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UN LUGAR PARA APRENDER FILOSOFÍA

FILOSOFIA

ALAIN DE BUTTON -GUIA DE LA FELICIDAD-

http://www.taringa.net/posts/videos/8210922/Una-guia-para-la-felicidad-Nietzsche-Epicuro-Montaigne-Senec.html

http://www.alaindebotton.com/pages/about/index.asp?PageID=109

http://video.google.co.uk/videoplay?docid=-3535764476733084568#

 

INTERESANTE WEBLOG DE FILOSOFÍA

http://igorpu4.blogspot.com/

APRENDER A SER FELIZ

 http://www.youtube.com/watch?v=SpbMt7ehgeo&feature=player_embedded

DOCUMENTAL: 'Comprar tirar comprar'

http://www.rtve.es/television/documentales/comprar-tirar-comprar/

’Comprar tirar comprar’, un documental sobre la caducidad programada

http://www.rtve.es/television/documentales/comprar-tirar-comprar/directo/

 

http://www.rtve.es/mediateca/audios/20110109/caducidad-programada-no-dia-cualquiera/983174.shtml

 

Cosima Dannoritzer ha dirigido el documental ’Comprar tirar comprar’, una reveladora historia que explica por qué los productos que compramos duran cada vez menos.

¿Existen bombillas eternas? ¿Cómo se puede usar un chip para ’matar’ un producto cuando llegue a un determinado número de usos? Éstas y otras muchas preguntas encuentran respuesta en este reportaje, en cuya realización participa RTVE y otras televisiones europeas.

Ya en 1928 una revista publicidad afirmaba que "un artículo que se niega a estropearse es una tragedia para los negocios", y para un sistema basado en un ciclo de producción, consumo y despilfarro.

En los años 30 del siglo XX los fabricantes de bombillas se pusieron de acuerdo para limitar la duración de las bombillas. A partir de ese momento, otros productos duraderos desaparecieron, como las medias de nylon a prueba de carreras, y otros aparecieron con fecha de caducidad programada, como impresoras y iPods.

El documental ha sido rodado en Cataluña, Francia, Alemania, EE.UU. y Ghana, un país africano que se ha convertido en el vertedero de la ’basura electrónica’ de Occidente.

Cosima Dannoritzer es una realizadora y guionista alemana que ha trabajado para televisiones de Alemania, Reino Unido y España. Ha dirigido documentales como ’Si la basura pudiera hablar’, un retrato de Barcelona a través de sus cubos de basura.

También ha dirigido para TVE la película ’Amnesia electrónica’, en la que echa un vistazo a sus memorias personales, archivadas en formatos digitales que van cambiando, que amenazan la transferencia de esta información a las generaciones futuras.

CONCIERTO AÑO NUEVO 2011 -PREJUICIOS-

http://www.rtve.es/mediateca/audios/20101231/dias-como-hoy-curiosidades-del-concierto-ano-nuevo/977485.shtml

DE HOMBRES Y MUJERES

http://www.rtve.es/television/20101122/hombres-mujeres---tres14/373559.shtml

Los animales tardan minutos en elegir pareja. Los humanos, sin embargo, necesitamos hasta año y medio. Es la fase del amor romántico. Un ritual de cortejo en el que vemos al otro como alguien especial. Un alto nivel de dopamina en el cerebro hace que ignoremos los defectos de nuestro amante. Otras dos hormonas, la vasopresina y la oxitocina, se encargan de estimular lazos con la pareja. El deseo y la confianza, o los celos y la incomprensión, todo sucede en los cerebros de mujeres y hombres. Por eso puede estudiarse científicamente. Unos como la neurobióloga Mara Dierssen y el escritor Allan Pease analizan cómo sienten y se relacionan mujeres y hombres. Otros como la prestigiosa antropóloga neoyorquina Helen Fisher, estudia la química del amor. tres14 habla con ellos para saber ¿en qué nos parecemos los hombres y las mujeres? ¿cómo reacciona el cerebro cuando nos enamoramos? ¿cuál es la fórmula de las parejas que duran? ¿en qué se fijan los hombres?.

Y además en este programa hablamos de:
amor químico; ¿somos tan diferentes los hombres y las mujeres?; ¿en el origen todos somos hembras?; ¿el amor es universal?; ¿por qué el beso es el símbolo del amor?; ¿nacen más niñas que niños?; ¿cuál es el origen del matrimonio?; la prueba del embarazo; el niño sueco Pop elige su sexo.

