PÁRRAFO 35.- COMPENDIO DE UN LIBRO PUBLICADO RECIENTEMENTE TITULADO UN TRATADO DE LA NATURALEZA HUMANA
PÁRRAFO 35.- EL PRINCIPIO DE ASOCIACIÓN DE IDEAS
TEXTO
A través de todo el curso de este libro se hallan grandes pretensiones de nuevos descubrimientos en filosofía; pero si algo puede dar derecho al autor a un nombre tan glorioso como el de inventor, es el uso que hace del principio de la asociación de ideas, que interviene por doquier en su filosofía. Nuestra imaginación tiene una gran autoridad sobre nuestras ideas; y no hay ideas, que siendo diferentes entre sí, ella no pueda separar, y juntar, y componer en todas las variedades de la ficción. Pero pese al imperio de la imaginación, existe un secreto lazo o unión entre ciertas ideas particulares, que es causa de que la mente las conjunte con mayor frecuencia, haciendo que la una, al aparecer, introduzca a la otra. De aquí surge lo que llamamos el apropos del discurso: de aquí la conexión de un escrito: y de aquí ese hilo, o cadena de pensamiento, que un hombre mantiene incluso en el más vago reverie. Estos principios de asociación son reducidos a tres, a saber:
- Semejanza; un cuadro nos hace pensar naturalmente en el hombre que fue pintado.
- Contigüidad; cuando se menciona al St. Dennis, ocurre naturalmente la idea de París.
- Causación; cuando pensamos en el hijo, propendemos a dirigir nuestra atención hacia el padre.
Será fácil concebir cuán vasta consecuencia han de tener esos principios en la ciencia de la naturaleza humana, si consideramos que, en cuanto respecta a la mente, ellos son los únicos vínculos que reúnen las partes del universo, o nos ponen en conexión con cualquier persona u objeto exterior a nosotros mismos. Porque como es tan sólo por medio del pensamiento como opera una cosa sobre nuestras pasiones, y como estos principios son los únicos lazos de nuestros pensamientos, ellos son realmente para nosotros el cemento del universo, y todas las operaciones de la mente precisan, en una gran medida, depender de ellos.
TEXTO ORIGINAL
Through this whole book there are great pretensions to new discoveries in philosophy; but if anything can entitle the author to so glorious a name as that of an inventor, it is the use he makes of the principle of the association of ideas, which enters into most of his philosophy. Our imagination has a great authority over our ideas; and there are no ideas that are different from each other which it cannot separate, and join, and compose into all the varieties of fiction. But notwithstanding the empire of the imagination, there is a secret tie or union among particular ideas, which causes the mind to conjoin them more frequently together, and makes the one, upon its appearance, introduce the other. Hence arises what we call the apropos of discourse; hence the connexion of writing; and hence that thread, or chain of thought, which a man naturally supports even in the loosest reverie. These principles of association are reduced to three, viz. Resemblance - a picture naturally makes us think of the man it was drawn for: contiguity - when St. Denis is mentioned, the idea of Paris naturally occurs: causation - when we think of the son, we are apt to carry our attention to the father. It will be easy to conceive of what vast consequence these principles must be in the science of human nature, if we consider that, so far as regards the mind, these are the only links that bind the parts of the universe together, or connect us with any person or object exterior to ourselves. For as it is by means of thought only that anything operates upon our passions, and as these are the only ties of our thoughts, they are really to us the cement of the universe, and all the operations of the mind must, in a great measure, depend on them.
COMENTARIOS PÁRRAFO 35
Aunque en el Compendio aparece colocado en el último párrafo, en el libro que es compendiado - -e/Tratado- aparece precisamente al inicio porque sin él poco se puede comprender del resto del libro.
A pesar de que la imaginación tiene un gran poder sobre las ideas (que siempre son consecuencia de impresiones anteriores) y es quien las une o separa, quien las incre¬menta o disminuye, es posible encontrar el mecanismo bajo el cual todo esto ocurre, que es lo que hace que el discurso sea coherente y oportuno.
Estos- principios que unen, separan, vinculan, etc. las ideas entre sí son los siguientes:
a) Semejanza: la similitud nos induce en pensar en una cosa semejante o parecida.
b) Contigüidad: la costumbre de ver dos cosas siempre en los mismos espacios, al evocar una, nos vemos inducidos a pensar en la otra.
c) Causalidad (no la relación causa-efecto, aunque sea muy parecida): saber que algo es causa de otra cosa, pensar en la causa (o en el efecto) nos lleva a pensar en el efecto (o en la causa).
