¿POR QUÉ LEER A KAFKA HOY?
¿POR QUÉ LEER A KAFKA HOY?
La obra de Kafka explora la agitación de alguien perdido en un mundo de miedos, culpa y confusión. Y en nuestra sociedad hoy nos encontramos en una situación parecida, muchos luchan contra lo invisible (el comienzo de “El Proceso” lo expresa a la perfección). La obra de Kafka es una mirada crítica hacia cualquier sociedad que utilice la autoridad como forma de control –desde los padres hasta el gobierno-. Las obras de Kafka nacen de su experiencia personal. Y el término “kafkiano” es común en nuestro lenguaje, como sinónimo de miedo, aislamiento, perplejidad del hombre sumido en un mundo tenebroso y deshumanizado. Es la expresión de la situación del hombre moderno, que se ve obligado a repensar todo aquello que daba por seguro.
CÓMO ACERCARSE A LA OBRA DE KAFKA
Toda la obra de Kafka se encuentra envuelta por tinieblas y atmósferas opresivas. El texto nos da un sentimiento de desolación, los personajes se encuentran envueltos en situaciones absurdas, sombrías e implacables, Kafka convierte el mundo en una broma grotesca. Sus historias no parten de un principio para llegar a un desenlace de la acción, sino que progresan a través de intensas visiones. Kafka poseía una viva imaginación y una fluida comunicación con su inconsciente. Espoleaba sus fantasías en beneficio de su creatividad, y materializaba sus miedos.
BIOGRAFÍA
Nació en Praga el 3 de Julio de 1883. Primer hijo de una familia germano parlante de judíos checos, Herman y Julie Kafka. Sus dos hijos siguientes fueron varones y murieron prematuramente durante la infancia. Después vinieron tres hijas; Elli (Gabriele) en 1889, Valli (Valerie) en 1890 y Ottla (Ottilie) en 1892. Kafka estuvo unido a sus hermanas especialmente a Ottla.
Kafka creció criado principalmente por niñeras. En la infancia cambiaron de domicilio en cinco ocasiones. Su madre era una mujer cariñosa, siempre a la sombra de su marido, fue su padre quien imprimió su huella en el carácter posterior de Kafka.
El padre de Kafka era sumamente dominante, estableciendo estrictos códigos de comportamiento, Más tarde, expresaría Kafka su malestar en Carta al padre, escrita en 1919, donde le reprocha a su padre ser de carácter despótico e hipócrita.
Toda su vida giró alrededor de Praga. Fue un buen alumno, por encima de la media excepto en matemáticas, y se llevaba bien con sus compañeros. Estudio en 1901 derecho, aquí conoció a Max Brod, que se convirtió en su mejor amigo. En contacto con intelectuales en la universidad, vio la necesidad de escribir lo que le provocó el gran conflicto entre vivir como escritor y llevar una vida respetable de clase media, tener un trabajo y una familia.
Tras graduarse, consiguió el primer trabajo en la compañía de seguros Asicurazioni Generali en la plaza Wenceslao de Praga, con un horario de 8:00 de la mañana a las 8:30 de la tarde. El salario ridículo, le hizo cambiar a la Compañía aseguradora de Accidentes laborales del Reino de Bohemia. Permaneció en la compañía 14 años, hasta que tuvo que abandonar por razones de salud.
Trabajando durante el día en la compañía de seguros, Kafka tenía que escribir por la noche. Puesto que pasaba la mayor parte de su tiempo en un ambiente desgarrador en casa, tenía que concentrarse de lleno en sí mismo y en la escritura. La solución vino de la mano del alquiler de una casa a la sombra del Castillo de Praga y de la Catedral de San Vito. Aquí pudo escribir durante la noche, para regresar paseando a su piso de la ciudad de madrugada.
Kafka consideró el matrimonio como una forma de escapar de su padre. A Kafka le interesaba el aspecto romántico, el sexo estaba unido a un sentimiento de repugnancia. Kafka se comprometió en matrimonio tres veces, dos de ellas con la misma mujer. Se prometió a Bauer en 1914, para romper con ella ese mismo año. El segundo compromiso se produjo en 1917, y de nuevo lo rompió poco después. Durante el romance escribió cientos de cartas, aunque el tiempo que pasaron físicamente juntos fue muy breve. En 1918 conoció a Julie Wohryzek , propietaria de una tienda de sombreros femeninos y le pidió matrimonio, Este compromiso sobrevivió poco hasta el encuentro con Milena Jesenká-Polak. Aunque Milena estaba casada, trabaron una fuerte amistad, su relación era algo más bien literario, confiándole finalmente sus diarios. Su última amistad femenina fue Dora Diamant, de diecienueve años, que conoció en el balneario de Müritz, donde se encontraba de vacaciones. Parecía que juntos habían encontrado la felicidad y se mudaron a Berlín. La relación llego a ser seria y plañeron trasladarse a Tel Aviv. Parecía que por primera vez Kafka parecía feliz en una relación, pero su enfermedad vino a truncar sus sueños.
Kafka fue diagnosticado de tuberculosis en 1917. Murió finalmente en Viena el 23 de junio de 1924 y fue enterrado en la sepultura familiar del Nuevo Cementerio Judío de Praga.
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