Links De hombres y mujeres

http://www.muyinteresante.es/el-amor-es-pura-quimica
En Muy Interesante publican El amor es pura química. Un investigador estadounidense asegura que podríamos “desarrollar fármacos que disminuyan o aumenten nuestros sentimientos hacia los demás”.

http://www.tendencias21.net/El-amor-produce-el-mismo-efecto-analgesico-que-los-calmantes_a4958.html
En la web de Tendencias21 se puede leer la noticia El amor produce el mismo efecto analgésico que los calmantes. Según un estudio, el enamoramiento activa las áreas cerebrales del sistema de recompensa.

http://www.madrimasd.org/informacionidi/noticias/noticia.asp?id=39769
En la web de mi+d publican La píldora de la fidelidad. Algunos científicos no excluyen que, en el futuro, se pueda llegar a tomar una píldora que asegure la fidelidad conyugal.

 


http://www.elmundo.es/elmundo/2008/02/13/ciencia/1202927550.html
En la web de El mundo publican El adictivo cóctel cerebral del amor. El enamoramiento hace al cerebro segregar sustancias con efectos similares a las drogas.

http://www.lavanguardia.es/ciudadanos/noticias/20080401/53451105466/no-se-puede-concluir-que-somos-monogamos-por-naturaleza.html
En la edición digital del diario La Vanguardia publican una entrevista a la neurobióloga Mara Dierssen, que asegura que “no se puede concluir que somos monógamos por naturaleza”.

http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/science/newsid_7890000/7890969.stm
En el portal de la corporación británica BBC se puede leer la noticia ¿Qué hay detrás de un beso?. La saliva de un hombre tiene un "cóctel de químicos" que dan indicios de su fertilidad y de sus condiciones evolutivas.

http://www.abc.es/20101030/ciencia/seis-cosas-saben-cientificos-201010291641.html
En la web de Abc se puede leer la noticia Seis cosas que saben los científicos sobre el sexo y el amor. La Ciencia ha mostrado algunos aspectos sorprendentes sobre el «funcionamiento» de la pasión.

http://www.plataformasinc.es/esl/Noticias/Los-espanoles-prefieren-el-amor-apasionado
En la web de SINC se puede leer la noticia Los españoles prefieren el amor apasionado. Los españoles de todas las edades ven el amor más como una pasión irresistible que como un compromiso duradero.

INTELIGENCIA ARTIFICIAL

http://www.rtve.es/mediateca/audios/20101126/robots-servicio-del-ciudadano-hablamos-estos-ingenios-inteligencia-artificial-programa-153-a-hombros-gigantes/943264.shtml

ENTREVISTA A JOSE ANTONIO MARINA

http://www.rtve.es/mediateca/audios/20101119/jose-antono-marina-filosofo-nuestra-epoca--entrevista-radio/936038.shtml

José Antonio Marina es un pensador de nuestra época. Le apasiona la floricultura, es especialista en un tipo de orquídeas. De su abuelo, también filósofo, heredó su biblioteca, lo que le permitió acercase desde muy joven al saber. Marina también presume del billar, aunque admite que juega fatal. Este catedrático de Ética, ensayista y filósofo dice que es adicto al mar porque es un espectáculo que amplía su espíritu (19/11/10).

LIBRO DE HISTORIA DE LA FILOSOFÍA -VER PLATÓN-

REFLEXIONES: ¿QUÉ ES LA REALIDAD?

Un interesante debate para nuestras clases:

http://www.boulesis.com/boule/a-favor-de-la-realidad/

TEXTO REFLEXIÓN -LA VERDAD-

ACTIVIDAD REFLEXIÓN RELACIONADA CON EL TEMA : LA VERDAD

TEXTO DEL LIBRO: “LOS ATORMENTADOS” de John Connolly Pág. 150.

Ed. Tusquets  1ª edición mayo 2008

 

—¿No le interesa la verdad?

—Soy abogado —contestó—. ¿Qué importa la verdad? A mí lo que me preocupa es proteger los intereses de mis clientes. A veces la verdad es un estorbo.

—Tiene usted un punto de vista muy... pragmático.