Todo nuestro conocimiento radica en estos principios de asociación de ideas (entre sí); y sólo en ellos se basan todo el conocimiento que podamos tener del mundo.
Todas las operaciones de la mente dependen de ellos.
TEXTO
A través de todo el curso de este libro se hallan grandes pretensiones de nuevos descubrimientos en filosofía; pero si algo puede dar derecho al autor a un nombre tan glorioso como el de inventor, es el uso que hace del principio de la asociación de ideas, que interviene por doquier en su filosofía. Nuestra imaginación tiene una gran autoridad sobre nuestras ideas; y no hay ideas, que siendo diferentes entre sí, ella no pueda separar, y juntar, y componer en todas las variedades de la ficción. Pero pese al imperio de la imaginación, existe un secreto lazo o unión entre ciertas ideas particulares, que es causa de que la mente las conjunte con mayor frecuencia, haciendo que la una, al aparecer, introduzca a la otra. De aquí surge lo que llamamos el apropos del discurso: de aquí la conexión de un escrito: y de aquí ese hilo, o cadena de pensamiento, que un hombre mantiene incluso en el más vago reverie. Estos principios de asociación son reducidos a tres, a saber:
- Semejanza; un cuadro nos hace pensar naturalmente en el hombre que fue pintado.
- Contigüidad; cuando se menciona al St. Dennis, ocurre naturalmente la idea de París.
- Causación; cuando pensamos en el hijo, propendemos a dirigir nuestra atención hacia el padre.
Será fácil concebir cuán vasta consecuencia han de tener esos principios en la ciencia de la naturaleza humana, si consideramos que, en cuanto respecta a la mente, ellos son los únicos vínculos que reúnen las partes del universo, o nos ponen en conexión con cualquier persona u objeto exterior a nosotros mismos. Porque como es tan sólo por medio del pensamiento como opera una cosa sobre nuestras pasiones, y como estos principios son los únicos lazos de nuestros pensamientos, ellos son realmente para nosotros el cemento del universo, y todas las operaciones de la mente precisan, en una gran medida, depender de ellos.
TEXTO ORIGINAL
Through this whole book there are great pretensions to new discoveries in philosophy; but if anything can entitle the author to so glorious a name as that of an inventor, it is the use he makes of the principle of the association of ideas, which enters into most of his philosophy. Our imagination has a great authority over our ideas; and there are no ideas that are different from each other which it cannot separate, and join, and compose into all the varieties of fiction. But notwithstanding the empire of the imagination, there is a secret tie or union among particular ideas, which causes the mind to conjoin them more frequently together, and makes the one, upon its appearance, introduce the other. Hence arises what we call the apropos of discourse; hence the connexion of writing; and hence that thread, or chain of thought, which a man naturally supports even in the loosest reverie. These principles of association are reduced to three, viz. Resemblance - a picture naturally makes us think of the man it was drawn for: contiguity - when St. Denis is mentioned, the idea of Paris naturally occurs: causation - when we think of the son, we are apt to carry our attention to the father. It will be easy to conceive of what vast consequence these principles must be in the science of human nature, if we consider that, so far as regards the mind, these are the only links that bind the parts of the universe together, or connect us with any person or object exterior to ourselves. For as it is by means of thought only that anything operates upon our passions, and as these are the only ties of our thoughts, they are really to us the cement of the universe, and all the operations of the mind must, in a great measure, depend on them.
COMENTARIOS PÁRRAFO 35
Aunque en el Compendio aparece colocado en el último párrafo, en el libro que es compendiado - -e/Tratado- aparece precisamente al inicio porque sin él poco se puede comprender del resto del libro.
A pesar de que la imaginación tiene un gran poder sobre las ideas (que siempre son consecuencia de impresiones anteriores) y es quien las une o separa, quien las incre¬menta o disminuye, es posible encontrar el mecanismo bajo el cual todo esto ocurre, que es lo que hace que el discurso sea coherente y oportuno.
Estos- principios que unen, separan, vinculan, etc. las ideas entre sí son los siguientes:
a) Semejanza: la similitud nos induce en pensar en una cosa semejante o parecida.
b) Contigüidad: la costumbre de ver dos cosas siempre en los mismos espacios, al evocar una, nos vemos inducidos a pensar en la otra.
c) Causalidad (no la relación causa-efecto, aunque sea muy parecida): saber que algo es causa de otra cosa, pensar en la causa (o en el efecto) nos lleva a pensar en el efecto (o en la causa).
Todo nuestro conocimiento radica en estos principios de asociación de ideas (entre sí); y sólo en ellos se basan todo el conocimiento que podamos tener del mundo.
Todas las operaciones de la mente dependen de ellos.
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