COMENZAMOS EL CURSO (20-09-04)
Empezaremos el curso recordando el proceso de Hominización que vinos el año pasado en el documental la odisea de la especie, aprendimos cómo eran los Austrolopithecus (bipedismo postura erguida-), Homo Habilis (hombre artesano, primera especie con capacidad de crear instrumentos, obtiene la carne por carroñeo), Homo ergaster y Homo erectus (de mayor volumen cerebral, emigran de África a Europa y Asia, mejoran las herramientas y la organización) los cambios que sufrió hace unos 400000 años desembocó en África en el Homo Sapiens (cerebro más voluminoso, capacidades cognitivas, de abstracción, perceptivas y de habla) y en Europa en el hombre de Neandertal (sentido estético, enterraban a los muertos).
Veremos la película En busca del fuego deseando que quede patente el Proceso de Humanización, que partiendo de una base biológica facilitó el desarrollo de la cultura. El desarrollo del cerebro y en consecuencia de la inteligencia, posibilitó la creación de nuevas y mejores herramientas, y todo esto permitió dar respuestas más eficaces a los retos de la supervivencia como fueron la vida social, el aprendizaje, la cooperación etc. Estas capacidades son a su vez favorecidas por la selección natural, pues los individuos más capacitados lograron sobrevivir y dejar más descendencia. La cultura se conviertió en un factor positivo para la supervivencia. Y este proceso dio como resultado, a la larga, que los homínidos fuesen cada vez más cerebrados y simultáneamente, mas culturizados. Hasta llegar al humano actual que es un homínido esencialmente cultural.
Por cultura debemos entender, de forma amplia, todo un conjunto de capacidades y de costumbres, que no se adquieren por herencia genética, sino por el aprendizaje, gracias a la relación social con los otros congéneres.
- La relación del homínido con el medio, esto es, el desarrollo de la técnica, que se concreta en la creación de herramientas, vivienda, etc., que le permite sobrevivir más eficazmente en el medio.
- La relación social con sus propios congéneres, que se concreta en la organización social, la cooperación, el aprendizaje, etc. Y en este polo adquiere especial importancia la comunicación y el lenguaje.
NOTAS IMPORTANTES
La prolongación de la infancia significa una mayor dependencia de las crías y por tanto un mayor cuidado de los adultos que han de mantener grupos más estables.
La transmisión cultural seguramente se realizaba por reiterada observación e imitación.
La cooperación aumentó, también, la capacidad de defensa frente a los depredadores. Todas éstas eran conductas muy elaboradas y complejas que exigían una mayor coordinación social.
La alimentación se realizaba en grupo, lo que estrechó los lazos sociales, el desarrollo de la afectividad, favoreció la comunicación de la experiencia social, etc.
El grito deja de ser exclusivamente una respuesta a estímulos exter¬nos, como expresión de dolor, temor o amenaza, y adquiere una función nueva, anunciar lo que se va a hacer en presencia de otros para enseñarles o para pedir su colaboración. El manejo de útiles y la actividad coo¬perante fueron decisivos en el paso del mero grito animal al primer esbozo de lenguaje articulado.
Veremos la película En busca del fuego deseando que quede patente el Proceso de Humanización, que partiendo de una base biológica facilitó el desarrollo de la cultura. El desarrollo del cerebro y en consecuencia de la inteligencia, posibilitó la creación de nuevas y mejores herramientas, y todo esto permitió dar respuestas más eficaces a los retos de la supervivencia como fueron la vida social, el aprendizaje, la cooperación etc. Estas capacidades son a su vez favorecidas por la selección natural, pues los individuos más capacitados lograron sobrevivir y dejar más descendencia. La cultura se conviertió en un factor positivo para la supervivencia. Y este proceso dio como resultado, a la larga, que los homínidos fuesen cada vez más cerebrados y simultáneamente, mas culturizados. Hasta llegar al humano actual que es un homínido esencialmente cultural.
Por cultura debemos entender, de forma amplia, todo un conjunto de capacidades y de costumbres, que no se adquieren por herencia genética, sino por el aprendizaje, gracias a la relación social con los otros congéneres.
- La relación del homínido con el medio, esto es, el desarrollo de la técnica, que se concreta en la creación de herramientas, vivienda, etc., que le permite sobrevivir más eficazmente en el medio.
- La relación social con sus propios congéneres, que se concreta en la organización social, la cooperación, el aprendizaje, etc. Y en este polo adquiere especial importancia la comunicación y el lenguaje.
NOTAS IMPORTANTES
La prolongación de la infancia significa una mayor dependencia de las crías y por tanto un mayor cuidado de los adultos que han de mantener grupos más estables.
La transmisión cultural seguramente se realizaba por reiterada observación e imitación.
La cooperación aumentó, también, la capacidad de defensa frente a los depredadores. Todas éstas eran conductas muy elaboradas y complejas que exigían una mayor coordinación social.
La alimentación se realizaba en grupo, lo que estrechó los lazos sociales, el desarrollo de la afectividad, favoreció la comunicación de la experiencia social, etc.
El grito deja de ser exclusivamente una respuesta a estímulos exter¬nos, como expresión de dolor, temor o amenaza, y adquiere una función nueva, anunciar lo que se va a hacer en presencia de otros para enseñarles o para pedir su colaboración. El manejo de útiles y la actividad coo¬perante fueron decisivos en el paso del mero grito animal al primer esbozo de lenguaje articulado.
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