—Soy realista. No me dedico a lo penal, pero si tuviera que defen­derle a usted de una acusación de asesinato y decidiese declararse ino­cente, ¿qué esperaría de mí? ¿Que en atención a la verdad le dijera al juez que, bien mirado, lo consideraba a usted culpable? Un poco de seriedad. En derecho no es necesario que algo sea verdad, sino sólo que lo parezca. La mayoría de los casos se reduce a encontrar una ver­sión de la verdad aceptable para ambas partes. ¿Quiere saber cuál es la única verdad? Todo el mundo miente. Ésa es. Esa es la verdad. Eso va a misa.

—Así pues, ¿está protegiendo los intereses de un cliente en relación con el caso de Daniel Clay?

Blandió un dedo en dirección a mí. No me gustó el gesto, como tampoco me había hecho ninguna gracia que me llamara por el ape­llido.

—Es usted un caso —repuso—. Daniel fue cliente mío. También lo fue, por poco tiempo, su hija. Ahora Daniel está muerto. Eso ya no tiene vuelta de hoja. Descanse en paz, esté donde esté.

Nos dejó para acercarse a hablar con el escritor Jacobs. June imi­tó el gesto de Stark con el dedo.

—Tiene razón —dijo—. Eres un caso. ¿Alguna de tus conversaciones acaba bien?

—Sólo contigo —contesté.

—Eso es porque no te escucho.

Será por eso —admití al mismo tiempo que un camarero tocaba una campanilla para llamarnos a la mesa.

 

VOCABULARIO -PENSAMIENTO DE MARX-

http://www.e-torredebabel.com/Historia-de-la-filosofia/Filosofiacontemporanea/Marx/Marx-Comunismo.htm

GUIA SELECTIVIDAD COMUNIDAD VALENCIANA

 http://www.edu.gva.es/univ/docs/Guia_PAU_2009_2010.pdf

EJERCICIOS DE LÓGICA DE ENUNCIADOS

http://www.educa.madrid.org/web/ies.delibes.madrid/LOGEJER.pdf

TRABAJAR LA LÓGICA DE ENUNCIADOS

http://www.cibernous.com/logica/index.html

EL MANIFIESTO COMUNISTA -COMENTADO-

VER ARTÍCULO

CONFERENCIA DE EMILIO LLEDÓ

http://blogs.elpais.com/papeles-perdidos/congreso/pdf/emilio-lledo-chile-conferencia.pdf

 

¿ PERDONAR ?

