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UN LUGAR PARA APRENDER FILOSOFÍA

HUME

PÁRRAFO 13.- COMPENDIO DE UN LIBRO PUBLICADO RECIENTEMENTE TITULADO UN TRATADO DE LA NATURALEZA HUMANA

PÁRRAFO 13.- LA CAUSALIDAD Y EL PRINCIPIO DE UNIFORMIDAD DE LA NATURALEZA
TEXTO
Se sigue, pues, que todos los razonamientos relativos a la causa y el efecto están fundados en la experiencia, y que todos los razonamientos que parten de la experiencia están fundados en la suposición de que el curso de la naturaleza continuará siendo uniformemente el mismo. Concluimos que causas similares, en circunstancias similares, producirán siempre efectos similares. Puede valer la pena detenerse ahora a considerar qué es lo que nos determina a formar una conclusión de tan inmensa consecuencia.
TEXTO ORIGINAL
It follows, then, that all reasonings concerning cause and effect are founded on experience, and that all reasonings from experience are founded on the supposition that the course of nature will continue uniformly the same. We conclude that like causes, in like circumstances, will always produce like effects. It may now be worth while to consider what determines us to form a conclusion of such infinite consequence.
COMENTARIOS PÁRRAFO 13
La experiencia nos presenta dos objetos, pero nmunca nos puede hacer percibir, en cuanto los considera como tales, el hecho de la implicabilidad de uno respecto al otro. En rigor, no nos permite ir más allá, pero interviene la memoria, que recuerda que están constantemente conectados, y la imaginación, que elabora la relación de conexión en virtufd de que habitualmente ocurre asi. No hay impresión de la causalidad, es la costumbre la que nos guía.
Analizando el conocimiento en hume, concluimos que el fundamento mismo son las impresiones, procedentes de la experiencia y que garantizan nuestras ideas. Ahora bien, de la idea de causalidad no poseemos su correspondiente impresión. Luego no hay conocimiento de la misma, sino creencia. Hacemos inferencias debido a que por la fuerza de la costumbre y hábitos, apoyados en la memoria e imaginación, hemos comprobado en el pasado que los acontecimientos se dan siempre así. Creemos, pues, que así continuará sucediendo en el futuro. Pasamos desde el nivel del conocimiento de la creencia a propósito de la causalidad.
La inferencia puede explicarse en el reino de la creencia.
Esa manera de entender la conexión causa-efecto como un hábito nos lleva y nos autoriza a esperar la repetición uniforme de la experiencia, pero no puede darnos plena certeza, tampoco nos lleva alñ escepticismo. La ciencia real no puede aspirar a más que a la probabilidad. La expectativa del efecto no puede nunca pasar de probabilidad, aunque la acumulación de experiencias probatorias aumente satisfactoriamente el grado de probabilidad.
La experiencia sólo da información directa y cierta de los objetos de conocimiento durante el tiempo a que alcanza su acto de conocimiento: pero, ¿cómo extender ese conocimiento a otros objetos a un tiempo futuro?

PÁRRAFO 12.- COMPENDIO DE UN LIBRO PUBLICADO RECIENTEMENTE TITULADO UN TRATADO DE LA NATURALEZA HUMANA

PÁRRAFO 12.- LAS INFERENCIAS SE APOYAN EN EXPERIENCIAS ANTERIORES
TEXTO
Hubiera sido necesario, por lo tanto, que Adán (de no estar inspirado) hubiese tenido experiencia del efecto, que se siguió del impulso de estas dos bolas. Tuvo que haber visto, en varias instancias, que cuando una de las bolas chocaba contra la otra, la segunda siempre adquiría movimiento. Si hubiera visto un número suficiente de instancias de este género, cuando quiera que viese una bola moviéndose hacia la otra, habría concluido siempre sin vacilación que la segunda adquiría movimiento. Su entendimiento se anticiparía a su visión, y formaría una conclusión adecuada con su pasada experiencia.
TEXTO ORIGINAL
It would have been necessary, therefore, for Adam (if he was not inspired) to have had experience of the effect which followed upon the impulse of these two balls. He must have seen, in several instances, that when the one ball struck upon the other, the second always acquired motion. If he had seen a sufficient number of instances of this kind, whenever he saw the one ball moving towards the other, he would always conclude without hesitation that the second would acquire motion. His understanding would anticipate his sight and form a conclusion suitable to his past experience.
COMENTARIOS PÁRRAFO 12
Adán tendría que haber sentido o experimentado anteriormente el choque de las bolas y el movimiento de la segunda para poder inferir en un futuro que la segunda bola se pondría en movimiento.
El que la segunda bola se ponga en movimiento está basado en experiencias pasadas.

PÁRRAFO 11.- COMPENDIO DE UN LIBRO PUBLICADO RECIENTEMENTE TITULADO UN TRATADO DE LA NATURALEZA HUMANA

PÁRRAFO 11.- SIN EXPERIENCIA ES IMPOSIBLE INFERIR EL EFECTO
TEXTO
Si un hombre, tal como Adán, hubiese sido creado con el pleno vigor del entendimiento, pero sin experiencia, nunca podría inferir el movimiento de la segunda bola a partir del movimiento y el impulso de la primera. No es cosa alguna que la razón vea en la causa, lo que nos hace inferir el efecto. Una tal inferencia, si fuera posible, equivaldría a una demostración, al estar fundada meramente en la comparación de ideas. Pero ninguna inferencia de la causa al efecto equivale a una demostración. De lo cual hay esta prueba evidente. La mente puede siempre concebir que un efecto cualquiera se siga de una causa cualquiera, y también que cualquier evento se siga de otro; todo lo que concebimos es posible, al menos en un sentido metafísico; pero dondequiera que tiene lugar una demostración, lo contrario es imposible e implica una contradicción. No hay ninguna demostración, por lo tanto, para una conjunción de causa y efecto. Y éste es un principio que es generalmente admitido por los filósofos.
TEXTO ORIGINAL
Were a man, such as Adam, created in the full vigour of understanding, without experience, he would never be able to infer motion in the second ball from the motion and impulse of the first. It is not anything that reason sees in the cause which makes us infer the effect. Such an inference, were it possible, would amount to a demonstration, as being founded merely on the comparison of ideas. But no inference from cause to effect amounts to a demonstration, of which there is this evident proof. The mind can always conceive any effect to follow from any cause, and indeed any event to follow upon another: whatever we conceive is possible, at least in a metaphysical sense; but wherever a demonstration takes place, the contrary is impossible, and implies a contradiction. There is no demonstration, therefore, for any conjunction of cause and effect. And this is a principle which is generally allowed by philosophers.
COMENTARIOS PÁRRAFO 11
Adán (hombre sabio, pero ingenuo y sin experiencia) si nunca antes hubiera visto movimiento alguno nunca hubiera podido predecir el movimiento de la segunda bola. No podemos inferir qué efecto se producirá; de serlo sería una demostración, mientras que aquí podemos concebir cualquier efecto posible.
CRÍTICA A LA RELACIÓN DE CAUSALIDAD
CRÍTICA DE HUME A LA CONCEPCIÓN TRADICIONAL DE LA CAUSALIDAD, PARTICULARMENTE A LA POSIBILIDAD DE CONOCER A PRIORI LAS RELACIONES CAUSALES ENTRE LAS COSAS Y A LA IDEA DE LA CAUSALIDAD COMO UN VÍNCULO REAL Y NECESARIO ENTRE LA CAUSA Y EL EFECTO.
Este es uno de los aspectos más importantes y conocidos de la filosofía de Hume. Y las razones de ello están en que con dicha crítica Hume no sólo se opone a la visión filosófica tradicional sino a una de las creencias más arraigadas en el sentido común. Hume consideró que nuestras creencias relativas a los vínculos causales son de extraordinaria importancia puesto que la investigación científica del mundo físico parece ser en gran medida una investigación de las causas de los fenómenos observables; pero también porque la relación causa-efecto es esencial en nuestra vida cotidiana, particularmente en nuestras expectativas respecto de los acontecimientos futuros, incluidas las relativas al modo en que hemos de actuar en el mundo para conseguir nuestros propósitos. Creemos estar muy seguros de lo que tenemos que hacer para calentar agua y prepararnos un té, de lo que tenemos que hacer para mover nuestro cuerpo para salir de la habitación... Hume repite con frecuencia que nuestras certezas acerca de lo que acontecerá en el futuro se basan en inferencias causales. Nos parece que la causalidad se da en el mundo físico y en el mundo psíquico, y entre el mundo psíquico y el físico. En este sentido, nuestra actitud básica ante el mundo consiste en suponer que todo lo que ocurre (el nacimiento de una cosa, su cambio, su aniquilación...) ocurre porque se ha dado una modificación en alguna parte del mundo, por¬que otra cosa la ha traído al ser; esta idea la expresan los filósofos con la definición del principio de causalidad: todo lo que existe necesita de otra cosa para existir.
Las tesis tradicionales respecto de la causalidad eran las siguientes:
1) Existen, particularmente desde el punto de vista de la filosofía aristotélico-tomista, cuatro causas: la causa material, la formal, la eficiente y la final.
2) Es posible el conocimiento a priori de los poderes causales, bien mediante el conocimiento de los conceptos de la cosas, bien mediante el conocimiento de las esencias de las cosas.
3) Podemos utilizar la razón para establecer los vínculos causales entre las cosas.
4) Los vínculos causales son vínculos objetivos, son relaciones que realmente se dan en las cosas.
5) Las relaciones causales son consecuencia de los poderes o capacidades o fuerzas de las cosas y establecen vínculos necesarios entre la causa y el efecto:
• si A es causa de B, entonces en A se encuentra cierto poder o virtud gracias al cual dado A aparecerá B;
• si A es causa de B, entonces necesariamente cuando en el mundo tengamos A deberemos tener B (si la causa de que el agua hierva es que la hemos calentado a más de 100 grados, entonces necesariamente cuando calentemos algo que sea agua a más de 100 grados, ésta hervirá );
6) El principio de causalidad “todo lo que existe tiene una causa” es un principio absolutamente cierto y de plena evidencia.
7) Nuestros argumentos causales son tan válidos que nos sirven para vincular objetos que se ofrecen a los sentidos, pero también para vincular dichos objetos con realidades que están más allá del mundo empírico (el alma entendida como la causa de la vida psíquica y Dios entendido como causa de la totalidad de las cosas).
La originalidad y radicalidad del planteamiento de Hume es precisamente criticar la totalidad de estas afirmaciones. Para ello apela a la observación y experiencia de relaciones causales concretas:
“He aquí una bola de billar inmóvil sobre una mesa y otra bola que se mueve hacia ella con rapidez. Las dos chocan y la bola que en un principio estaba en reposo ahora adquiere movimiento (...) Es evidente que las dos bolas entrarán en contacto antes de que les sea comunicado el movimiento y que no hay intervalo alguno entre el choque y el movimiento. La contigüidad en el tiempo y el espacio es, por tanto, una circunstancia indispensable para la atracción de todas las causas. Es evidente, asimismo, que el movimiento que fue la causa es anterior al movimiento que fue el efecto. La prioridad en el tiempo es, por tanto, otra circunstancia indispensable en cada causa. Pero esto no es todo. Intentemos con otras bolas de la misma clase una situación similar y siempre hallaremos que el impulso de la una produce el movimiento de la otra. Aquí hay por tanto una tercera circunstancia, a saber, la conjunción constante entre la causa y el efecto. Cada objeto similar a la causa produce siempre algún objeto similar al efecto. Fuera de estas tres circunstancias, contigüidad, prioridad y conjunción constante, nada más puedo descubrir en esta causa.”
(“Resumen del Tratado de la Naturaleza Humana”)

