus males el género humano hasta que los que son recta y verdadera­mente filósofos ocupen los cargos públicos. o bien los que ejercen el poder en los Estados lleguen, por especial favor divino, a ser filósofos en el auténtico sentido de la palabra”.

 

PLAT0N:     Carta VIL 324 c-326 a

 

 

PITÁGORAS Y LOS PITAGÓRICOS

PITÁGORAS Y LOS PITAGÓRICOS

http://thales.cica.es/rd/Recursos/rd97/Biografias/12-1-b-pitagoras.html

¿SIRVE LA MATEMÁTICA PARA EXPLICAR EL MUNDO?

¿SIRVE LA MATEMÁTICA PARA EXPLICAR EL MUNDO?

http://tiopetrus.blogia.com/2003/090302--porque-la-matematica-sirve-para-explicar-el-mundo-.php#comentarios

La teoría de las ideas y el mito de la caverna, por Eleonora Chakarova

 

El eje central de la filosofía platónica esta representado por el mundo de las ideas, y en este sentido el mito de la caverna no es más que una representación metafórica que a través de un lenguaje simbólico pretende ilustrar el camino a seguir hasta alcanzar el conocimiento de este mundo ideal y perfecto.

De esta manera el interior de la caverna representará la oscuridad , la ignorancia o en palabras de Platón el mundo sensible cambiante, finito que es una copia imperfecta del mundo perfecto de las ideas. Por otra parte los prisioneros de la caverna están encerrados en su ignorancia, su irracionalidad y lo único que pueden conocer de este mundo imperfecto son las sombras de los objetos, a los que son capaces de distinguir con gran maestría y profesionalidad. Y es tan solo la costumbre que los convierte en unos expertos en el mundo de lo opinable pero en cambio son plenos torpes en el conocimiento de lo verdadero, del auténtico ser de las cosas.

Así pues al liberar a uno de los prisioneros de las cadenas, este se encaminará dejando atrás el mundo de lo opinable por la senda que le llevará hasta el mundo inteligible o el mundo que representa el auténtico ser da las cosas. No se trata de nada fácil ya que el camino que ha de subir es una "áspera y escarpada subida" que requiere muchos esfuerzos porque supone dejar de lado los apetitos y las atracciones del mundo sensible caracterizado por su comodidad y confort.
En un sentido metafórico esta "subida" simboliza la propia educación que pretenderá de una manera correcta dirigir el alma, que es el la única capaz de contemplar las ideas, pues los sentidos son engañosos y deficientes no permiten alcanzar el verdadero conocimiento, hacía la contemplación del mundo de arriba o el mundo de las ideas que son perfectas, inmutables y ingénitas.
El hecho de calificar esta subida como áspera y dura se debe a que este proceso educativo tal como se dijo antes requerirá muchas fuerzas y voluntad por dejar el mundo sensible, de allí que establecemos como conclusión que no todos serán capacitados de subirlo, sino solo aquellas naturalezas en las que el alma racional domine y somete bajo su control a la parte irascible y apetitiva que la empujan hacia el mundo de "abajo" o el mundo sensible

Volviendo de nuevo al interior de la caverna y sin perder de vista al prisionero liberado que es metáfora del propio filósofo hay que analizar a continuación las cosas con las que se encontraría durante su subida, y lo primero que observaría sería de esta manera los objetos cuyas sombras veía antes, aquí sería conveniente recordar el símil de la línea según la cual los objetos materiales están en un escalón superior al de las sombras o las imágenes ,en un sentido ontológico claro, por tanto el prisionero liberado ya habrá dado un paso más y estará un poco más cerca del mundo ideal que desea alcanzar.
Ahora bien, a partir de allí la subida se vuelve aun más dura y áspera ya que el filósofo o el prisionero liberado tendrá que emprender el estudio de las matemáticas o los objetos reflejados en el agua que le permitirán iniciar el proceso de abstracción que le ayudará alejarse del mundo sensible. Y a posteriori, el estudio de la dialéctica que utilizando como únicos instrumentos la palabra y la razón, y estableciendo argumentos y contraargumentos permitirán al prisionero finalmente culminar su viaje con el conocimiento de la idea del Bien, la cima en la jerarquía de las ideas, y representada por el ser más luminoso en el exterior de la caverna o en el mundo de arriba, que es el Sol.


Una vez alcanzado el conocimiento de la verdad, entendiéndose como tal el conocimiento de las ideas, el filósofo deberá descender de nuevo a la caverna, este descenso en sentido metafórico simboliza (mejor: es lo que se conoce como) la dialéctica descendiente, es decir, el camino del conocimiento de las ideas a su aplicación práctica en el mundo sensible de los humanos. Ya que él mejor que nadie sabrá reconocer los objetos del mundo sensible que más se acercan o más se alejan de este mundo que copian.

Es por esta razón por la que Platón llega a la conclusión que el candidato ideal para gobernar el Estado es el filósofo ya que una vez haya alcanzado la idea del Bien se convierte en el experto de distinguir en el mundo imperfecto aquello que participa en mayor o menor grado de esta idea del "Bien".


Por tanto concluyendo la finalidad de subir por la "áspera" y "escarpada" subida y alcanzar el conocimiento de las ideas, es descender después de nuevo al mundo sensible y aplicar este conocimiento al mismo, poniéndose al frente del gobierno y encaminar a los "ignorantes" del mundo sensible hacia la felicidad y la virtud.

Eleonora Chakarova