De Simon Wiesenthal


EL DALAI LAMA Creo que se debería perdonar a la persona o personas que hayan cometido atrocidades contra uno mismo o contra la humanidad. Pero esto no significa necesariamente que esos crímenes se tengan que olvidar. De hecho, uno siempre debe ser consciente y recordar esas experiencias para que en el futuro se puedan tomar las medidas oportunas con el fin de controlar la repetición de esos crímenes. Creo que esa actitud es especialmente práctica a la hora de afrontar el problema del gobierno chino respecto a la lucha emprendida por el pueblo tibetano para recuperar su libertad. Desde la invasión de China al Tíbet en 1949 y 1950, más de 1,2 millón de tibetanos, un quinto de su población, han perdido la vida víctimas de la masacre, las ejecuciones, el hambre y los suicidios. Sin embargo, durante más de cuatro décadas hemos luchado para mantener viva nuestra causa y conservar nuestra cultura budista de la no violencia y la piedad.Sería fácil enojarse ante estos trágicos acontecimientos y ante tantas atrocidades. Si etiquetásemos al pueblo chino como nuestro enemigo, podríamos condenarlo hipócritamente por su brutalidad y tildarlo de indigno de mayor consideración. Pero ésa no es la manera de comportarse de un budista.En este punto me gustaría relatar un incidente de gran interés. Hace tiempo, un monje tibetano que había estado durante dieciocho años en una prisión china en el Tíbet vino a verme después de huir a la India. Yo lo conocía cuando vivía en el Tíbet y recuerdo que la ultima vez que lo vi fue en 1959. Durante el curso de nuestro encuentro le pregunté cuál fue el momento en el que sintió más cerca el peligro mientras estuvo en la prisión. Su respuesta me sorprendió. Fue extraordinaria e incitante. Yo esperaba que contestara alguna otra cosa; en su lugar, declaró que lo que más temía era perder su compasión por los chinos.ALBERT SPEERAfligido por un inexplicable sufrimiento, horrorizado por los tormentos de millones de seres humanos, reconocí mi responsabilidad por todos mis crímenes en los Juicios de Nüremberg. Con el veredicto de culpabilidad, el tribunal sólo condenó mi culpa legal. Más allá de ella se encuentra el compromiso moral. Después de veinte años de cárcel en Spandau, nunca podré perdonarme por apoyar de manera imprudente y poco escrupulosa a un régimen que llevó a cabo el asesinato sistemático de judíos y de otros pueblos. Mi delito moral no está sujeto al estatuto de las prescripciones legales, y ya no podrá borrarse durante el resto de mi vida. ¿Deberías perdonar tú, Simon Wiesenthal, aunque yo no pueda perdonarme a mí mismo? Manés Sperber opina que si ese soldado de las SS hubiera logrado sobrevivir y conservara la convicción de su arrepentimiento no lo condenarías: pues bien, el 20 de mayo de 1975, nos sentamos uno frente a otro durante más de tres horas en tu Centro de Documentación de Viena, un encuentro precedido de un semestre de correspondencia. De hecho, fue Los límites del perdón lo que me condujo hasta ti: Hiciste bien, te respondí entonces, nadie está autorizado para perdonar. Pero mostraste empatía al emprender aquel penoso viaje hasta Stuttgart en 1946. Demostraste sentir compasión cuando no contaste a la madre los crímenes de su hijo. Esta bondad humanitaria también se refleja en la carta que me diriges y te estoy muy agradecido por ello. También demostraste clemencia, humanidad y bondad cuando nos sentamos uno frente a otro en ese 20 de mayo. No hurgaste en mis heridas sino que con sumo cuidado, trataste de ayudarme. No me reprochaste nada o te enfrentaste a mí preso de la ira. Te miré a los ojos, unos ojos donde se reflejaban todos las víctimas que murieron asesinadas, ojos que han sido testigos de miserias, degradación, fatalismo y agonía de nuestros compañeros seres humanos. Y, sin embargo, tus ojos no reflejaban odio. Seguían siendo cálidos, tolerantes y llenos de compasión por el sufrimiento de los demás. Cuando partimos, escribiste una dedicatoria en mi copia de tu libro manifestando que yo no traté de negar aquellos dramáticos sucesos, sino que había reconocido mi responsabilidad en su auténtica dimensión. Mi conciencia me llevó hasta ti. Tú me prestaste mucha ayuda, igual que hiciste con el soldado de las SS cuando no retiraste tu mano o cuando no le reprochaste sus crímenes. Todo ser humano tiene que soportar una carga. Nadie puede cedérsela a otro. Pero, para mí, desde aquél día, se ha hecho mucho más ligera. La gracia de Dios me ha tocado a través de ti. PRIMO LEVILos acontecimientos que evocas sucedieron en un mundo que se agitaba en sus cimientos y en un ambiente completamente impregnado por el crimen. Bajo esas condiciones no siempre es fácil, de hecho quizás es imposible, asignar un valor absoluto a lo que está bien y a lo que está mal: en la naturaleza del crimen se encuentra la capacidad de crear situaciones o conflictos morales, callejones sin salida en los que la negociación o el compromiso son las únicas condiciones que nos permiten salir de ellos, condiciones éstas que, sin embargo, infligen otra herida más en la justicia y en uno mismo. Los actos de violencia o de ofensa son irreparables: es muy probable que la opinión pública pida una sanción, un castigo, un precio por el dolor. También es posible que el precio a pagar sirva de algo, puesto que repara o desanima una nueva ofensa, pero la ofensa inicial no desaparece y el precio siempre (aunque sea justo) es una nueva ofensa y un nuevo motivo de dolor. Una vez dicho esto, creo que puedo afirmar que hiciste lo