Críticas de Hume a las tesis tradicionales respecto de la causalidad:
1) Las tesis básicas de Hume se refieren a la causalidad eficiente, sólo ésta le merece verdadera atención; considera que la material y la formal son formas inadecuadas de hablar, y la final le parece reductible a la eficiente.
2) Las relaciones causales entre las cosas no pueden ser conocidas a priori: con el mero razonamiento, con el simple análisis de un objeto para nosotros nuevo y del que no hemos tenido experiencia, nunca podremos descubrir sus causas y sus efectos. Los supuestos vínculos causales entre las cosas no se pueden establecer a partir de la mera comprensión de los conceptos de dichas cosas: hasta que no hemos experimentado que el fuego nos quema no podemos establecer un nexo causal entre el fuego y el dolor; por mucho que analicemos la idea de fuego, para nada encontraremos en ella la referencia al hecho de que el fuego nos puede quemar. Las relaciones causales no son relaciones entre ideas; nuestro conocimiento de dichas relaciones es sólo un conocimiento empírico, pues se trata sencillamente de cuestiones de hecho.
3) La mera razón es incapaz de fundamentar nuestras creencias en las relaciones causales; dichas creencias son consecuencia del hábito basado en la costumbre: cuando hemos experimentado repetidas veces la conjunción entre dos cosas (por ejemplo que "B" sigue habitualmente a "A") entonces dicha costumbre lleva a nuestra mente a suponer que en el futuro debe ocurrir que si se da "A" debe darse también "B". El hábito como disposición mental, producto de la experiencia reiterada, está a la base de nuestras creencias futuras. La costumbre, que no la razón, es lo que nos lleva a creer que el sol saldrá mañana, que el fuego quema, y así con el resto de hechos naturales o humanos. La guía de nuestra conducta cotidiana está en la costumbre y no en la razón. Sin la costumbre nuestro conocimiento sólo se referiría a la experiencia pasada y no sabríamos cómo actuar en el mundo, ni qué cosas podemos esperar en el futuro.
4) Si nos limitamos a aceptar sólo lo que se ofrece a la experiencia no podemos decir que la causalidad sea una propiedad de las cosas mismas; éstas sólo nos ofrecen sucesión de fenómenos: vemos que a un objeto le sigue otro, al fuego el calor, al contacto de una bola de billar con otra el movimiento de la segunda, ... pero nada más.
5) Tampoco es posible observar ni el supuesto poder en A para producir B, ni el su¬puesto vínculo necesario entre A y B, cuando A es la causa de B. Las fuerzas a través de las cuales supuestamente actúan los cuerpos nos son totalmente desconocidas. La conexión entre causa y efecto no es necesaria sino arbitraria. Como el texto citado señala claramente, lo único que encontramos es sucesión reiterada de fenómenos:
• contigüidad espacio-temporal entre la causa y el efecto
• prioridad temporal: la causa es siempre anterior al afecto
• conjunción constante entre la causa y el efecto
Si en el mundo existiesen esencias y relaciones esenciales, y si las pudiésemos conocer, entonces Hume no tendría razón. Sin embargo este filósofo considera que todo lo que hay, todo lo que podemos experimentar son hechos, no esencias, y los hechos son contingentes, son así pero pueden perfectamente ser de otro modo. Esto, traducido a la cuestión de la causalidad, quiere decir: el fuego que hasta ahora nos ha dado calor es pensable que en un tiempo futuro produzca en nosotros frío, o que el pan que hasta ahora nos ha alimentado nos envenene. Ciertamente, sería raro que esto ocurriese, porque sería contrario a nuestra experiencia pasada, pero no sería absurdo (ver “conocimiento de cuestiones de hecho”). Si queremos hablar de necesidad la encontramos no en la cosas mismas sino en nuestra mente, en la predisposición o hábito que nos lleva casi de forma irrefrenable a considerar que tras las causas que reconocemos como tales deben darse sus correspondientes efectos;
6) El principio “todo lo que empieza a existir debe tener una causa de su existencia” ni tiene certeza intuitiva (no es de evidencia inmediata) ni se puede demostrar. Como dice en el “Tratado de la Naturaleza Humana” I, 3, 3, incluso “resulta fácil concebir cualquier objeto como no existente en este momento, y existente en el siguiente, sin unirle la idea distinta de causa o principio productivo”. Tras varios análisis de la cuestión, concluirá Hume que creemos en dicho principio por la costumbre, porque nos hemos habituado a ver sucesiones entre fenómenos, experiencia que lleva a nuestra mente a suponer que nada puede existir si otra cosa no la ha producido.
7) Hume alegará que, con las restricciones que implican las críticas anteriores, si seguimos creyendo en la posibilidad de inferencias causales, debemos limitar éstas al mundo empírico: podemos relacionar el fuego con el calor, la voluntad con el movimiento de nuestro cuerpo,... pero no podemos saltar del mundo empírico a supuestas realidades metafísicas como Dios y el alma, de los cuales no cabe experiencia alguna.

punto de vista tradicional
- son válidas las cuatro causas: material, formal, eficiente y final
- es posible el conocimiento a priori de la relaciones causales
- nuestras creencias en nexos causales descansan en la razón
- las relaciones causales describen relaciones reales entre las cosas
- si A es causa de B, en A debe existir un poder o energía o fuerza para causar B, y A necesariamente debe producir B
- el principio de causalidad (“todo lo que ocurre tiene una causa”) es objetivamente cierto y evidente
se pueden utilizar argumentos causales para llegar a lo metafísico

punto de vista de Hume
- centra su atención en la causalidad eficiente, despreciando la material y la formal
- no es posible dicho conocimiento a priori sino únicamente a partir de la experiencia
- nuestras creencias en nexos causales descansan en la costumbre y el hábito
- es nuestra mente la que supone la existencia de dicha relaciones, en la realidad sólo tenemos sucesión reiterada de fenómenos
- no encontramos ni dicho poder ni dicha necesidad; no es contradictorio que las causas tengan efectos totalmente distintos a los que hemos experimentado
- el principio de causalidad no es objetivamente cierto ni se puede demostrar
- los vínculos causales son válidos si se aplican al mundo empírico pero no a lo metafísico

PÁRRAFO 10.- COMPENDIO DE UN LIBRO PUBLICADO RECIENTEMENTE TITULADO UN TRATADO DE LA NATURALEZA HUMANA

PÁRRAFO 10. INFERENCIA O PREDICCIÓN DEL EFECTO E IMPORTANCIA DE LA RELACIÓN CAUSA-EFECTO
TEXTO
Así es cuando lo considerado causa y lo considerado efecto, los dos, están presentes a los sentidos. Veamos ahora en qué se funda nuestra inferencia cuando de uno de ellos concluimos que lo otro ha existido o existirá. Supóngase que veo una bola moviéndose en línea recta hacia otra; inmediatamente concluyo que chocarán, y que la segunda se pondrá en movimiento. Ésta es la inferencia de la causa al efecto; y de esta naturaleza son todos nuestros razonamientos en la conducta de la vida; en ella se basa toda nuestra creencia en la historia; y de ella se deriva toda la filosofía, con la sola excepción de la geometría y la aritmética. Si podemos explicar esta inferencia a partir del choque de dos bolas, podremos dar cuenta de esta operación de la mente en todas las instancias.
TEXTO ORIGINAL
This is the case when both the cause and effect are present to the senses. Let us now see upon what our inference is founded, when we conclude from the one that the other has existed or will exist. Suppose I see a ball moving in a straight line towards another, I immediately conclude that they will shock and that the second will be in motion. This is the inference from cause to effect, and of this nature are all our reasonings in the conduct of life: on this is founded all our belief in history; and from hence is derived all philosophy, excepting only geometry and arithmetic. If we can explain the inference from the shock of two balls, we shall be able to account for this operation of the mind in all instances.
COMENTARIOS PÁRRAFO 10
Cuando vemos que una bola de billar se dirige hacia otra adelantamos que chocarán y que la segunda bola se pondrá en movimiento. Este tipo de razonamientos es habitual en nuestras vidas y por ellos nos guiamos (a excepción de la geometría y la aritmética)
RASGOS QUE CARACTERIZAN EL EMPIRISMO A MODO ESQUEMÁTICO
La experiencia, en sus diferentes formas, es el único ámbito del conocimiento: toda forma de conocimiento se reduce a la experiencia y tiene en ella sus límites y su máximo alcance. Este rasgo supone una investigación de los rasgos de la experiencia, de su alcance y del modo en el que la experiencia se traduce en la mente.
El problema del origen del conocimiento es un problema central en el movimiento empirista. El conocimiento se origina en la experiencia, y nada hay en la mente humana antes de la experiencia. Ello supone una crítica radical a la postura racionalista clásica -sostenida, entre otros, por Descartes- que juzgaba que sólo la mente o la razón era capaz de conoci¬miento. Un aspecto importante de esta crítica es el rechazo empirista a toda forma de ideas innatas o de ideas generales que la mente o la razón pueda mantener por sí misma, sin la contribución de la experiencia.
Todo conocimiento se reduce a una combinación de impresiones e ideas, que debe ser adecuada. Los distintos autores empiristas precisarán los ras¬gos de impresiones e ideas, llegando a soluciones tan dispares como las aportadas por Locke o Berkeley. El problema de los límites del conocimiento y de la certeza es un problema central en el empirismo, que expresará normas y métodos para establecer los límites del conocimiento y plantear los rasgos que deberá poseer todo conocimiento seguro y cierto.
El empirismo ha dedicado, desde Bacon y Hobbes, una decidida atención al lenguaje y a la crítica de las expresiones lingüísticas como expresiones de un conocimiento que se pretende fundado y cierto.
Frente a estos elementos, el racionalismo -representado por la tradición inaugurada por Descartes, y seguida por Spinoza y, en cierta medida, por Leibniz- parte del valor de la razón como origen del conocimiento. Todo conocimiento verdadero se origina en la razón, y la experiencia tiene valor sólo si se atiene a los dictados de la razón. Poseemos ideas innatas, de carácter general, compartidas por todos los hombres y que poseemos por el mero hecho de ser hombres. Uno de los rasgos fundamentales del racionalismo es la capacidad deductiva de la razón, que es un poder inherente a la razón misma: ésta puede establecer deducciones que, siempre que sean adecuadas y coherentes, serán válidas. El modelo de esta actitud se encuentra en el sistema de Descartes y en la ética de Spinoza, así como en las construcciones de los filósofos racionalistas más evidentes. Así pues, frente al empirismo, el racionalismo privilegia el valor de la razón humana y su universalidad frente al valor de la experiencia y del valor singular de las ideas e impresiones sensibles postuladas por los empiristas.
Sin embargo, no debe establecerse una rigurosa y puntual oposición entre ambas corrientes. Aunque ambas parten de principios diferentes, las dos tienen interés en una serie de elementos comunes como es el alcance y los límites del conocimiento, el problema de la certeza, la crítica de posiciones anteriores y la aplicación a la vida práctica. Las dos son posturas filosóficas que surgen en la modernidad europea -aun cuando tengan antecedentes en la filosofía anterior- y serán criticadas en la gran síntesis filosófica de Kant.

PÁRRAFO 8.- COMPENDIO DE UN LIBRO PUBLICADO RECIENTEMENTE TITULADO UN TRATADO DE LA NATURALEZA HUMANA

PÁRRAFO 8.- TODO LO QUE OCURRE ESTÁ GOBERNADO POR LA CAUSALIDAD
TEXTO
Es evidente que todos los razonamientos concernientes a cuestiones de hecho están fundados en la relación de causa y efecto, y que no podemos nunca inferir la existencia de un objeto a partir de otro, a menos que estén conectados entre sí, o bien mediata o inmediatamente. Con el fin, por lo tanto, de entender estos razonamientos, hemos de estar perfectamente familiarizados con la idea de causa; y con este fin, hemos de buscar en torno a nosotros para hallar algo que sea la causa de otra cosa.
TEXTO ORIGINAL
It is evident that all reasonings concerning matter of fact are founded on the relation of cause and effect, and that we can never infer the existence of one object from another, unless they be connected together, either mediately or immediately. In order, therefore, to understand these reasonings, we must be perfectly acquainted with the idea of a cause; and in order to that, must look about us to find something that is the cause of another.
COMENTARIOS PÁRRAFO 8
Todos los razonamientos referentes a los hechos están regidos por la relación causa-efecto. La causalidad es un principio del conocimiento que sirve para explicar y justificar lo que ya ha ocurrido; también sirve para predecir lo que ocurrirá. Desde siempre, el ser humano ha intentado averiguar las razones por las cuales las cosas y los fenómenos se producen; es decir, saber el cómo, el por qué y el para qué de las cosas.
A todo lo que existe lo consideramos consecuencia de otra cosa que la precede y de la cual se deriva. De todo pretendemos tener una explicación si somos capaces de saber qué lo produjo.
Esta averiguación de las causas es un retroceso en el tiempo, hacer una presuposición o una hipótesis de lo que pudo ser la causa y, en consecuencia, realizar una inferencia no deductiva.

