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CULTURA , PERSONA , SOCIEDAD

CULTURA , PERSONA , SOCIEDAD 1.Cultura y sociedad
Como ha señalado Herskovits, la “tendencia a desarrollar culturas consolida en un conjunto unificado todas las fuerzas que actúan en el hombre, integrando para el individuo el ambiente natural en que se encuentra el mismo, el pasado histórico de su grupo y las relaciones sociales que tiene que asumir. La cultura reúne todo esto y así aporta al hombre el medio de adaptarse a las complejidades del mundo en que nació, dándole el sentido, y algunas veces la realidad, de ser creador de ese mundo, al mismo tiempo que criatura de él, ... la cultura, concluirá, es la parte del ambiente hecha por el hombre“.
La socialización es el aprendizaje que capacita a un individuo para realizar roles sociales...., la cultura es lo que se aprende en la socialización, esta ha sido definida como “el proceso por medio del cual: a) los individuos desarrollan una personalidad como resultado del aprendizaje de los contenidos de una cultura dada y por medio del cual: b) una cultura es transmitida de una generación a otra“.
Cuando una persona ha sometido mucha de su autonomía fisiológica al dominio cultural, cuando se comporta la mayor parte del tiempo lo mismo que lo hacen los demás, en la ejecución de las rutinas culturales, está ya socializada. Los que conservan demasiada independencia necesariamente se encuentran recluidos en el manicomio o en la cárcel.
Los conceptos de cultura y sociedad deben considerarse como conceptos íntimamente imbricados, habiendo llegado a hablarse de ellos, incluso, como verdaderos términos.
2. El concepto de cultura
Un hito importante en el desarrollo del concepto de cultura lo encontramos en la obra de Malinowski, se referirá a la cultura como “el conjunto integral constituido por los utensilios y bienes de consumo, por el cuerpo de normas que rige los diversos grupos sociales, por las ideas y artesanías, creencias y costumbres“. Entre los aspectos de esta definición general que Malinowski quiso subrayar, hay que referirse, en primer lugar, a su acento en que la teoría de la cultura debe basarse en los hechos biológicos en cuanto que los seres humanos constituyen una especie animal . En segundo lugar hay que precisar que, “con todo el equipo de artefactos, con su aptitud para producirlo y valorarlo, el hombre crea un ambiente secundario“, para mejor adaptarse al medio y para mejorar sus condiciones de vida y de ser.
En tercer lugar insistirá en que la definición de cultura ha de tener en cuenta otro concepto esencial, como es el de organización, ya que con el propósito de lograr cualquier objetivo o alcanzar un fin, los hombres deben organizarse. El rasgo esencial de la cultura, tal como lo vivimos y experimentamos, como lo podemos observar científicamente, es la organización de los seres humanos en grupos permanentes.
Ralph Linton, por su parte, propondrá definir la cultura de manera más elemental y sintética, como “la configuración de la conducta aprendida y de los resultados de la conducta, cuyos elementos comparten y transmiten los miembros de una sociedad”.
Herskovits, se referirá a la cultura como “ la parte del ambiente hecha por el hombre “ y proporcionará una definición simultánea y paralela de cultura y sociedad. “Una cultura –dirᖠes el modo de vida de un pueblo; en tanto que una sociedad es el agregado organizado de individuos que siguen un mismo modo de vida..; una sociedad está compuesta de gentes; el modo como se comportan en su cultura“.
Recapitulando, podemos decir que la cultura puede ser enmarcada a partir de los siguientes rasgos .
- La cultura es básicamente una característica específica de los seres humanos.
- La cultura es el factor fundamental de la sociabilidad humana, y sólo puede desarrollarse en sociedad.
- La cultura es una adquisición.
- La cultura está articulada institucionalmente, de forma que en toda sociedad existen determinados mecanismos institucionalizados de comportamiento -pautas culturales establecidas- que tienden a conformar la personalidad de los individuos.
- La cultura hace posible una mejor adaptación del hombre al medio físico.