correcto, en esa situación, al negarte a perdonar al moribundo. Hiciste lo correcto porque eso fue el mal menor: sólo podías haberle perdonado con una mentira o provocando en tu interior una terrible violencia moral. Pero, por supuesto, la negación no es la respuesta a todo y resulta sencillo comprobar por qué te marchaste con muchas dudas: en un caso como el que nos ocupa es imposible decidirse de forma categórica entre el sí y el no. Siempre queda algo que decir por un lado u otro.En tu caso, puesto que eras un HÑftling, es decir, una víctima predestinada y puesto que en ese momento te veías como un representante de todos los judíos, habrías cometido una falta al perdonar a tu hombre y, quizás, todavía hoy sentirías un remordimiento más profundo del que sentiste al no perdonarle. ¿Qué hubiera significado ese perdón para el nazi y qué hubiera significado para ti? Probablemente mucho para el primero, una especie de consagración, una purificación que habría liberado su tardía conciencia religiosa del terror al castigo eterno. Pero creo que para ti no tendría ningún significado: en efecto, no habría significado no eres culpable de ningún crimen, ni tampoco has cometido un crimen contra tu voluntad o sin saber lo que hacías. Por tu parte, habría sido una expresión carente de sentido y, en consecuencia, una mentira. Me gustaría añadir lo siguiente: la figura del soldado de las SS tal y como la presentas en tu libro no parece rehabilitada desde el punto de vista moral. Todo esto nos llevaría a creer que si no fuera por el temor de una muerte segura, se habría comportado de una forma distinta: no se habría arrepentido hasta mucho más tarde, con la caída de Alemania, o nunca. El hecho de llevarle a un judío me parece infantil e insolente a la vez.Me parece infantil porque se parece mucho a los niños indefensos que suplican ayuda: es muy posible que, influido por la propaganda pensara que los judíos son seres anormales (mitad diablos, mitad hechiceros, capaces de realizar hechos sobrenaturales). ¿Acaso no creía Himmler algo así cuando ordenó la suspensión de las masacres en los campos con la esperanza de que la Internacional Judía ayudara a Alemania a cerrar la paz con Occidente? Y me parece insolente porque, una vez más, el nazi utiliza a los judíos como herramientas, sin darse cuenta del peligro y de la conmoción que podría haber supuesto su petición para el prisionero: su comportamiento, analizado en profundidad, está teñido de egoísmo, ya que se detecta en él un intento de descargar en los demás su propia angustia.TZVETAN TODOROV¿Qué debería haber hecho Simon? ¿Qué hubiera hecho yo si me hubiera encontrado en su lugar? Me gustaría responder primero a la primera cuestión. El único que puede perdonar es el que ha sufrido el daño. Por analogía, la extensión del individuo al grupo me parece ilegítima: no se puede perdonar por poder, de igual modo que no se puede ser una víctima por asociación o defender la existencia de una culpa colectiva. Por tanto, el asesinato, por definición, no puede perdonarse: la parte ofendida ya no se encuentra entre nosotros para hacerlo.Debería añadir que, como no soy cristiano creyente, nunca he considerado la absolución como un elemento esencial de la vida. La justicia y la moralidad son más importantes para mí. Por tanto, intentaré ir un poco más allá y formular la cuestión en mis propios términos: ¿Cómo debemos juzgar al hombre descrito por Wiesenthal y qué debemos pensar de él? Su culpa es incuestionable. El problema que se nos presenta es si deberíamos tener en cuenta su arrepentimiento.La experiencia demuestra que la gran mayoría de los criminales nazis no se arrepintieron de sus acciones. En Nüremberg, Speer fue el único que se declaró (parcialmente) culpable. En el juicio de Auschwitz de 1963, sólo las antiguas víctimas se sintieron afligidas; los antiguos verdugos no parecieron sentirse atormentados por los remordimientos. Lo mismo ocurrió con los responsables de otras atrocidades, en otros países que padecían el totalitarismo, o incluso en la actualidad en la antigua Yugoslavia: los guardias de los campos de concentración, al igual que sus superiores, se declararon no culpables. En este respecto, el soldado de Wiesenthal es diferente y, sólo por resaltar la excepción, se merece un tratamiento distinto: no la absolución, desde luego, sino el reconocimiento de haberse embarcado en una actividad específicamente humana que consiste en cambiar para bien.Tampoco podemos ignorar el hecho de que estamos planteándonos estas cuestiones hoy, más de cincuenta años después de los acontecimientos. No estamos viendo una acción que sucede en el presente, sino el lugar que ocupa en nuestra memoria una acción pasada. ¿Qué podemos hacer con las atrocidades que se cometieron en el pasado? ¿Cómo podemos ponerlas al servicio de nuestra educación moral?Los crímenes nazis son de una naturaleza que hacen imposible confundir los valores: esos crímenes realmente existieron y no son, de ninguna manera, relativos. Sólo por esa razón, debemos preservar su recuerdo. El segundo paso en esta instrucción consistiría, pues, en abandonar la tendencia a identificar el puro y simple mal con el Otro, y el bien con nosotros, así como reconocer, como dijo Romain Gary, que la inhumanidad es parte del ser humano. La interacción complementaria de estos dos aspectos del juicio moral es la única que nos permite hacer un uso juicioso del pasado en el presente con el fin de luchar no sólo contra los males de ayer, sino también contra los males de hoy.