PÁRRAFO 7.- COMPENDIO DE UN LIBRO PUBLICADO RECIENTEMENTE TITULADO UN TRATADO DE LA NATURALEZA HUMANA

PÁRRAFO 7.- COMPENDIO DE UN LIBRO PUBLICADO RECIENTEMENTE TITULADO UN TRATADO DE LA NATURALEZA HUMANA PÁRRAFO 7.- PRINCIPIO DEL EMPIRISMO. A TODA IDEA HAY QUE HALLARLE SU IMPRESIÓN
TEXTO
Nuestro autor piensa,«que ningún descubrimiento podría haberse hecho más felizmente para decidir todas las controversias relativas a las ideas que éste: que las impresiones son siempre los precedentes de ellas, y que toda idea con que sea equipada la imaginación, hace primeramente su aparición en una correspondiente impresión. Estas últimas percepciones son todas tan claras y evidentes, que no admiten controversia; si bien muchas de nuestras ideas son tan oscuras, que es casi imposible incluso para la mente, que las forma, decir exactamente su naturaleza y composición». De acuerdo con ello, cuando una idea es ambigua, nuestro autor apela siempre al recurso a la impresión, que ha de tornarla clara y precisa. Y cuando sospecha que un término filosófico no tiene idea alguna aneja a él (como es harto común) pregunta siempre ¿de qué impresión se deriva esta idea? Y si no puede aducir impresión alguna, concluye que el término carece de significado. De esta manera es como examina nuestra idea de sustancia y esencia; y sería de desear que este riguroso método fuera más practicado en todos los debates filosóficos.
TEXTO ORIGINAL
Our author thinks, ‘that no discovery could have been made more happily for deciding all controversies concerning ideas than this, that impressions always take the precedency of them, and that every idea with which the imagination is furnished first makes its appearance in a correspondent impression. These latter perceptions are all so clear and evident that they admit of no controversy; though many of our ideas are so obscure that it is almost impossible, even for the mind which forms them, to tell exactly their nature and composition.’ Accordingly, wherever any idea is ambiguous, he has always recourse to the impression, which must render it clear and precise. And when he suspects that any philosophical term has no idea annexed to it (as is too common) he always asks from what impression that idea is derived? And if no impression can he produced, he concludes that the term is altogether insignificant. It is after this manner he examines our idea of substance and essence; and it were to be wished that this rigorous method were more practised in all philosophical debates.
COMENTARIOS PÁRRAFO 7
Las impresiones siempre son anteriores a las ideas y cada idea de la imaginación tiene primero su aparición en una impresión correspondiente. No ocurre lo mismo con las ideas, que ni la misma mente puede a veces precisar su origen y naturaleza.
Ante cualquier duda sobre algún término hay que preguntarse por su impresión correspondiente y si no se la puede hallar, entonces tal idea se puede desechar por carecer de significado.
No se dice que sea verdadera o falsa sino sin significado, algo “sin sentido”, que para nada sirve. Con este criterio se analizan las ideas de sustancia y esencia.
Las posibilidades del conocimiento dependen directa¬mente de su origen y sus límites. Su origen es la experiencia, y sus límites, no van más allá de lo que la experiencia pueda ofrecernos; e incluso ni siquiera eso, dado que las ideas tampoco son un correlato perfecto de la experiencia más inmediata conocida a través de las impresiones. Así pues, la razón que es esclava de los sentidos y de las pasiones debe renunciar a sus pretensiones de conocimiento cuando pretenden ir más allá de lo directamente percibido. Y debe reconocer en consecuencia la imposibilidad de cualquier dogmatismo racional. Bajo este planteamiento Hume confiesa sin ambages:
"Por todo lo que se ha dicho hasta ahora, el lector advertirá fácilmente que la filosofía que se contiene en este libro es muy escéptica y está dirigida a darnos una noción de las imperfecciones y los estrechos límites del entendimiento humano"

EJERCICIO SELECTIVIDAD JUNIO 1998
TEXTO: Párrafo 7
CUESTIONES:
1) Explica el concepto de percepción según el texto
2) Explica el argumento por el que Hume propone un “riguroso método para los debates filosóficos”
REDACCIÓN: Empirismo, ciencia e Ilustración

ACLARACIONES: LA PRIORIDAD DE LAS IMPRESIONES SOBRE LAS IDEAS Y LA FORMULACIÓN DEL CRITERIO EMPIRISTA DE SIGNIFICADO

Como este criterio de significación es formulado por Hume dentro de «teoría de las ideas», que elabora en dependencia respecto de la tradición lockeana, será indispensable, para comprenderlo, partir de las nociones básicas de la teoría de Hume acerca de los elementos básicos del conocimiento: impresiones e ideas.
Hume comienza su teoría de las ideas dividiendo todas las percepciones de la mente humana, todo lo que se presenta a la conciencia, en impresiones e ideas, las cuales se diferencian en primera instancia por el grado de fuerza y vivacidad de su presencia ante la mente; la distinción entre impresiones e ideas se corresponde aproximadamente con la existente entre sentir y pensar. Dice Hume:

«Todas las percepciones de la mente humana se reducen a dos clases distintas, que denominaré IMPRESIONES e IDEAS. La diferencia entre ambas consiste en los grados de fuerza y vivacidad con que inciden sobre la mente y se abren camino en nuestro pensamiento o conciencia. A las percepciones que entran con mayor fuerza y violencia las podemos denominar impresiones; e incluyo bajo este nombre todas nuestras sensaciones, pasiones y emociones tal como hacen su primera aparición en el alma. Por ideas entiendo las imágenes débiles de las impresiones, cuando pensamos y razonamos.»

Como hemos visto, a aquellas percepciones que se presen¬tan ante la mente humana con mayor fuerza y violencia podemos denominarlas impresiones.
Estas impresiones pueden dividirse en dos clases: impresiones de sensación e impresiones de reflexión (pasiones y emociones)."
Por ideas, en cambio, entiende Hume -como también hemos visto- las percepciones más débiles o imágenes de las impresiones en el pensamiento y en el razonamiento.
En principio, parece que impresiones e ideas forman dos conjuntos en los que se corresponde un elemento de uno con uno del otro. Pero esto es así sólo en apariencia, porque hay que tener en cuenta la distinción entre percepciones (impresiones e ideas) simples y complejas, es decir, entre aquellas que no son distinguibles, analizables ni separables (la idea de «rojo», por ejemplo) y las que sí lo son (la de «auto-móvil»): «Las percepciones simples (impresiones o ideas) son tales que no admiten distinción ni separación. Las complejas son lo contrario que éstas, y pueden dividirse en partes.»"
La correspondencia general entre impresiones e ideas presenta el problema de que hay ideas que no se corresponden con impresiones e impresiones complejas que no son copia¬das exactamente por ideas. Esa es la razón de que Hume, en un principio, sólo pueda afirmar la correspondencia entre impresiones e ideas simples.
Una vez establecida la correspondencia, Hume intentará establecer -como era de esperar en una filosofía empirista el punto central de toda su teoría del conocimiento: la prioridad de las impresiones simples frente a las ideas simples, aunque luego tratará de hacer extensiva esta tesis a todas las ideas.
Hume prueba dicha prioridad aludiendo a una serie de fenómenos en los que se observa una conjunción constante entre impresiones e ideas, en las que las impresiones ocupan el primer lugar." Los ejemplos-prueba que aduce Hume en favor de la prioridad de las impresiones frente a las ideas son los siguientes:
A. Para aprender el uso de un término referido a una sensación («rojo», por ejemplo) no podemos recurrir a una definición conceptual sino ostensiva (mostrar un ejemplo o varios del color rojo).
B. No podemos generar una impresión pensando simplemente en ella, es decir, a través de su idea.
C. Cuando falta algún sentido no tenemos ideas referidas a las sensaciones de ese sentido y, por tanto, tampoco pode¬mos utilizar correctamente los términos referidos a ellas (un ciego no sabe utilizar con perfección el lenguaje visual).
Además, no basta sólo con poseer la facultad correspondiente, sino que es necesario para tener la idea haberla aplicado a la correspondiente sensación.
Todos estos fenómenos parecen apoyar la prioridad de las impresiones simples respecto de las ideas también simples. Pero Hume tiene también que mostrar que esa prioridad se da entre las impresiones e ideas complejas.
Ahora bien, como Hume concibe atomísticamente las ideas e impresiones complejas como simple suma de ideas e impresiones simples y particulares, y las ideas secundarias o «ideas de ideas» -las que componen nuestros razonamientos sobre ideas primarias- remiten también por medio de las ideas primarias a las correspondientes impresiones, se podrá afirmar con carácter general lo que Hume llama «el primer principio de la ciencia de la naturaleza humana»: «Las ideas están precedidas por otras percepciones más vivaces de las que derivan y a las que representan.»
Una vez establecida la prioridad de las impresiones respecto a las ideas Hume tratará de establecer la derivación de éstas a partir de aquéllas y el modo en que se produce tal derivación. De aquí extraerá lo que se denomina «principio de derivación de las ideas a partir de las impresiones», lo que constituye un mero corolario del de prioridad, que es el verdaderamente importante:
«todas nuestras ideas simples, en su primera aparición, derivan de impresiones simples, que se corresponden con ellas y a las que representan exactamente.»
En resumen, las ideas fundamentales de Hume acerca de las relaciones entre impresiones e ideas son:
A. Existe una correspondencia -como hemos dicho ya entre la mayoría de impresiones e ideas. Además, incluso en el caso de que tal correspondencia no se diese, las impresiones . seguirían siendo los materiales de que se componen las ideas.
B. Como consecuencia de lo anterior, Hume podrá afirmar que la existencia de cualquier idea exige de hecho -aunque no lógicamente- la existencia de una impresión anterior con la que se corresponde o a partir de la cual está formada. Por tanto, las ideas representan o remiten a unas impresiones precedentes, e incluso en algunos casos esto sucede de modo exacto."

PÁRRAFO 6.- COMPENDIO DE UN LIBRO PUBLICADO RECIENTEMENTE TITULADO UN TRATADO DE LA NATURALEZA HUMANA

PÁRRAFO 6.- TODA IDEA SE DERIVA DE UNA IMPRESIÓN ANTERIOR
TEXTO
La primera proposición que anticipa, es que todas nuestras ideas, o percepciones débiles, son derivadas de nuestras impresiones, o percepciones fuertes y, que nunca podemos pensar en cosa alguna que no hayamos visto fuera de nosotros, o sentido en nuestras propias mentes. Esta proposición parece ser equivalente a aquella que tanto esfuerzo le costó establecer al Sr. Locke, a saber, que no hay ideas innatas. Sólo cabe observar, como una inexactitud de ese famoso filósofo, que comprende todas nuestras percepciones bajo el término de idea, en el cual sentido es falso que no tengamos ideas innatas. Pues es evidente que nuestras percepciones más fuertes, o impresiones, son innatas, y que la afección natural, el amor a la virtud, el resentimiento, y todas las demás pasiones, surgen inmediatamente de la naturaleza. Estoy persuadido de que quienquiera que considerase la cuestión a esta luz, sería fácilmente capaz de reconciliar todas las partes. El Padre Malebranche se encontraría en un atolladero para señalar un pensamiento de la mente que no representase algo antecedentemente sentido por ella, o bien internamente, o por medio de los sentidos externos; y tendría que admitir que aun cuando podamos componer, y mezclar, y aumentar, y disminuir nuestras ideas, todas ellas son derivadas de estas fuentes. El Sr. Locke, por otra parte, reconocería fácilmente que todas nuestras pasiones son un género de instintos naturales, no derivadas sino de la constitución original de la mente humana.
TEXTO ORIGINAL
The first proposition he advances is that all our ideas, or weak perceptions, are derived from our impressions, or strong perceptions, and that we can never think of anything which we have not seen without us, or felt in our own minds. This proposition seems to be equivalent to that which Mr. Locke has taken such pains to establish, viz. that no ideas are innate. Only it may be observed, as an inaccuracy of that famous philosopher, that he comprehends all our perceptions under the term of idea, in which sense it is false that we have no innate ideas. For it is evident our stronger perceptions or impressions are innate, and that natural affection, love of virtue, resentment, and all the other passions, arise immediately from nature. I am persuaded whoever would take the question in this light, would be easily able to reconcile all parties. Father Malebranche would find himself at a loss to point out any thought of the mind which did not represent something antecedently felt by it, either internally, or by means of the external senses, and must allow that however we may compound, and mix, and augment, and diminish our ideas, they are all derived from these sources. Mr. Locke, on the other hand, would readily acknowledge that all our passions are a kind of natural instincts, derived from nothing but the original constitution of the human mind.
COMENTARIOS PÁRRAFO 6
Las impresiones son anteriores y la causa de las ideas. Ello permite negar las ideas innatas, las ideas son siempre consecuencia de impresiones anteriores.
Los empiristas rechazan que la naturaleza humana disponga de ideas innatas. Toda idea procede siempre de un modo mediato o inmediato de una impresión anterior de la que es copia. El entendimiento humano no tiene facultades propias y autónomas, como pretenden los racionalistas al defender el innatismo de algunas ideas. Por el contrario el entendimiento es tan solo una función importante aunque subsidiaria de los sentidos (sensación y sentimiento), como afirman los empiristas. Si la razón fuera autónoma el proyecto del conocimiento prácticamente no tendría límites. Pero la razón es sierva de los sentidos y de las pasiones, y sus límites dependen totalmente de nuestra misma finitud. El criterio de verdad cambia radicalmente según que sea la razón o los sentidos los que imponen sus leyes de funcionamiento a las demás facultades.

