DE LA MODERNIDAD A LA POSTMODERNIDAD
"EL SIGLO POSTMODERNO" Autor: Octavi Fullat
¿En qué consistió la modernidad?. La modernidad en su vigor y autosatisfacción abarca desde el s. XV hasta finales del siglo XIX. En su interior se desarrollan dos momentos: el Renacimiento, el cual constituye una memoria histórica que con su valor El Hombre revive la tradición grecorromana, y la Ilustración que con el valor de La Razón constituye una referencia al progreso. Tradición y progreso inyectan brío a la modernidad.
Europa va dejando de ser moderna y transita hacia la postmodernidad. Ha triunfado el capitalismo, el imperialismo, la tecnología planetaria, los antagonismo totalitarios nazi y comunista-, la exterminación de masas Shoah judía-, dos guerras mundiales; ha triunfado la cultura del consumismo, de la producción, del ocio, el reino de la técnica, la leyes del mercado mundial, el poder de los mass media sobre opiniones y modos de vida, el nihilismo de la voluntad de poder.. Han aparecido contrastes escandalosos: saciedad-pobreza, riqueza-miseria, sociedad civil-Estado, poder-violencia, progreso técnico-ecologismo...
La postmodernidad se ha implantado sosteniendo que no hay sentido de Europa, sino sentidos. La verdad acaba siendo únicamente el resultado de interpretación de interpretaciones. En lugar del pueblo encontramos las masas. En lugar del ciudadano aparece el consumidor y el usuario.
La noción fundamental es ahora la existencia, tomamos conciencia de nuestras vivencias, el hombre sale de sí mismo, se da cuenta por ejemplo de su enamoramiento, se apercibe de la diferencia entre el yo enamorado y el yo consciente de ello. El hombre proyecta superarse a sí mismo, se siente diferente.
La diferencia existencial es la diferencia de sí con relación a si. El hombre se preocupa de lo que puede y debe hacer de sí, se aventura en la intemperie existencial, nace la libertad de elección. Su sino es tener que hacerse. El existir es trágico.
¿Hacia dónde se dirige la flecha que dispararon los modernos? No hay progreso ya que se carece de remate y extremo. La idea de progreso ha dejado de orientar a la historia. Ya no resulta viable un proyecto de historia universal.
La postmodernidad ha llevado a cabo una crítica radical a la razón, el s. XX se desacralizó, el ser humano ha aprendido a componérselas solo en todas las cuestiones importantes sin recurrir a la hipótesis divina. Sin Dios todo funciona, como antes. Se abren las puertas a la violencia. A la entrada de Auschwitz los SS colocaron un letrero harto significativo para el caso decía: Aquí no hay ningún porqué.
¿En qué consistió la modernidad?. La modernidad en su vigor y autosatisfacción abarca desde el s. XV hasta finales del siglo XIX. En su interior se desarrollan dos momentos: el Renacimiento, el cual constituye una memoria histórica que con su valor El Hombre revive la tradición grecorromana, y la Ilustración que con el valor de La Razón constituye una referencia al progreso. Tradición y progreso inyectan brío a la modernidad.
Europa va dejando de ser moderna y transita hacia la postmodernidad. Ha triunfado el capitalismo, el imperialismo, la tecnología planetaria, los antagonismo totalitarios nazi y comunista-, la exterminación de masas Shoah judía-, dos guerras mundiales; ha triunfado la cultura del consumismo, de la producción, del ocio, el reino de la técnica, la leyes del mercado mundial, el poder de los mass media sobre opiniones y modos de vida, el nihilismo de la voluntad de poder.. Han aparecido contrastes escandalosos: saciedad-pobreza, riqueza-miseria, sociedad civil-Estado, poder-violencia, progreso técnico-ecologismo...
La postmodernidad se ha implantado sosteniendo que no hay sentido de Europa, sino sentidos. La verdad acaba siendo únicamente el resultado de interpretación de interpretaciones. En lugar del pueblo encontramos las masas. En lugar del ciudadano aparece el consumidor y el usuario.
La noción fundamental es ahora la existencia, tomamos conciencia de nuestras vivencias, el hombre sale de sí mismo, se da cuenta por ejemplo de su enamoramiento, se apercibe de la diferencia entre el yo enamorado y el yo consciente de ello. El hombre proyecta superarse a sí mismo, se siente diferente.
La diferencia existencial es la diferencia de sí con relación a si. El hombre se preocupa de lo que puede y debe hacer de sí, se aventura en la intemperie existencial, nace la libertad de elección. Su sino es tener que hacerse. El existir es trágico.
¿Hacia dónde se dirige la flecha que dispararon los modernos? No hay progreso ya que se carece de remate y extremo. La idea de progreso ha dejado de orientar a la historia. Ya no resulta viable un proyecto de historia universal.
La postmodernidad ha llevado a cabo una crítica radical a la razón, el s. XX se desacralizó, el ser humano ha aprendido a componérselas solo en todas las cuestiones importantes sin recurrir a la hipótesis divina. Sin Dios todo funciona, como antes. Se abren las puertas a la violencia. A la entrada de Auschwitz los SS colocaron un letrero harto significativo para el caso decía: Aquí no hay ningún porqué.
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