Lucio Anneo Séneca

FUENTE

Robin Wood

Séneca fue el segundo hijo de Marco Anneo Séneca, nacido en Córdoba en España, pero criada como un niño en Roma por una tía y no educados en la retórica y la filosofía. Él se interesó particularmente por la filosofía y profundamente influido por la doctrina estoica, que él mismo desarrolló más tarde. Se convirtió en Cuestor (oficial jefe de los ingresos) y un senador y, en virtud de Claudio, ocupó un puesto en la corte. Fue acusado de una intriga con Julia, la hija de Germánico, y desterrado a Córcega en el 41. Fue llamado ocho años más tarde en el 49 por Agripina para ser el tutor de su hijo Nerón, debido a su reputación literaria, que había logrado durante su exilio. Cuando se convirtió en el emperador Nerón en el 54 dC la influencia de Séneca y Burro (Prefecto de la Guardia) mantuvo el joven emperador temporalmente bajo control. Más tarde, después de la muerte de Burro, la conducta de Nerón y Séneca empeorado pidió permiso para retirarse de la corte y vivió en el retiro de dedicarse a la literatura. Pero en 65 años, bajo la acusación de complicidad en Consipiracy de Pisón, se le ordenó quitarse la vida. Tácito registros la calma y la dignidad con que lo hizo.

Séneca fue uno de los escritores más importantes y prolíficos de su época, tanto en prosa como en verso. Diez libros de ensayos éticas (mal llamado 'Dialogi') sobreviven en temas tales como la ira, la constancia del sabio estoico, y la tranquilidad de la mente. Tres de ellos son 'consolationes' a los deudos. Se presentó a Nero, a comienzos de su reinado, un tratado llamado "De Clemencia" en la que elogió esta calidad a la autócrata. Es posible que Shakespeare tenía en mente al componer gran discurso de Portia en la calidad de la misericordia. También escribió el "De Beneficiis en siete libros. Su "Naturales Quaestiones, ocho libros sobre la ciencia física, logró gran popularidad. El 'Epistolae Morales, de los cuales 124 sobreviven dar filosóficos y éticos de asesoramiento a un amigo. Es casi seguro que el autor de la 'Apocolocyntosis', una sátira amarga sobre la deificación de Claudio. Séneca también escribió nueve tragedias griegas en temas mitológicos, diseñado para ser recitado o leer en lugar de actuar. Son algo melodramático y violento, y tuvo una influencia en isabelina y la tragedia del siglo XVII en Inglaterra, fuera de toda proporción a sus méritos.

Escritos morales de Séneca influencia o por lo menos se ganó el respeto de los escritores cristianos posteriores, en la medida en que antes del año 400 a la correspondencia establecida entre él y St. Paul se había formado. Esto fue posible debido a su amplia perspectiva humanitaria. Fue, como hemos dicho, un estoico y comparte la visión cosmopolita estoico de la vida y de muchas maneras, al menos en teoría, estaba adelantado a sus contemporáneos. Condenó los falsos valores engendrados por la riqueza, denunció la crueldad de los Juegos y la estupidez de la mayor parte de la religión oficial. Él mostró compasión a los esclavos y, en principio, rechazó el concepto de la esclavitud. Sin embargo, en la práctica, lo hizo realmente hacer nada para su abolición. Creía que una parte del espíritu divino que habitaba en cada persona. El problema sigue siendo, sin embargo, que parece que hay una seria discrepancia entre sus ideales éticos y su vida real (por ejemplo, no encontramos, por ejemplo, en el programa Sócrates). Para algunos, aparece como demasiado complaciente moralmente, y para los demás como un hipócrita repugnante. Tenía todo los intereses financieros y era muy rico. Entonces, ¿cómo podría, como un historiador moderno de Roma ha dicho, "el millonario que Polibio y mostró halagado pesar tales al Claudio muerto y redactó la justificación de Nerón por el asesinato de su madre, al mismo tiempo que predican la virtud y la vida sencilla ' ? Tal vez las circunstancias de su vida demostró ser demasiado engorroso y él hizo lo que pudo, pero él ha sido duramente juzgado por algunos. Tal vez, como tutor de Nerón, que espera a su vez, el emperador joven aspirante a la verdadera virtud. En el 'De Clemencia' instó a la regla para limitar sus poderes autocráticos por la autorregulación. Pero, como Nerón se hizo más cruel, la influencia de Séneca sobre él, comenzó a declinar y débilmente condonado un exceso tras otro, quizá con la esperanza de evitar que empeore. Al igual que Cicerón, en la jubilación se dedicó a la escritura filosófica, en especial el "Epístolas Morales", en busca de la libertad interior del espíritu y la virtud que conduce a ella. Aunque un exponente notable de la doctrina estoica y un escritor de América significativo que no se puede decir para ubicarse entre los grandes filósofos de la antigua Grecia.