El rechazo del innatismo de las ideas es absoluto en Hume, pero más matizado que el de Locke. Locke comprendía dentro del término idea, tanto las sensaciones como las reflexiones, lo originado en los sentidos y lo originado en el entendimiento y rechazó así el posible innatismo de ambos tipos de ideas por igual. Al contrario, Hume, separa entre impresiones e ideas, y niega el innatismo de las segundas, pero a su vez instaura un nivel de conocimiento básico, el de las impresiones. Y es este nivel, especialmente la pasiones, el que hay que reconocer como innato, como también ocurre con el instinto animal, aunque esto no pueda servir ya de consuelo a los racionalistas . Por ello afirma en contra de Locke:
"Porque es evidente que nuestras percepciones más fuertes o impresiones, son innatas y que la inclinación natural, el amor a la virtud el resentimiento y todas las otras pasiones, surgen inmediatamente de la naturaleza"

ACLARACIONES: TERMINOLOGÍA

ILUSTRACIÓN
MOVIMIENTO CULTURAL DEL SIGLO XVIII (O “SIGLO DE LAS LUCES”) QUE CONSIDERA IMPRESCINDIBLE EL EJERCICIO DE LA RAZÓN PARA ILUMINAR O ACLARAR TODAS LAS DIMENSIONES DE LA EXISTENCIA HUMANA (CONOCIMIENTO, RELIGIÓN, ÉTICA, POLÍTICA,...).
Este movimiento intelectual tiene destacados representantes en Inglaterra (Locke), Alemania (Wolff y Kant) y en Francia (Voltaire y Rousseau) en donde culmina con la publicación de la “Enciclopedia” por Diderot y d’Alembert.
Los ilustrados se consideraron a sí mismos defensores de un nuevo orden intelectual, orden ajeno al pensamiento tradicional y capaz de superar las limitaciones de la Edad Media (a la que consideraron un período de “oscuridad”). El proyecto ilustrado que defendieron consistió en proponer el ejercicio de la razón para iluminar todos los aspectos de la vida humana. En su obra “Respuesta a la pregunta ¿qué es la Ilustración?” Kant nos dice que este movimiento intenta liberar al hombre de su “culpable incapacidad”: incapacidad por no ser el hombre (tanto el hombre concreto como la propia sociedad) capaz de darse a sí mismo sus propias leyes y normas de conducta, y culpable porque este defecto no se basa en una dificultad que dependa de la naturaleza, como ocurre en el caso de los niños, sino del temor, la cobardía y la falta de decisión. La naturaleza ha dado a todo hombre el instrumento adecuado para que sea dueño de sí mismo y no necesite el control o la tutoría de nadie: la razón. Ésta no es una instancia que esté fuera de nosotros mismos pues nos pertenece como uno de nuestros rasgos más propios. De este modo, el proyecto Ilustrado es esencialmente un proyecto de búsqueda de autonomía, de libertad; de libertad de pensamiento frente a la autoridad, la religión o la tradición, de libertad moral y –como se verá en la Revolución Francesa, una de las consecuencias de este movimiento– de libertad política. Como dice Kant, la Ilustración es el paso a la mayoría de edad y se resume en el lema “atrévete a pensar”.
Los dos ámbitos principales a los que se ha de dirigir la razón para iluminarlos son la Naturaleza y la vida social y política. Creyeron encontrar en la física de Newton la realización del primer ideal. Y en las sucesivas reformas sociales y políticas que culminan en la Revolución Francesa, las consecuencias del segundo ideal.

CONOCIMIENTO DE CUESTIONES DE HECHO
O CONOCIMIENTO EMPÍRICO. SE BASA EN LA OBSERVACIÓN Y LA EXPERIENCIA, Y SE REFIERE A LOS HECHOS, A TODO AQUELLO QUE SE OFRECE A LA PERCEPCIÓN. NO PERMITE UN SABER ESTRICTO, PUESTO QUE SON POSIBLES HECHOS TOTALMENTE DISTINTOS A LOS QUE HASTA AHORA HEMOS EXPERIMENTADO (LO CONTRARIO DE UN HECHO SIEMPRE ES POSIBLE).
En “Investigación sobre el entendimiento humano”, IV, Hume asegura que “Todos los objetos cuya investigación se propone la razón humana, se dividen naturalmente en dos clases; la primera comprende las relaciones de ideas, la segunda, las cuestiones de hecho. A la primera pertenecen todas las proposiciones de geometría, de álgebra y de aritmética; en una palabra, todas las que son o intuitivamente o demostrativamente ciertas... En cambio, no se establece así la certeza de las cosas de hecho, que componen la segunda clase de los objetos sobre los que se ejerce la razón: por grande que pueda ser esta certeza, es de una naturaleza distinta. Lo contrario de cada hecho siempre es posible, y como nunca puede implicar contradicción, el espíritu lo concibe tan distinta y tan fácilmente como si fuera verdadero y conforme a la realidad. El ‘Sol saldrá mañana’, y el ‘Sol no saldrá mañana’, son dos proposiciones tan inteligibles y tan poco contradictorias la una como la otra... Los razonamientos que hacemos sobre la cosas de hecho, parece que todos tienen como fundamento la relación de causa y de efecto. Esta es la única que puede llevarnos más allá de la evidencia de los sentidos y de la memoria”.
El conocimiento de cuestiones de hecho se refiere al mundo empírico y se fundamenta en la experiencia. Al contrario que en matemáticas y lógica, no permite un saber estricto (universal y necesario) sino basado en la probabilidad, y ello porque lo contrario de cada hecho siempre es posible, aunque tal vez sea extraño o raro en relación con nuestra experiencia pasada.
Los hechos son los sucesos que ocurren en el mundo, los comportamientos de las cosas tal y como se muestran a los sentidos. Los hechos físicos se dan en el tiempo y en el espacio, y los hechos psíquicos o mentales en el tiempo. Llamamos “experiencia” al conjunto de hechos percibidos. A unos hechos les suceden otros hechos, pero el vínculo entre los hechos es contingente: es así, pero no es absurdo –no atenta contra el principio de contradicción– que pueda ser de otro modo. No hay que confundir lo extraño con lo absurdo: lo extraño o raro es aquello que no coincide con nuestras experiencias pasadas, lo absurdo es lo contradictorio, aquello que va en contra de las leyes fundamentales de la lógica. Sólo podemos hablar de necesidades para referirnos a aquello cuya negación da lugar a contradicciones (por ejemplo, que la suma de los ángulos de un triángulo sea 180 grados es necesario porque la negación de esta característica es contradictoria con la idea de triángulo), pero de ninguna cuestión de hecho podemos decir que sea necesaria, puesto que toda cuestión de hecho se refiere no a una idea, sino al modo empírico de darse las cosas; esto quiere decir que por haber experimentado habitualmente que el fuego quema, no podemos decir que necesariamente deba quemar, que siempre, en todos los casos y en todo tiempo deba quemar. Para Hume es posible todo lo que no es contradictorio, todo lo que no es absurdo: un triángulo cuadrado es un absurdo y nunca será posible; sin embargo que tras la noche no aparezca el sol no es absurdo, aunque desde el punto de vista de nuestra experiencia pasada sea extraño; que tras aproximar la mano al fuego no sintamos dolor no es absurdo, aunque sí extraño. Es posible que mañana no salga el sol, que no sintamos dolor al aproximar la mano al fuego, y así con todos los hechos y las relaciones entre hechos.
Para el empirismo la realidad es el conjunto de hechos, tanto físicos como psíquicos, que nosotros podemos experimentar. Llamamos conocimiento empírico o fáctico al conocimiento de los hechos; el conocimiento de las ciencias naturales es conocimiento empírico. Dado que este conocimiento no se refiere ni a esencias ni a relaciones esenciales, que no se refiere a lo necesario sino a los hechos, a lo contingente, los empiristas tenderán a rebajar el valor del conocimiento de las ciencias de lo real: la filosofía anterior creía posible el conocimiento estricto de lo real (universal y necesario), ahora se va a considerar que esto no es así, que de lo real sólo cabe un conocimiento probabilístico (particular y contingente).

CONOCIMIENTO DE RELACIONES ENTRE IDEAS
NO SE BASA EN LA EXPERIENCIA SINO EN CRITERIOS MERAMENTE LÓGICOS COMO EL DE NO CONTRADICCIÓN. NO SE REFIERE A LAS COSAS FÍSICAS SINO A NUESTRAS PROPIAS IDEAS. DA LUGAR A CONOCIMIENTO ESTRICTO. INCLUYE LA MATEMÁTICA Y LA LÓGICA.
La matemática y la lógica son conocimientos que se refieren a las relaciones entre ideas y que se alcanzan mediante el ejercicio de la razón, y no por la observación y la experiencia. Su verdad depende exclusivamente del principio de no contradicción, de requisitos puramente formales, pero no de cuestiones de hecho, por lo que establecen relaciones necesarias. Su veracidad no puede ser refutada por ninguna experiencia, ya que, propiamente, no se refieren a las cosas que se ofrecen en la experiencia. “Las proposiciones de este género se descubren por simples operaciones del pensamiento, y no dependen en nada de las cosas que existen en el Universo. Aunque no hubiese ni círculo, ni triángulo en la naturaleza, los teoremas demostrados por Euclides conservarían igualmente su evidencia y su verdad siempre” (“Investigación sobre el entendimiento humano”, IV). Utilizando la terminología kantiana, podríamos decir que son proposiciones a priori y analíticas.

EMPIRISMO
TEORÍA FILOSÓFICA SEGÚN LA CUAL EL ORIGEN Y LÍMITES DEL CONOCIMIENTO ES LA EXPERIENCIA Y, EN ÚLTIMO TÉRMINO, LA PERCEPCIÓN.
El término empirismo viene de la voz griega "empeiría" que se puede traducir como "experiencia". Cuando hablamos de "experiencia" en este contexto nos referimos más exactamente a la experiencia sensible o conjunto de percepciones. En un sentido amplio llamamos empirista a toda teoría filosófica que considera los sentidos como las facultades cognoscitivas adecuadas para la adquisición del conocimiento. A lo largo de la historia de la filosofía se han dado muchas formas de empirismo, unas radicales y otras moderadas; por ejemplo en la filosofía griega se puede citar la filosofía aristotélica y la filosofía atomista como filosofías más empiristas que la de Platón o la de Parménides. En el pensamiento medieval también encontramos autores muy inclinados al empirismo, como Guillermo de Occam, en la filosofía moderna el empirismo clásico, y en el siglo XX el neopositivismo.
En sentido estricto, utilizamos el término “empirismo” para referirnos al empirismo clásico o empirismo inglés, movimiento filosófico que habitualmente se contrapone al racionalismo clásico y que se caracteriza por las siguientes notas:
1. Los autores más importantes nacieron en las Islas Británicas, entre los siglos XVII y XVIII (Edad Moderna) y sus representantes más destacados son John Locke (1632-1704), George Berkeley (1685-1753) y David Hume (1711-1776), a quien se considera su máximo y más radical representante.
2. El objeto del conocimiento son las ideas, no el mundo exterior.
3. El origen del conocimiento está en los sentidos.
4. Rechaza las ideas innatas.
5. La experiencia (tanto la interna como la externa) es el criterio de validez y el límite del conocimiento; la experiencia interna es la percepción interna, la percepción de la propia vida anímica; la experiencia externa es la percepción externa o percepción de los objetos físicos.
6. Niega la intuición intelectual, aceptando sólo la intuición empírica, la intuición sensible.
7. Acepta la deducción sólo para la lógica y las matemáticas, y cree que para el conocimiento del mundo sólo es adecuada la inducción.
8. Toma como modelo de ciencia la Ciencia Natural.
9. Da –particularmente Hume– explicaciones psicologistas: reduce los distintos ámbitos de objetividad (el científico, el moral y el estético) a mecanismos, procesos y actividades psicológicos.
10. Apoya los ideales éticos y políticos de la Ilustración.