Los componentes de una cultura pueden ser divididos en varios tipos de elementos diferentes. Por ejemplo, Linton se ha referido a los elementos materiales de la cultura (productos de artesanía, industria), a los elementos cinéticos (las conductas manifiestas ) y a los elementos psíquicos, es decir “los conocimientos, las aptitudes y los valores de que participan los miembros de una sociedad, lo que constituye el aspecto encubierto de la cultura “en oposición a los otros elementos que constituyen los aspectos manifiestos y tangibles“.
Johnson, refiriéndose a los elementos no materiales de la cultura, en una clasificación más amplia, hace mención a los elementos cognitivos (todos los conocimientos teóricos y prácticos sobre el mundo físico y social), las creencias (todo el cuerpo de convicciones que no pueden ser objeto de verificación), los valores y normas (los modelos de conducta pautados y los principios que los orientan), los signos (que incluyen las señales y símbolos que orientan las conductas y las que permiten la comunicación entre ellos y principalmente el lenguaje) y finalmente las formas de conducta no normativas (todas las formas de comportamiento que no son obligatorias y que generalmente se realizan de manera inconsciente, como ademanes, gestos, posturas).
3.Cultura y personalidad
Una dimensión importante es la consideración de la problemática de la cultura es la determinación del influjo real de lo socio–cultural en la personalidad. Es necesario empezar por precisar que el concepto de personalidad es más amplio y rico que el de individuo. En concreto el concepto de personalidad hace referencia específicamente a los contornos sociales estereotipados conformados por la cultura, tal como son asumidos por los individuos .
Con el concepto de personalidad, pues, se hace una referencia a las formas típicas de comportarse de una determinada cultura, toda cultura ejerce una fuerte presión en todos los individuos, que tienden a comportarse según unas determinadas personalidades, que reflejan las características propias de los contornos sociales estereotipados de dicha cultura esto es lo que los científicos sociales llaman personalidades básicas .
El famoso estudio de Riesman sobre las correspondencias entre determinados “caracteres sociales“ típicos y las distintas fases de evolución demográfica y el desarrollo económico de las sociedades; lo que llevó a distinguir entre “el tipo de personalidad dirigida por la tradición “propio de las sociedades agrarias y del alto potencial demográfico, “el tipo dirigido internamente“, por sus propios criterios, que se corresponde con las sociedades en fase de crecimiento industrial y con crecimiento demográfico tradicional , y el “tipo dirigido por los otros “orientado desde fuera por los demás, que se localiza principalmente en las sociedades terciarizadas, altamente industrializadas y en fase de declinación demográfica incipiente.
La idea de que existe una interdependencia entre los referentes de los conceptos de cultura y personalidad, y de que en toda cultura se plasman ciertas formas estandarizadas de comportamientos sociales, se basa en una serie de supuestos que es conveniente explicar .
Un primer punto de referencia lo constituye la convicción de que en toda sociedad existen determinadas experiencias y determinadas necesidades comunes a todos los hombres, y también determinadas formas institucionalizadas de enfrentarse con tales experiencias y de resolver tales necesidades. Las instituciones, es decir, las modalidades fijas y aceptadas para resolver tales necesidades en cada cultura fueron divididas por Kardiner en dos grandes grupos: las instituciones primarias ( organización de la familia , etc ) y las instituciones secundarias ( sistemas de tabús en general ) .
La experiencia, sin embargo demuestra , que aunque la mayor parte de los individuos de una sociedad se adaptan bastante bien a los tipos predominantes de personalidad, siempre hay grupos e individuos no adaptados, no integrados culturalmente estas faltas de adaptación revelan que la relación individuo-sociedad no es siempre una relación armónica , exenta de tensiones y conflictos. Lo que nos lleva a plantear dos cuestiones importantes y relacionadas.
En primer lugar, al hablar de las relaciones entre cultura y personalidad, es necesario precisar cuáles son los límites y el alcance de la capacidad conformadora de la cultura.
En segundo lugar, es necesario plantear cuáles son las consecuencias y cuáles los problemas que crean, o pueden crear, a los individuos los desajustes con los marcos institucionales de la cultura . En este sentido, la idea de desajuste cultural está abriendo en nuestros días nuevas y sugerentes perspectivas al campo de la enfermedad mental, a partir de la toma en consideración no sólo de los desajustes de los individuos respecto a la sociedad, sino también del mismo carácter perturbador que algunas formas sociales sumamente competitivas, agresivas o individualistas pueden tener en el propio desarrollo de la personalidad.
Posiblemente la emergencia de nuevos tipos de personalidades, muy dúctiles y “dirigidas por otros“, como aquellas de las que hablará Riesman, no obedece sino a una situación en la que se conjuga un fuerte deseo de conformismo y de adaptación a los criterios mayoritarios, con la búsqueda inmediata entre los seres circundantes de los criterio –y expectativas de conducta– a partir de los que poder actuar con cierta seguridad.
En las sociedades de nuestro tiempo se puede constatar también la existencia de importantes tendencias culturales grupales, a partir de la acentuación de las diferencias con el conjunto social en modos de vestir, de peinarse, de actuar, etc. Un ejemplo de estos procesos de diferenciación y de identificación socio–grupal se está dando a través de las llamadas “nuevas tribus urbanas juveniles“.
VISIONADO: Película “OSAMA”

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