REFLEXIÓN: Ética del consumo -ADELA CORTINA-

Ética del consumo

 

Consumir productos del mercado es acción tan obvia en nuestras sociedades que nos resulta imposible imaginar cómo sería un mundo sin ella. Desde que a comienzos de la Modernidad se produjo lo que Polanyi llamó "la Gran Transformación", por la que el lugar de consumo de los productos se separó del lugar de producción, fueron sentándose las bases para formas de vida en las que el consumo es un factor clave, no sólo desde un punto de vista económico, sino también desde el cultural. No es extraño que expresiones como "la sociedad opulenta", la "sociedad satisfecha" o la sociedad del "consumo de masas" cuadren perfectamente al mundo avanzado.

Sin embargo, lo que no resulta tan evidente es que pueda existir una "ética del consumo", un saber capaz de defender con argumentos que hay formas de consumir más éticas que otras, capaz de esgrimir algún criterio para discernir entre las que levantan la moral y las que desmoralizan. Y, sin embargo, a lo largo de la historia distintas propuestas éticas han intentado ofrecer ese criterio, que importa conocer para potenciar formas de vida más humanas. "Humanidad obliga" en las distintas facetas vitales y, por supuesto, también en ésta del consumo; por eso conviene conocer al menos algunos de los criterios más relevantes de nuestro siglo, para optar por una humanidad más presentable.

1) En los años cincuenta, y aún antes, los "críticos de la cultura de masas", desde Horkheimer a Galbraith, critican las formas de consumo de las sociedades industriales por privar a los individuos de libertad. En este sentido, distingue Marcuse entre dos tipos de necesidades -verdaderas y falsas- que los individuos intentan satisfacer al consumir. "Verdaderas" son las necesidades vitales, como alimentación, vestido o vivienda; "falsas" son las que determinadas fuerzas sociales imponen a los individuos reprimiéndoles, y que no hacen sino perpetuar la agresividad, la miseria y la injusticia. Los individuos pueden sentirse felices al satisfacer este tipo de necesidades pero les están siendo impuestas por fuerzas sociales que, como inmensos sujetos elípticos, las provocan para aumentar el consumo, con él, la producción, y continuar con esa perversa cadena de esclavitud, fraguada por el afán de acumulación. Las personas jamás podrán ser así autónomas porque el consumo es un apéndice de la producción.

Distinguir entre necesidades verdaderas y falsas es urgente pero ¿quién puede hacerlo si no es una élite de intelectuales de los que la presunta "masa" se siente alejada y por lo que se cree despreciada?, ¿y cómo distinguir entre necesidades vitales biológicas y necesidades vitales culturales, cuando, como bien mostró Veblen en su Teoría de la clase ociosa (1899), el miedo a la falta de estima social y al ostracismo lleva a los individuos a comer, alojarse y vestir como lo hace la clase que resulta ejemplar?

2) En el extremo opuesto, entienden las "éticas del capitalismo que el consumo es la expresión más acabada de la democracia económica y de la autonomía personal. El consumidor -opinan- se comporta como un ser autónomo porque, haciendo uso de su soberanía, deposita su "voto-peseta" en un producto, vota por él, y las empresas se ganan los votos con la calidad de sus productos. Una sociedad que aumenta las ofertas de consumo fomenta la libertad, valor supremo de una sociedad moderna.

Esta segunda visión tiene, como es obvio, su parte de verdad al reconocer que no siempre el consumidor es estúpido, que no siempre se deja manipular, sino que también reclama calidad en los productos. Cada vez más las personas se saben "ciudadanas" y no "súbditas" en lo político, "consumidoras con derecho a calidad" y no "consumidoras estafables con cualquier cosa" en lo económico. La "ciudadanía económica", que teje un público económico y no una simple masa, va siendo una realidad que urge potenciar.