EXPERIENCIA
PARA EL EMPIRISMO LA EXPERIENCIA ES SINÓNIMO DE PERCEPCIÓN (O MEJOR, DEL CÚMULO DE PERCEPCIONES), TANTO DE LA PERCEPCIÓN EXTERNA COMO DE LA PERCEPCIÓN INTERNA.
La percepción externa nos permite el conocimiento del mundo exterior y la percepción interna el conocimiento de nuestra propia vida psíquica. Las dos tesis características del empirismo son:
• la experiencia es el origen de nuestro conocimiento;
• la experiencia es también su límite.
Los elementos básicos que forman el conocimiento humano son las sensaciones pues nuestro conocimiento comienza con la experiencia o percepción de la realidad y termina en la experiencia o percepción. Esto último quiere decir que sólo podremos conocer aquello que se muestre en nuestra experiencia, no lo que esté más allá de ella. Todos los empiristas aceptaron la primera tesis citada más arriba: no existe en nuestra mente un conocimiento del mundo anterior al trato o experiencia que tenemos de él, la mente es como un papel en blanco; de este modo negaron el innatismo en el conocimiento (lo contrario precisamente del racionalismo). En cuanto a la segunda tesis, o afirmación de que nada que no se ofrezca en la experiencia puede ser conocido, las posiciones de los empiristas de esta época fueron distintas: Locke aceptó la posibilidad de alcanzar realidades que están más allá de la experiencia, tanto las relativas al alma y Dios como las relativas a la existencia del mundo material. Berkeley consideró posible el conocimiento de las substancias espirituales, pero negó la existencia del mundo material. Hume fue el filósofo más coherente al mostrar que si aceptamos el valor de la experiencia como criterio de verdad y llevamos hasta el final esta tesis, sólo podemos creer que existen nuestras propias percepciones, por lo que debemos negar la posibilidad de conocer el mundo físico, Dios y el alma humana, y concluir en un punto de vista claramente fenomenista.

PERCEPCIONES
PARA HUME, TODO CONTENIDO DE LA MENTE. SE DIVIDEN EN IMPRESIONES E IDEAS Y EN SIMPLES Y COMPLEJAS.
Los términos que emplea Hume para referirse al mundo psíquico son imprecisos y en muchos casos fomentan la confusión. Esto es lo que ocurre precisamente con este término. Parece razonable intentar dar un nombre a todo lo que se encuentra en la mente: del mismo modo que puede interesarnos dar un nombre genérico a todo lo que podemos encontrar en el mundo físico (tal vez el de “cosa”), también podemos considerar conveniente dar un nombre a todo lo que encontramos en el mundo psíquico; los empiristas no se pusieron de acuerdo respecto de éste término genérico, y así Locke empleó el de “idea” y Hume el de “percepción”. Hume llama “percepción” a todo lo que podemos encontrar en la mente, tanto a los objetos de nuestras vivencias (como las sensaciones, los sentimientos, las pasiones o los pensamientos) como a las vivencias mismas (a los propios actos de percepción, pensamiento, sentimiento o voluntad). El uso que hace Hume de esta palabra es equívoco puesto que sirve tanto para designar un tipo específico de estado mental (lo que habitualmente llamamos percepción, el acto de ver, oír, tocar, ...) como para referirse a todo lo que se encuentra en nuestra mente (pensamientos, deseos, emociones, recuerdos, percepciones en sentido estricto, ...).
Hume presenta varias clasificaciones de las percepciones, pero las más importantes son las dos siguientes:
• atendiendo a la primacía y origen se dividen en impresiones e ideas
• atendiendo a si son compuestas o no en simples y complejas:
• percepciones simples: son las percepciones (tanto impresiones como ideas) que no pueden descomponerse en percepciones más elementales. La percepción del color negro de mi mesa es una impresión simple, el recuerdo de dicho color una idea simple. La percepción de la mesa misma es una percepción compleja, más exactamente una impresión compleja: se compone de las impresiones simples de su color, su forma, y, si también la estoy tocando, su textura, grado de calor,... Si cierro los ojos y reproduzco con mi imaginación la percepción anterior, tengo una idea compleja.
• percepciones complejas: las percepciones (tanto impresiones como ideas) que admiten una descomposición en percepciones simples.

A toda idea simple le corresponde siempre una impresión simple, puesto que es una imagen o copia de ésta última. Pero no ocurre que a toda idea compleja le corresponda una impresión compleja, pues mi fantasía puede mezclar a capricho las distintas ideas simples creando entidades fantásticas.
“Todas las percepciones de la mente humana se reducen a dos clases distintas, que denominaré impresiones e ideas. La diferencia entre ambas consiste en los grados de fuerza y vivacidad con que inciden sobre la mente y se abren camino en nuestro pensamiento o conciencia. A las percepciones que entran con mayor fuerza y violencia las podemos denominar impresiones; e incluyo bajo este nombre todas nuestras sensaciones, pasiones y emociones tal como hacen su primera aparición en el alma. Por ideas entiendo las imágenes débiles de las impresiones, cuando pensamos y razonamos” (“Tratado de la Naturaleza Humana” I, 1, 1). A pesar de que unas líneas más abajo del texto citado Hume dice expresamente que no es “necesario gastar muchas palabras para explicar esta distinción”, la diferencia entre ambos tipos de percepciones o de estados mentales no es clara. Hume parece utilizar dos criterios para distinguirlas:
• por un lado, la intensidad: las impresiones tienen más fuerza y vivacidad que las ideas; Hume pone como ejemplos de impresiones las sensaciones, pasiones y emociones, tal y como hacen su primera aparición en el espíritu, y de ideas los recuerdos, las imágenes de las fantasía y los pensamientos;
• por otro, el origen: “todas nuestras ideas simples, en su primera aparición se derivan de impresiones simples, a las que corresponden y representan exactamente”, las ideas son copias o imágenes atenuadas de las impresiones.
El segundo criterio es más adecuado que el primero puesto que, como el propio Hume reconoce, en algunos casos como el sueño o en ciertos estados de locura, algunas ideas pueden vivirse con tanta fuerza como las impresiones, y, al revés, a veces algunas impresiones son tan débiles que no podemos distinguirlas de nuestras ideas.

IMPRESIONES: CONCEPTO Y TIPOS
PARA HUME, LOS PRIMEROS DATOS DE NUESTRA MENTE CUYAS MODIFICACIONES DAN LUGAR AL RESTO DE PERCEPCIONES QUE APARECEN EN ELLA. SON LAS SENSACIONES, PASIONES Y EMOCIONES QUE INCIDEN CON FUERZA Y VIVACIDAD EN NUESTRA MENTE.
Son las percepciones o vivencias fundamento de todo nuestro conocimiento. Las divide de dos formas:
• atendiendo a si son consecuencia de la supuesta influencia del mundo exterior o de si dependen de la capacidad de la mente para captarse o percibir sus propios estados o ideas: impresiones de sensación e impresiones de reflexión;
• impresiones de reflexión: las pasiones y las emociones, como el deseo o la aversión, el miedo o la esperanza. En gran medida se derivan de nuestras ideas, bien sea porque la imaginación nos presenta una imagen de una situación (como la perspectiva de un examen) que provoca una respuesta emotiva, bien sea como consecuencia del recuerdo (como cuando recordamos una escena que nos provocó dolor) y que provocará la aparición de la impresión de reflexión que llamamos temor. Son consecuencia de la reflexión o capacidad de la mente para captarse o percibirse a sí misma.
• impresiones de sensación: las sensaciones de dolor y placer y las impresiones sensoriales (lo que nosotros llamamos ahora sensaciones: las de calor, color, tacto, olor, sonidos, formas... ). Cuando se expresa del modo habitual o tradicional Hume nos dice que son consecuencia de la influencia del mundo físico sobre nuestros sentidos, pero en algunos textos es más fiel a las tesis básicas de su filosofía, particularmente a su idea de que no sabemos si existen realmente los cuerpos, y nos dice por ejemplo que “surgen en el alma a partir de causas desconocidas”.
• atendiendo a su complejidad: impresiones simples e impresiones complejas.
• impresiones simples: las que no se pueden descomponer en otras más básicas. Son como las ideas simples de Locke, por ejemplo la sensación de verde que sentimos cuando vemos la hierba, o la sensación táctil concreta que siento cuando la toco.
• impresiones complejas: las que pueden descomponerse en percepciones o impresiones más simples. Mi percepción del ordenador que está en mi mesa es una impresión compleja pues consta de las impresiones más elementales de su color, tamaño, forma, ...

IDEAS: CONCEPTO Y TIPOS
PARA LOCKE, TODO LO QUE HAY EN LA MENTE. PARA HUME, LAS IMÁGENES DEBILITADAS DE LAS IMPRESIONES.
Siguiendo a Descartes, Locke llamó “ideas” a todo lo que se ofrece a la percepción interna, es decir a todo contenido de conciencia. En la terminología de Hume, es lo que éste llama “percepción”. Es el término más genérico que podemos utilizar para referirnos a lo que se encuentra en la mente: en este sentido son ideas los pensamientos, las sensaciones, los recuerdos, las fantasías, pero también los deseos, los sentimientos y las emociones. Sin embargo, en Hume el término “idea” tiene un significado más restringido: a todo lo que encontramos en la mente le llama percepción y divide a éstas en impresiones e ideas: las ideas son las imágenes debilitadas de las impresiones, como cuando pensamos, imaginamos o recordamos.

A. IDEAS SIMPLES
Para Locke eran las ideas más elementales, los “átomos” del conocimiento, irreductibles a ideas más básicas, y las dividió en ideas de sensación e ideas de reflexión. Hume las identificó con un tipo de percepciones, las percepciones copias de las impresiones cuya combinación da lugar a las ideas complejas.
• Ideas simples de reflexión: son para Locke las ideas que se refieren a la propia vida psíquica y de las que tenemos noticia por experiencia interna o percepción interna, como la idea de dolor, de alegría, ...
• Ideas simples de sensación: son para Locke las ideas que aparecen en la experiencia externa o percepción externa. Se identifican con lo que ahora llamamos sensaciones. Se dividen en ideas de cualidades primarias e ideas de cualidades secundarias. Siguiendo a Galileo y a Descartes, Locke consideró que no todas las ideas de sensación tienen una validez objetiva, no todas representan propiedades reales de los objetos. A las ideas que representan propiedades reales de los objetos, propiedades que realmente se encuentran en las cosas físicas, les dio el nombre de “ideas de cualidades primarias” y a las que no representan cualidades realmente existentes, y que son en este sentido subjetivas, el nombre de “ideas de cualidades secundarias”. Como ejemplos de cualidades primarias cita Locke la extensión, solidez, forma, movilidad y reposo y número; como ejemplos de cualidades secundarias cita los colores, los sonidos, el calor, olor y gustos. Las ideas de las cualidades secundarias no representan nada de los objetos mismos, en los objetos solo existen unas potencias para producir en nosotros dichas sensaciones por medio de las cualidades primarias. Locke consideró que las cualidades secundarias no existen propiamente en los objetos, pero sí las primarias; Berkeley radicalizó este punto de vista al considerar que ninguna de las ideas de sensación tienen una correspondencia con realidades exteriores a ellas mismas (para él no existe la materia).

B. IDEAS COMPLEJAS
Locke y Hume utilizaron este título para referirse a aquellas ideas que se forman a partir de las ideas simples; son fundamentalmente las de relaciones, modos y substancias.
• Ideas de Modos: para Locke los modos son las ideas complejas que se refieren a propiedades que no subsisten por sí mismas sino que dependen de las substancias. Pone como ejemplos las ideas de triángulo, gratitud y asesinato. También Hume utiliza esta expresión para referirse a las ideas complejas que describen propiedades que se predican de las cosas, como la idea de belleza, o la idea de baile.
• Ideas de Relaciones: Locke y Hume afirmaron que las ideas complejas son consecuencia de la comparación de una idea con otra (idea de padre, idea de antes, después, arriba, mucho, poco, ...).
• Ideas de Substancias: Locke y Hume llaman de este modo a las ideas complejas que representan cosas particulares que subsisten por sí mismas. Locke consideró que las ideas de substancias tienen un valor objetivo, pues podemos conocer nuestra mente mediante una certeza basada en la intuición, las substancias físicas mediante la sensación y la substancia infinita o Dios mediante una certeza demostrativa (creyó posible demostrar su existencia mediante el principio de la causalidad). Berkeley rechazó la objetividad de las ideas de substancias materiales y aceptó las de substancias espirituales (tanto las humanas o finitas como la infinita o Dios). Hume rechazó la objetividad de las ideas de substancias físicas y de las ideas de substancias espirituales.

PÁRRAFO 5: COMPENDIO DE UN LIBRO PUBLICADO RECIENTEMENTE TITULADO UN TRATADO DE LA NATURALEZA HUMANA

PÁRRAFO 5.- PERCEPCIONES, IMPRESIONES E IDEAS
TEXTO
Nuestro autor comienza con algunas definiciones. Llama percepción a cualquier cosa que pueda presentarse a la mente, sea que empleemos nuestros sentidos, o que nos impulse la pasión, o que ejercitemos nuestro pensamiento y reflexión. Divide nuestras percepciones en dos géneros, a saber, impresiones e ideas. Cuando sentimos una pasión o emoción de cualquier género, o tenemos las imágenes de objetos externos transmitidas por nuestros sentidos, la percepción de la mente es lo que él llama una impresión, que es una palabra que emplea en un nuevo sentido. Cuando reflexionamos sobre una pasión o un objeto que no está presente, esta percepción es una idea. Impresiones, por lo tanto, son nuestras percepciones vívidas y fuertes; ideas son las más pálidas y débiles. Esta distinción es evidente; tan evidente como la que hay entre sentir y pensar.
TEXTO ORIGINAL
Our author begins with some definitions. He calls a perception whatever can be present to the mind, whether we employ our senses, or are actuated with passion, or exercise our thought and reflection. He divides our perceptions into two kinds, viz. impressions and ideas. When we feel a passion or emotion of any kind, or have the images of external objects conveyed by our senses, the perception of the mind is what he calls an impression, which is a word that he employs in a new sense. When we reflect on a passion or an object which is not present, this perception is an idea. Impressions, therefore, are our lively and strong perceptions; ideas are the fainter and weaker. This distinction is evident; as evident as that betwixt feeling and thinking.
COMENTARIOS PÁRRAFO 5
Percepción es todo lo que está presente en la mente (de lo que se tiene conciencia), bien sea por los sentidos, por la pasión, reflexión o el pensamiento.
Las percepciones son impresiones e ideas. Se diferencian entre sí por la fuerza o intensidad con que se sienten: son como sentir y pensar. Las impresiones son fuertes las ideas son débiles.
Las impresiones.
De igual modo que se cuestiona la existencia de un sujeto, también se debe dilucidar la naturaleza de las ideas, sin darlas por supuestas, en tanto que autónomas, como habían hecho anteriormente Descartes y Locke.
Para Hume lo primero que se presenta al desenvolvi¬miento natural de nuestra subjetividad no son las ideas. El ser humano sólo está seguro, en primera instancia, de que "percibe"; es decir, de que "conecta" con un mundo, ya sea exterior o interior, que se le presenta sin previo aviso. Pero esta conexión de la subjetividad con el mundo externo y consigo misma. ¿qué nos entrega?: entrega impresiones, es decir, impactos. No se puede retroceder a elementos más primigenios. Y ¿en qué consiste este ser impresionado, como primer dato original con el que se' cuenta para poder conocer?, ¿cómo soy impresionado, por qué canales?: manifiestamente son los sentidos externos los primeros en ofrecerme información; y junto a ellos mi propia capacidad de sentir internamente, lo que no es otra cosa que las pasiones y las emociones, que sin previo aviso, al puro contacto con mis vivencias, me sobrevienen impactándome y haciéndome sentir (tener sentimientos). De aquí que "Llama percepción a todo aquello que está presente en el espíritu, ya sea que empleemos nuestros sentidos, o estemos movidos por la pasión" (1. 73-75).
El organismo vital humano se pone a funcionar naturalmente, en primer lugar, a través de las impresiones, ya sean sensaciones o pasiones que a su vez aparecen y desaparecen de un modo fugaz y desorganizado. Y es aquí donde interviene una segunda instancia de la naturaleza humana: la memoria. La memoria recoge el aluvión de nuestras fugaces impresiones y les imprime constancia en nuestro ser. Las cosas ganan ahora una primera escala de orden: permanecen en la sucesividad y continuidad espacial y temporal de mis percepciones, y no según el tiempo y el espacio exteriores. Las ideas surgen, precisamente en este mundo de mis percepciones de memoria. Las ideas en la medida en que pueden superar la fugacidad de las impresiones, mediante la memoria, suponen un primer ordenamiento del mundo. Sin embargo, las ideas dependerán totalmente de las impresiones, de ellas surgen y sin ellas nunca pueden aposentarse en nosotros. Además, las ideas, por su naturaleza secundaria, pierden vivacidad. No son la realidad ni las percepciones, sino más bien copia de la realidad tal y como la percibimos a través de las impresiones. Y en la medida en que son copias esta función reproductora de la memoria surge ya imperfecta pues cabe siempre una reproducción defectuosa de la realidad, ya sea por omisión o por olvido.
Fl psiquismo humano cuenta también con una función creadora: la imaginación. De todas nuestras impresiones convertidas en ideas, la imaginación tiene la facultad de seleccionar, unir, separar y organizar entre sí cualesquiera ideas. Podemos componer el mundo a la medida de nuestras necesidades. Pero, una vez más, las cosas pierden su primera vivacidad y por tanto su primer ser, abocándonos a un posible laberinto de autoengaños, a no ser que nos volvamos a retrotraer a su origen.
En resumen, la naturaleza humana trabaja con percepciones: impresiones e ideas. Las impresiones son el lenguaje inmediato de la vida, lo que nosotros constatamos que las cosas son en su surgir. Apenas ,se nos han presentado, ya las hemos perdido, quedándonos a cambio los tenues apuntes, directos de la memoria, e indirectos de la imaginación, las ideas. Por ello las "impresiones" son nuestras percepciones 'más vivas y fuertes", y las "ideas" son las "más borrosas y débiles" (1. 84-85).
Locke había dividido las ideas en simples y en complejas, así como también en ideas de sensación e ideas de reflexión. También según Hume tenemos impresiones que proceden de nuestro cuerpo (lo dulce, el dolor etc.) - las impresiones de sensación- y otras que proceden del "alma" (el orgullo...) - las impresiones de reflexión-, que a su vez pueden dar lugar a ideas de sensación e ideas de reflexión. Pudiendo ser cada una de las cuatro, simples o complejas.
"Esta distinción es evidente; tan evidente como la que existe entre el sentir y el pensar" (1.85-86).
El mundo de la experiencia, entendida en el sentido más sensorial es el que tiene la primacía. Sin embargo, sería un error identificar experiencia con experiencia externa, ya que también es experiencia todo el flujo de impresiones de reflexión (interna) que nos conectan con el mundo tal y como nos lo facilita nuestra naturaleza (cf. 1. 74-76).

EJERCICIO SELECTIVIDAD SEPTIEMBRE 1994
TEXTO : Párrafo 5
CUESTIONES
1) Explica el concepto de “pensar” que aparece en el texto
2) Explica las diferencias entre impresiones e ideas
REDACCIÓN: Empirismo, conocimiento e Ilustración

ACLARACIÓN: EL CONOCIMIENTO EN LA FILOSOFIA MODERNA

La filosofía moderna, vino posibilitada por la nueva sensibilidad renacentista, y supuso un nuevo intento de volver a empezar. ¿Por dónde?: por la búsqueda de nuevos métodos de conocimiento. Los antiguos habían pretendido establecer el método desde la lectura directa del mundo. Ahora, los modernos, desde una crítica y una duda sistemática que a su vez cuestiona las posibilidades reales de conocimiento del sujeto cognoscente.
a) Francis Bacon (1561-1626) propondrá un "novum organum", una nueva lógica, de la inducción y de la experiencia, sin admitir el deductivismo silogístico aristotélico, por ser incapaz de generar verdades que no estén ya preconcebidas.
b) Descartes (1596-1650) lo intentará desde una razón discursiva que se vuelve autoevidente y nos muestra, desde su entraña, las bases del verdadero conocer; las ideas claras y distintas, que se remiten a su vez a un sujeto crítico, fundante de su propio conocimiento. Se prescinde así de cualquier referencia a una realidad externa, o a un método entendido como un simple "instrumento-lógico" que compone el mundo a partir de ideas que en realidad han sido construidas por la propia razón humana.

El empirismo será la corriente de pensamiento más influyente en Inglaterra durante la edad moderna. Mostraron la necesidad de recuperar el mundo sensible, sobre todo, una vez que comprueban cómo las evidencias racionales cartesianas prescinden sistemáticamente de la experiencia de los sentidos.
Hobbes (1588-1679) trata de fundamentar el uso de la razón en la corporeidad material. Locke (1632-1704) insistirá en que toda razón es antes de nada sensación. El obispo Berkeley (1685-1753) defenderá que las ideas del ser humano se resuelven en las percepciones, y que no hay más que un mundo de percepciones, las cuales resultan directamente ordenadas por Dios. En el campo de la reflexión moral, los moralistas ingleses de la primera mitad del siglo XVIII -Shaftesbury, Mandeville, Hutcheson y Butler- harán depender los valores morales no inmediatamente de la razón sino de un "sentimiento" moral afincado en la sensibilidad interna.
Hume a partir del empirismo ensaya un nuevo punto de partida, en clara ruptura con toda la tradición moderna anterior. Hasta ahora, tanto los racionalistas como los empiristas habían dado por supuesto la constitución de un "sujeto que era ya cognoscente", ya fuera desde la razón o desde los sentidos. Dicho sujeto cognoscente no es obvio para Hume. Del sujeto sólo podemos afirmar; inicialmente, algo muy simple: que es "naturaleza humana" (cf. Apartado A). Por ello, habrá que estudiar en qué consiste la naturaleza humana, y si ésta, desde todas sus dimensiones, puede conocer, en qué medida y a través de qué canales. Este fue el tema central de su primera gran obra de juventud, el "Tratado de la naturaleza humana" ("A Treatise of human nature"), y del resto de sus obras filosóficas posteriores, incluido por supuesto el Compendio.
El "Tratado de la naturaleza humana" se divide en tres libros -del entendimiento, de las pasiones y de la moral (en donde trata también de la política)-. Hume respeta, de esta manera, tres temáticas clásicas bien diferenciadas en el pensamiento de los siglos XVII y XVIII. La novedad ahora será que estas tres vertientes, a modo de ciencias particulares, se estudiarán integradoramente desde la perspectiva unitaria de la naturaleza humana. ¿Cómo justifica Hume esta opción?: Hume entiende que cualquier ciencia depende en una u otra medida del hombre, en el sentido de que son producciones suyas. También este problema se refleja en el Compendio cuando afirma:
"Se trata de ver si la ciencia del hombre no admite la misma precisión de la que varias partes de la filosofía natural son susceptibles... Si examinando diversos fenómenos, encontramos que estos se resuelven en un principio común, y podemos engarzar este principio en otro, llegaremos al fin a esos pocos principios simples de los que todos los demás dependen" [...] "...De aquí que este tratado de la naturaleza humana parece estar dirigido a formar un sistema de las ciencias" (1. 18-25; 49-50).