Pero, con todo, esta segunda propuesta olvida dos aspectos esenciales en la realización de la autonomía: que tiene que ser universalizable para ser justa, y aquí quedan excluidos cuantos carecen de la capacidad adquisitiva indispensable para presentar una demanda solvente, que en una ingente cantidad de productos es casi toda la humanidad; y que quienes sí gozan de esa capacidad adquisitiva no siempre tienen información suficiente para realizar "votaciones" realmente libres. La libertad exige no sólo capacidad de opción sino información acerca de las opciones.

3) Por su parte, los economistas neoclásicos desarrollaron la teoría de la demanda del consumo valiéndose del concepto de "utilidad". El consumo se concibe como una acción que aporta satisfacción al que la ejecuta, por tanto, se intenta asociar una determinada cantidad de utilidad por cada acción de consumir. Es posible entonces medir la satisfacción que produce el consumo y realizar un cálculo económico, sea sobre la base de la cantidad de utilidad, sea sobre la base de la preferencia del consumidor. En este punto la economía neoclásica sintoniza con una corriente ética de raigrambre como es la utilitarista, que propondrá como criterio para dilucidar qué acción de consumir es más correcta la que proporcione "la mayor utilidad al mayor número".

Curiosamente esta posición, que parece tan de sentido común, es atacada desde todos los frentes. El mismo Amartya Sen se niega a medir el bienestar en términos de utilidad y se pronuncia por las capacidades. Y es que el criterio utilitarista y neoclásico presenta al menos dos insuficiencias: impide entender la justicia como universalidad, al conformarse con "el mayor número", cuando en Estados sociales el principio de justicia no puede ser sino la universalidad, y se equivoca al intentar medir el consumo desde un patrón observable, porque las personas al consumir no buscan sólo una satisfacción medible. Comprender qué consume una sociedad requiere descubrir cuáles son sus creencias básicas, cuáles son sus formas de vida, que va más allá de lo cardinal y lo ordinal.

4) Una ética del consumo que intente responder a la pregunta "qué se debería consumir, para qué se debería consumir y quién debería decidir lo que se consume" en sociedades que se precian de afirmar que toda persona es igual en valor, debería tener en cuenta las dos grandes dimensiones de la moral, es decir, que el consumo debe ser justo y propiciar a las personas una vida buena.

Será justo, como indica Ulrike Knobloch, si las personas están dispuestas a aceptar una norma mínima, según la cual, sólo se consumirán los productos que todos los seres humanos puedan consumir y que no dañen ni al resto de la sociedad ni al medio ambiente. El primer criterio para discernir si una forma de consumo es justa consiste, pues, en considerar si puede universalizarse.

Ahora bien, los consumidores carecen de la información necesaria sobre las consecuencias de los productos para el conjunto de la sociedad y para el entorno, razón por la cual es preciso complementar esta dimensión individual de la ética del consumo con una institucional. El consumidor necesita que le asesoren sobre la naturaleza de los productos, sobre la relación calidad-precio y sobre las consecuencias para él, pero también sobre las consecuencias que tiene el consumo de determinados productos en el conjunto de la sociedad y en el medio ambiente.

Por eso, de la misma forma que existen organizaciones preocupadas por el "comercio justo", urge crear y fomentar organizaciones preocupadas por el "consumo justo", preocupadas por advertir qué productos originan un daño social y están, por tanto, vedados a una sociedad que se pretenda justa. Tales organizaciones deberían ser tanto políticas como civiles, y en este sentido las organizaciones de consumidores podrían ampliar su papel reivindicativo al consiliativo, potenciando una opinión pública crítica, que mantenga un amplio debate sobre qué tipo de productos podrían consumirse sin atentar contra la sostenibilidad social y medioambiental.

Por último, en el orden de la exposición que no en el de la importancia, es consumo ético el que proporciona a las personas una vida buena. Y aquí convendría cambiar ese estúpido chip, empeñado en identificar la felicidad con el consumo indefinido de productos del mercado, cuando los más inteligentes ya están de vuelta y optan por la calidad de vida frente a la cantidad de los productos, por una cultura de las relaciones humanas, del disfrute de la naturaleza, del sosiego y la paz, totalmente reñida con la aspiración a un consumo ilimitado.

Afortunadamente, estas formas de vida con calidad pueden universalizarse. En hacer que lleguen a todos los seres humanos estriba la más radical de las revoluciones pendientes.

 

 

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Adela Cortina es catedrática de Ética y Filosofía Política de la Universidad de Valencia.