PÁRRAFO 3. COMPENDIO DE UN LIBRO PUBLICADO RECIENTEMENTE TITULADO UN TRATADO DE LA NATURALEZA HUMANA

PÁRRAFO 3.- LA CIENCIA DEL HOMBRE ABARCA A TODAS LAS DEMÁS CIENCIAS
TEXTO
Junto a la satisfacción de haber trabado conocimiento con lo que más íntimamente nos atañe, puede afirmarse con seguridad que casi todas las ciencias están comprendidas en la ciencia de la naturaleza humana y son dependientes de ella. El solo fin de la lógica es explicar los principios y operaciones de nuestra facultad de razonamiento y la naturaleza de nuestras ideas; la moral y la crítica se ocupan de nuestros gustos y sentimientos; y la política considera a los hombres en tanto que unidos en sociedad y dependientes entre sí. Este tratado de la naturaleza humana, parece, por tanto, haber sido concebido con vistas a un sistema de las ciencias. El autor ha llegado a término en lo que concierne a la lógica, y ha puesto los cimientos de las otras partes en su tratamiento de las pasiones.
TEXTO ORIGINAL
Beside the satisfaction of being acquainted with what most nearly concerns us, it may be safely affirmed that almost all the sciences are comprehended in the science of human nature, and are dependent on it. The sole end of logic is to explain the principles and operations of our reasoning faculty, and the nature of our ideas; morals and criticism regard our tastes and sentiments; and politics consider men as united in society, and dependent on each other. This treatise, therefore, of human nature seems intended for a system of the sciences. The author has finished what regards logic, and has laid the foundation of the other parts in his account of the passions.
COMENTARIOS PÁRRAFO 3
Hume considera que todas las ciencias tienen un vínculo u otro con la naturaleza humana, y de ella dependen.
El término lógica como aparece en el texto debe ser traducido como teoría del conocimiento y se ocupa del fundamento del conocimiento entre otras cosas. El término crítica aparece conectado al arte, la estética. Pretende Hume poner las bases en la creación de todo un sistema de las ciencias.
Recuerda que el Compendio se realiza cuando han aparecido los dos primeros libros del tratado de la Naturaleza humana, las intenciones de la obra son algo más que quedarse solo en la teoría del conocimiento.
EJERCICIO FILOSOFIA SELECTIVIDAD JUNIO 1995
TEXTO: Párrafos nros. 2 y 3
CUESTIONES:
1) Explica el concepto “ciencia de la naturaleza humana” que se encuentra en el texto
2) Explica por qué Hume argumenta que “habla con desdén de las hipótesis”
REDACCIÓN: Ciencia, experiencia y modernidad

EJERCICIO SELECTIVIDAD SEPTIEMBRE 1994
TEXTO: Párrafo 3
CUESTIONES:
1) Explica el concepto de “lógica” que hay en el texto
2) Explica las razones que da Hume para afirmar “casi todas las ciencias están comprendidas en la ciencia de la naturaleza humana y son dependientes de ella”
REDACCIÓN: Empirismo y ciencias humanas

TERMINOLOGÍA
Pasiones.- Hay en su obra muchas definiciones de este concepto. Básicamente son los móviles de la conducta frente a la reazón, que sería el mecanismo subordinado de obtención de los objetivos de las pasiones. Las pasiones y la razón no pueden enfrentarse ya que ésta es inerte.

PÁRRAFO 4. COMPENDIO DE UN LIBRO PUBLICADO RECIENTEMENTE TITULADO UN TRATADO DE LA NATURALEZA HUMANA

PÁRRAFO 4.- DEMOSTRACIÓN CONTRA INFERENCIA
TEXTO
El celebrado Monsieur Leibniz ha observado un defecto en los sistema comunes de lógica: que son muy prolijos cuando explican las operaciones del entendimiento en la construcción de demostraciones, pero son harto concisos cuando tratan de probabilidades y de aquellas otras medidas de evidencia de las que dependen enteramente la vida y la acción, y que son nuestras guías incluso en la mayor parte de nuestras especulaciones filosóficas. Bajo esta censura él incluye The essay on human understanding, La recherche de la verité y L’art de penser. El autor del Treatise of human nature parece haber advertido este defecto en esos filósofos, y se ha esforzado, en la medida de su capacidad, por salvarlo. Como su libro contiene un gran número de especulaciones muy nuevas y notorias, sería imposible dar al lector una noción cabal de la totalidad de ellas. Nos confinaremos, por lo tanto, principalmente, a su explicación de nuestros razonamientos por causa y efecto. Ello pudiera servir si logramos hacerlo inteligible al lector, como una muestra de la totalidad de la obra.
TEXTO ORIGINAL
The celebrated Monsieur Leibnitz has observed it to be a defect in the common systems of logic that they are very copious when they explain the operations of the understanding in the forming of demonstrations, but are too concise when they treat of probabilities, and those other measures of evidence on which life and action entirely depend, and which are our guides even in most of our philosophical speculations. In this censure he comprehends The Essay on Human Understanding, Le Recherche de la Verité, and L’Art de Penser. The author of the Treatise of Human Nature seems to have been sensible of this defect in these philosophers, and has endeavoured, as much as he can, to supply it. As his book contains a great number of speculations very new and remarkable, it will be impossible to give the reader a just notion of the whole. We shall, therefore, chiefly confine ourselves to his explication of our reasonings from cause and effect. If we can make this intelligible to the reader, it may serve as a specimen of the whole.
COMENTARIOS PÁRRAFO 4
A través de Leibniz Hume se queja de que la mayoría de los autores han estudiado el conocimiento por “demostración” (pensamiento deductivo que desde unas premisas obtiene una conclusión –relaciones entre ideas-) olvidándose del conocimiento de “probabilidad” (pensamiento que depende del azar y de la contingencia –cuestiones de hecho-). Hume insiste en la defensa de la necesidad de concer mejor el conocimiento probable las relaciones causa-efecto que vienen a ser las cuestiones de hecho. Frente al demostrativo. Esto es un tema crucial para entender la cuestión de causalidad de Hume.
Hume nos advierte de la existencia de dos dominios primarios de conocimiento, el demostrativo y el probable, después de lo cual señalaría que la relación causal es objeto de una inferencia y cualquier inferencia relativa a un asunto de experiencia –cuestión de hecho- resulta susceptible de conocimiento probable pero no demostrativo o necesario.
TERMINOLOGÍA
Verdades de razón y cuestiones de hecho
Todos los objetos de la razón e investigación hu¬mana -dice Hume- pueden dividirse en dos grupos: relaciones de ideas y cuestiones de hecho; a la primera clase pertenecen las ciencias de la Geometría, Algebra y Aritmética y, brevemente, toda afirmación que es intuitiva o demostrativamente cierta. Que el cuadrado de la hipotenusa es igual al cuadrado de los dos lados es una proposición que expresa la relación entre estas partes del triángulo. Que tres veces cinco es igual a la mitad de treinta expresa una relación entre estos números. (Investigación sobre el entendimiento humano., sec. 4, 1)
La matemática expresa verdades de razón, relaciones formales entre ideas, sin atender para nada a cuestio¬nes de existencia o cuestiones de hecho, es decir, con inde¬pendencia de lo que pueda existir en cualquier parte del universo. Así, tres conjuntos de 5 «lo que sea» equivalen a 15 «lo que sea» (independientemente de que, de hecho, se encuentren o no 15 «lo que sea» y de que puedan o no formar tres conjuntos); y como 30 es dos veces 15, entonces es posible concluir (con absoluta independencia de los hechos) que 3 X 5 = 15 = 30/2. Esas relaciones valen sin necesidad de que los signos que las componen sean referidos a existentes de hecho, sencillamente porque el negarlas sería contradictorio. Claro está que eso no nos garantiza «30 qué» co¬sas puede haber en un lugar o un momento dado, pero sí las hay, las relaciones se cumplirán, como se cumplen aunque no los haya, porque no corresponden a cosas existentes sino a «las ideas mismas» de 3, 5, 15 y 30. Así pues, en esto (pero sólo en esto) es posible la necesidad y la universalidad.
Una universalidad, desde luego, que sólo puede tener valor formal, pues contenidos universales * no existen; en esto Hume sigue a Berkeley de cerca y sin reservas. Las «ideas generales» no son sino «ideas particulares añadidas a un cierto término que las confiere mayor extensión» porque «recuerdan ocasionalmente a otros individuos similares». Es decir, que «5 pájaros» no serían cinco versiones del «universal-pájaro», sino 5 seres individuales y distintos entre sí, a los que se asignaría un mismo nombre porque, para los fines que sean, nos parecen suficientemente parecidos. Como toda cosa de la naturaleza es individual, dice Hume, «es absurdo suponer que un triángulo realmente existente no tenga una proporción determinada de lados y ángulos», y
“lo que es absurdo de hecho y en la realidad debe serlo también en la idea, pues nada de lo que po¬damos formarnos una idea clara y distinta es absurdo e imposible [...] [y] como es imposible formar idea de un objeto que tenga cantidad y cualidad, pero no un grado preciso de ambas, es igualmente imposible formar una idea que no se halle limitada en esos aspectos. Las ideas abstractas son, pues, individuales en sí, aunque puedan hacerse generales en la representación La imagen de la mente es la de un objeto particular, aunque en nuestro razonamiento la apliquemos como si fuera universal [...] [Porque] cuando hemos encontrado semejanza entre varios ob¬jetos [...] aplicamos el mismo nombre a todos ellos, con independencia de las diferencias que podamos observar en los grados de su cantidad y cualidad [...] La palabra despierta una idea individual y a la vez una cierta costumbre que produce cualquier otra idea que podamos tener ocasión de emplear [por su semejanza en aquel aspecto que pueda servir a nuestros fines y aunque] difieran en otros muchos aspectos [de la primera].”
(HUME: Tratado de la naturaleza humana, 1, 1, 7)

Fuera de las «relaciones de ideas» no nos quedan, pues, como conocimientos, más que las puras cuestiones de hecho (matters of Fact). Las palabras finales de la Investigación sobre el entendimiento humano son terminantes:
Si [al recorrer los libros de una biblioteca] cae en nuestras manos, por ejemplo, algún volumen de teología, o de metafísica escolástica, preguntémonos: ¿contiene algún razonamiento abstracto relativo a una cantidad o a un número? No. ¿Contiene algún razonamiento experimental sobre cuestiones de hecho y de existencia? No. Entonces, arrojémoslo a las llamas, porque sólo puede contener sofismas y supercherías.
En cuanto a las verdades de hecho, no ofrecen en absoluto el grado de necesidad de las ciencias forma¬les y no son averiguadas de la misma manera [ya que] lo contrario de cualquier «matter of fact» es todavía posible, porque nunca implica contradicción. Que el sol no salga mañana es una proposición ni menos inteligible ni más contradictoria que la afirmación de que saldrá. En vano, pues, intentaríamos demostrar su falsedad. (HUME: Investigación sobre el entendimiento...,sec. 4, 1)

Adán no habría podido deducir de la fluidez y transparencia del agua que se podía ahogar en ella, ni del brillo y el calor del fuego que éste podría destruirlo. Igualmente, que la pólvora tiene fuerza explosiva y el imán atrae, que el pan es un buen alimento para el hombre y no para el león, son hechos que no cabría deducir del análisis de sus respectivas ideas. En ese tipo de hechos, la experiencia nos hace reconocer una relación causa-efecto, pero por mucho que analicemos la relación -tal como se da, por ejemplo, en el caso del calor y la dilatación-, es imposible descubrir la segunda idea en la primera, o viceversa. Nadie puede deducir de la idea de una cosa qué efectos producirá ni qué causa la ha producido, pues lo que llamamos causa y lo que llamamos efecto son existentes diferentes. El que de hecho se den conexiones entre ellos, y cómo sean esas conexiones, sólo puede sernos indicado por la experiencia.

PÁRRAFO 2. COMPENDIO DE UN LIBRO PUBLICADO RECIENTEMENTE TITULADO UN TRATADO DE LA NATURALEZA HUMANA

PÁRRAFO 2. LA EXPERIENCIA ES LA BASE DE LA NUEVA CIENCIA
TEXTO
Éste parece haber sido el propósito de nuestros últimos filósofos, y, entre ellos, el de este autor. Él se propone hacer la anatomía de la naturaleza humana de una manera regular, y promete no sacar conclusión alguna sino allí donde le autorice la experiencia. Habla con desdén de las hipótesis; e insinúa que aquellos de nuestros compatriotas que las han desterrado de la filosofía moral han prestado al mundo un servicio más notable que Milord Bacon, a quien nuestro autor considera como el padre de la física experimental. Menciona, con este motivo, al Sr. Locke, a Milord Shaftesbury, al Dr. Mandeville, al Sr. Hutchison, y al Dr. Butler, quienes, si bien difieren entre sí en muchos puntos, parecen todos estar de acuerdo en fundamentar enteramente en la experiencia sus precisas disquisiciones sobre la naturaleza humana.
TEXTO ORIGINAL
This seems to have been the aim of our late philosophers, and, among the rest, of this author. He proposes to anatomize human nature in a regular manner, and promises to draw no conclusions but where he is authorized by experience. He talks with contempt of hypotheses; and insinuates that such of our countrymen as have banished them from moral philosophy, have done a more signal service to the world than my Lord Bacon, whom he considers as the father of experimental physics. He mentions, on this occasion, Mr. Locke, my Lord Shaftesbury, Dr. Mandeville, Mr. Hutcheson, Dr. Butler, who, though they differ in many points among themselves, seem all to agree in founding their accurate disquisitions of human nature entirely upon experience.
COMENTARIOS PÁRRAFO 2
Hume propone una anatomía de la naturaleza humana y no obtener ninguna conclusión que no esté fundada en la experiencia. El criticar las hipótesis, supone repudiar aquello que equivale a suposiciones aceptadas sin fundamento experimental; es una crítica a la metafísica de corte especulativo. Un tipo de metafísica, en la que curiosamente no sólo caería el racionalismo, al que dirige la mayoría de sus críticas, sino incluso el mismo Newton, cuando extralimita sus explicaciones científicas y pretende convertirlas en explicaciones últimas de la realidad.
Después de esta afirmación programática inicial, nos hace mención de los autores que considera predecesores de su línea teórica.
Bacon (1561-1626): Padre del empirismo; antiaristotélico y defensor del pensamiento inductivo.
Locke (1623-1704): Creador del empirismo psicológico moderno; enemigo radical de las ideas innatas.
Shaftsbury (1671-1713): Filósofo del sentido moral, que propone que el ser humano tien un innato sentido que le lleva al bien.
Mandeville (1670-1733) Defensor del materialismo aplicado a la ética y a la política.
Hutchinson (1694-1746): Filósofo del sentido moral, fundador de dicha corriente.
Butler (1692-1752): Obispo, defensor del cristianismo tradicional y de la verdad revelada.
Para Hume no existen supuesto dogmáticos, principios o postulados que deban admitirse con independencia de la inquisición experimental. Para él la crítica es la posición del filósofo ante la realidad. Es necesario atenerse a lo que la experiencia nos transmite como real y práctico.
Frente a la afirmación de Descartes de que hay una serie de verdades que conocemos independientemente de la experiencia, ahora se plantea el problema en términos muy distintos: la experiencia es la fuente de todos nuestros conocimientos. El dato de los sentidos es lo que hallamos en última instancia en toda idea, y el conocimiento en general tiene por fundamento un mecanismo psicológico de conservación, combinación y separación de las percepciones sensoriales.
Con la razón y la experiencia el hombre trata de abrirse paso en el mundo, y por eso empieza por su propia inquisición. Si la experiencia nos introduce en la realidad, se trata de saber “como” nuestra experiencia asegura la posibilidad de conocer el mundo exterior. Y es aquí donde la doctrina de Newton sobre la atracción va a tener un papel fundamental
Newton había afirmado que sólo en la medida que una cualidad se refleja en sus efectos es posible conocer la Naturaleza. Es decir, la posibilidad del conocimiento científico del mundo material es viable sólo cuando investigamos a partir de nuestras percepciones verificadas por la experiencia. Lo demás, las formas sustanciales, las hipótesis, las causas de los fenómenos, no pueden ser objeto de una ley matemática. Lo que interesa es establecer leyes a partir de las relaciones observadas en realidad.
Una tal supremacía de la percepción sensible sobre la razón va a servir después a Hume para proseguir la crítica de los conceptos fundamentales que había manejado el racionalismo del s. XVII. Los conceptos de sustancia, existencia, causalidad serán superados por el empirismo de Hume.
TERMINOLOGÍA
Hipótesis.- Tiene un doble sentido en Hume, al igual que en Newton. Un primer sentido legítimo de intento de elucidación de la realidad necesitado de contrastación empírica y, un segundo sentido ilegítimo, de explicación cerrada de la realidad no contrastada ni contrastable. Este último sentido es el que, para Hume se da en la Teología Natural y en la Metafísica que la intenta justificar.

PÁRRAFO 1.- COMPENDIO DE UN LIBRO PUBLICADO RECIENTEMENTE TITULADO UN TRATADO DE LA NATURALEZA HUMANA

PÁRRAFO 1.- COMPENDIO DE UN LIBRO PUBLICADO RECIENTEMENTE TITULADO UN TRATADO DE LA NATURALEZA HUMANA PÁRRAFO 1 .- NOVEDAD EN LA FILOSOFÍA: LA CIENCIA DEL HOMBRE
TEXTO
“Este libro parece haber sido escrito conforme al mismo plan que otras varias obras que han gozado de gran boga durante los últimos años en Inglaterra. El espíritu filosófico, que tan grande impulso ha recibido en toda Europa en estos últimos ochenta años, ha sido llevado tan lejos en este reino como en cualquier otro. Nuestros escritores parecen incluso haber iniciado un nuevo género de filosofía, que promete más para el entretenimiento y el provecho del género humano que cualquier otro con el que el mundo haya hasta ahora trabado conocimiento. La mayoría de los filósofos de la antigüedad, que trataron de la naturaleza humana, han mostrado más una delicadeza de sentimiento, un justo sentido de la moral, o una grandeza de alma, que una profundidad de razonamiento y reflexión. Se han contentado con representar al sentido común del género humano a la luz más vívida y con los más felices giros de pensamiento y expresión, sin seguir regularmente una cadena de proposiciones, o reunir las diversas verdades en una ciencia regular. Pero vale la pena, al menos someter a ensayo si la ciencia del hombre no admitirá la misma precisión que tan aplicable ha resultado ser a diversas partes de la filosofía natural. Parece asistirnos toda la razón del mundo al imaginar que esta ciencia puede ser llevada hasta el máximo grado de exactitud. Si, al examinar diversos fenómenos, hallamos que todos ellos se resuelven en un principio común, y podemos retrotraer éste a otro principio, llegaremos finalmente a aquellos pocos principios simples de los que todo el resto depende. Y aunque nunca podamos alcanzar los últimos principios, es una satisfacción proseguir tan lejos como nos permitan nuestras facultades.”
TEXTO ORIGINAL
This book seems to be written upon the same plan with several other works that have had a great vogue of late years in England. The philosophical spirit, which has been so much improved all over Europe within these last fourscore years, has been carried to as great a length in this kingdom as in any other. Our writers seem even to have started a new kind of philosophy, which promises more, both to the entertainment and advantage of mankind, than any other with which the world has been yet acquainted. Most of the philosophers of antiquity who treated of human nature have shown more of a delicacy of sentiment, a just sense of morals, or a greatness of soul, than a depth of reasoning and reflection. They content themselves with representing the common sense of mankind in the strongest lights, and with the best turn of thought and expression, without following out steadily a chain of propositions, or forming the several truths into a regular science. But it is at least worth while to try if the science of man will not admit of the same accuracy, which several parts of natural philosophy are found susceptible of. There seems to be all the reason in the world to imagine that it may he carried to the greatest degree of exactness. If, in examining several phenomena, we find that they resolve themselves into one common principle, and can trace this principle into another, we shall at last arrive at those few simple principles on which all the rest depend. And though we can never arrive at the ultimate principles, it is a satisfaction to go as far as our faculties will allow us.

COMENTARIOS
En esta época diversos autores se ocupan del problema del conocimiento del hombre, como algo completamente previo a todas las demás cuestiones filosóficas: ¿Cuál es la capacidad del entendimiento humano?. Ahora el hombre y su mente es el centro de las preocupaciones; no es Dios, como ocurrió en el Medievo.
El texto de Hume se refiere con la innovación al conjunto de todas estas corrientes científicas y filosóficas que desde el Renacimiento hacen su aparición: revolución científica, nuevos métodos de conocimiento o antiaristotelismo. (Recuerda los trozos de película “Galileo Galilei” de Liliana Cavani vistos en clase).
El nuevo tipo de filosofía iniciado por los autores británicos abarcando desde Bacon a Newton, se refiere al empirismo (Locke y Berkeley).
Racionalistas y empiristas se preguntan por la capacidad del conocimiento humano, cuáles son sus límites, hasta dónde puede llegar. Ambas corrientes entienden por conocimiento una representación en la mente humana del objeto que se da fuera de ella, de la realidad exterior. Y lo que representa las cosas en la mente son ideas. ( RECUERDA -Muy diferente a las Ideas de Platón-)
El punto en que se acentúan las diferencias entre racionalistas y empiristas es quizá el origen de las ideas: unos dicen que son innatas, se encuentran en la mente humana desde el principio; los empiristas, por el contrario, sostienen que la mente humana está en blanco y las ideas proceden todas de la experiencia sensible.
Ya en el s. XIV la experiencia se toma como la base del conocimiento: es la experiencia científica, que continúa en el XV con Copérnico y en el XVI con Galileo, Kepler y Leonardo da Vinci. Y se llega al XVII con Bacon de Verulanio, que crea un nuevo método científico experimental.
Con el empirismo se niega la autoridad filosófica, incluso la de Aristóteles, y se exalta el conocimiento sensible, se critica la Metafísica, porque ésta niega el valor de la experiencia.
Debes darte cuenta que el texto, hace una crítica a los pensadores de la antigüedad que no supieron hilvanar un sistema general y se dejaron llevar más por los sentimientos y pasiones y no tanto por la objetividad.
La idea central del texto es la preocupación central de Hume, pretensión de realizar algo semejante en filosofía a lo realizado por la ciencia en el estudio de la naturaleza (filosofía natural), y este objetivo es la elaboración de una ciencia del hombre organizada siguiendo los pasos realizados por Newton en sus leyes fundamentales, proceder desde unos principios a otros poco a poco.
El propósito de Hume es establecer una Ciencia de la Naturaleza Humana que esté basada en los principios del Empirismo Científico a imitación de los logros conseguidos por Newton( no hay que olvidar que el deseo de juventud de Hume era llegar a ser considerado el “Newton de las ciencias morales”, esto es, el creador de un nuevo paradigma en el ámbito de las disciplinas referidas al conocimiento de los fenómenos no susceptibles de estudio por parte de las ciencias de la naturaleza).
Vocabulario Hume
VOCABULARIO: CIENCIA DE LA NATURALEZA HUMANA
CONOCIMIENTO DE LA NATURALEZA DEL HOMBRE BASADO EN LA EXPERIENCIA Y LA OBSERVACIÓN Y PROPUESTO POR HUME PARA LA FUNDAMENTACIÓN Y EXPLICACIÓN DE LOS CONOCIMIENTOS Y EXPERIENCIAS HUMANOS.
En la Introducción al “Tratado de la Naturaleza Humana”, Hume presenta un diagnóstico pesimista de la situación de la filosofía: ha caído en el descrédito como consecuencia de que los filósofos aceptan principios no demostrados adecuadamente y de sus incoherencias y argumentaciones erróneas. Pero tampoco está satis¬fecho de la ciencia de la época: “No hay nada que no esté sujeto a discusión y de lo que los hombres más instruidos no tengan pareceres contrarios. Ni el más trivial problema escapa a nuestra polémica, y en la mayoría de las cuestiones de importancia somos incapaces de decidir con certeza”. De este modo Hume comienza como antes lo hizo Descartes y después lo hará Kant: mostrando la insatisfacción por la situación de la filosofía del momento, proponiendo su reforma y la construcción de una nueva teoría filosófica que fundamente tanto a la filosofía como a las mismas ciencias.
Fiel a su enfoque psicologista, Hume creerá que todas las experiencias humanas pueden ser comprendidas estudiando los mecanismos ocultos de nuestra mente que están a la base de dichas experiencias. Todas las actividades humanas remiten directa o indirectamente al hombre, algunas porque se refieren a su conducta o a sus gustos y sentimientos, como la ética y la estética; otras porque estudian los principios y operaciones de su pensamiento, como la lógica; y otras, en fin, porque son consecuencia del uso de sus facultades cognoscitivas, como la matemática y la física. De este modo, la filosofía debe tener como objetivo el estudio de la naturaleza humana, pues todo gira alrededor de ésta.
Este estudio tiene que hacerse utilizando el mismo método que tanto éxito ha alcanzado aplicado al conocimiento de la Naturaleza: la experiencia y la observación. Las únicas diferencias están en que este método se ha de aplicar al estudio de la conducta y la vida humana, y no del mundo físico, y al uso de la introspección para el conocimiento de la propia mente (aunque este término no lo utiliza Hume, nos puede servir para referirnos a la observación directa de los propios estados y procesos psicológicos, algo fundamental para el desarrollo de la ciencia del hombre).